Quienes no recuerden que atraquina es sinónimo de atracón, que churriana lo es de prostituta, o que acertajo en el lenguaje coloquial era lo mismo que acertijo, deberán darse prisa en consultar el Diccionario de la Real Academia Española, porque no figurarán en su próxima edición. Por una razón u otra --casi siempre porque han caído en desuso--, hay palabras que están llamadas a desaparecer, y en esa situación se encuentran también alfonsearse, que antes significaba burlarse de alguien en tono de chanza; acurdarse, que no es una versión incorrecta del verbo acordarse, sino que tiene que ver con borrachera; o extrema, forma vulgar de aludir a la extremaunción.

Estos términos están ya en la UVI del idioma y las Academias de la Lengua de los países hispanohablantes, autoras del Diccionario, podrían certificar en breve su defunción. De momento, son artículos propuestos para ser suprimidos de la vigésima tercera edición, como puede comprobarse en la página web de la RAE, en la que todo se actualiza periódicamente.