Con una producción de mil 200 litros mensuales y con la generación de 50 empleos directos e igual número de indirectos, la fábrica de mezcal "Casa Ahuate", se abre pasó en el mercado, ofreciendo un producto cien por ciento artesanal y totalmente certificado.
Esta industria se encuentra localizada en Plan de los Amates, en la zona Diamante del puerto de Acapulco, en una ex hacienda, en donde se construyó la factoría y se trazó lo que denominan la ruta del mezcal.
La química Farmacéutica y Bióloga, Fabiola Vega, explicó que fue contratada para vigilar la calidad de esta bebida alcohólica y cada uno de los procedimientos que se siguen en las etapas de la producción.
En este caso, indicó que se revisa el estado del corazón del maguey, el cual se cultiva y se trae de Carrizalillo y Mazatlán, ubicado en la parte norte de Guerrero.
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Es precisamente en la sierra en donde inicia la ruta de esta bebida pura de agave, con la jima, es decir, los encargados de los plantíos de maguey, seleccionan a las mejores plantas y les cortan las hojas, hasta dejar el corazón.
Una vez que se cuenta con las cabezas, se trasladan hasta el área de cocción, se hace en hornos que se alimentan con leña y a fuego lento bajo tierra, lo que permite la destilación del jugo fermentado de las cabezas o piñas de agave cocidas.
La química Fabiola Vega, precisa, que la cocción se hace en Hornos especiales por 96 horas, posteriormente se procede a moler las piñas por 6 horas y se capta el jugo, que es cien por ciento de agave cupriata, es decir, puro, sin otro elemento, solo el producto fermentado.
Es aquí cuando se certifica a granel y posteriormente se certifica el envasado, es cuando está listo para su venta, con la garantía de que es una bebida joven y de alta calidad, porque es producido de manera artesanal.
También se determina que cantidad tendrá estatus de reposado, haciendo hincapié que se guarda en barricas de roble blanco por espacio de 3 a 12 meses y si se pasa de esta fecha, se convierte en añejo.
Otra variedad, es el reposado en botellas de vidrio, las cuales se entierran bajo tierra por un lapso de un año, lo que le da un sabor único y conserva su alta calidad.
Además, se combina con coco, maracuyá, tamarindo, melón y Jamaica, que le da un sabor suave y no pierde su calidad, el cual también se prepara en la fábrica Casa Ahuate, que está abierta para turistas y residentes, que deseen degustar un buen mezcal artesanal y cien por ciento guerrerense.