La fuga de Ferrovial continúa copando titulares semanas después de su traslado. El presidente de la compañía, Rafael del Pino ha incrementado su participación en la firma, a pesar de ser ya el accionista mayoritario. En concreto, el segundo de los del Pino, ha incrementado su participación en la compañía hasta un máximo histórico del 20,448%, tras recibir acciones vinculadas al cumplimiento de una serie de objetivos definidos por la empresa.

De acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el directivo ha pasado de controlar el 20,441% de la compañía, dato remitido en la última actualización, al 20,448% actual, el máximo porcentaje que ha llegado a alcanzar.

Este aumento en la participación de la empresa responde a la aprobación por parte de la compañía del traslado de su sede social a Países Bajos antes del próximo mes de octubre, teniendo como finalidad pedir su cotización en Estados Unidos antes de fin de año. Un objetivo para el que, sin embargo, no necesitaban efectuar un traslado de sede.

Del Pino tiene 148.572.311 acciones de Ferrovial de forma directa e indirecta (a través de sus sociedades), a las que se suman otras 174.580 acciones en forma de instrumentos financieros vinculadas al plan de entrega de acciones.

La última aportación de este plan se dio el pasado 8 de marzo, cuando recibió 15.865 acciones por un valor aproximado de 400.000 euros. Actualmente, toda su participación está valorada en 4.160 millones de euros.

Los principales accionistas de la compañía

Tras Rafael del Pino, la segunda mayor accionista de la compañía es su hermana María del Pino, con una participación del 8,20%. La mayor del clan familiar también es la presidenta de la Fundación Ferrovial.

El tercer máximo accionista de la compañía es el fondo de inversión británico The Children's Investment Fund Management (TCI), con un 7% de capital. Entre los principales accionistas es el único foráneo y defendía la internacionalización de la empresa.

Leopoldo del Pino Calvo-Sotelo, otro de los hermanos del Pino, aparece en el capital de la empresa familiar como cuarto máximo accionista, con un 4,25% del total. El tercero en discordia de los del Pino y cuarto accionista mayoritario, votó en contra del cambio de sede durante la Junta de Accionistas de la compañía.

En ese 4,25% de Leopoldo del Pino, radica la llave para impedir la marcha de Ferrovial, entrando en juego el derecho de separación que los accionistas que esgrimieron su negativa durante la Junta de Accionistas tienen derecho a ejercer. Así pues, hasta el próximo 13 de mayo, los accionistas podrán vender sus participaciones como una forma de desvincularse totalmente de la compañía.

Pero Ferrovial ha marcado límites: la multinacional ha fijado una cifra cerrada en los 500 millones de euros, el correspondiente al 2,56% del capital de la compañía. Es decir, la multinacional está reservando esos 500 millones de euros para poder efectuar una especie de programa de recompra de acciones a aquellos que deseen hacerlo. Un porcentaje, superado ampliamente por un solo accionista, Leopoldo del Pino.

El resto del capital de la compañía se reparte entre accionistas minoritarios entre los que destacan especialmente fondos de inversión como como BlackRock, con un 3,18% del total; Lazard, con otro 3,08%, o Norges Bank, con un 1,5%. El 52% restante procede de accionistas muy minoritarios.

A pesar del amplio apoyo al traslado de sede, Ferrovial aún no puede confirmar al 100% su marcha del país. Tendrá que esperar hasta el próximo 13 de mayo, día en el que se agota el plazo para ejercer el derecho de separación.