Alaitz Leceaga: "Intento escribir las novelas que me gustan como lectora"

La intriga propia del género negro, un asesinato, traiciones, misterio, un amor que parece imposible, glamour, personajes con secretos ocultos y un contexto histórico convulso. Todo eso y mucho más cabe en las 657 páginas de 'Las dos vidas de Mina Índigo' (Planeta), la cuarta novela de Alaitz Leceaga. La escritora bilbaína, que en 2018 fue aclamada como la autora revelación del año con su debut literario ('El bosque sabe tu nombre'), ha decidido juntar esos ingredientes tan novelescos en su nuevo libro con el claro objetivo de atrapar al lector desde las primeras páginas. Volviendo al registro de su primera novela, Leceaga se vale del suspense e incluso de lo sobrenatural para tejer una intensa aventura en torno a un contexto histórico en plena ebullición: la Barcelona de finales del XIX.

«Me parecía una etapa maravillosa para enmarcar una novela, con esa Exposición Universal y ese choque entre la Barcelona más tradicional y ese mundo moderno», reconoce. Con todo, el germen de esta historia fueron Mina y el doctor Ellis, la pareja protagonista de investigadores. «Fue lo primero que empezó a perseguirme. Cuando en 2021 gané el Fernando Lara con mi tercer libro ya tenía en la cabeza ambos personajes, hasta que decidí sentarme a escribir. Pero lo que tenía claro es que necesitaba un contexto en el que pudieran brillar», explica. 

Lo encontró de forma acertada en esa Barcelona de finales del XIX, un ciudad en pleno cambio, convulsa por los movimientos anarquistas y en la que, además, lo sobrenatural estaba muy presente. «En esos años el espiritismo estaba muy en boga. Las médiums eran celebridades y acudían a fiestas lujosas para hacer sus sesiones», apunta Leceaga.

"En este libro es evidente la influencia de Carlos Ruiz Zafón; su literatura me ha marcado desde niña"

Mina Índigo, la protagonista, es precisamente una médium muy solicitada en la ciudad. En su céntrico palacete organiza sesiones de espiritismo para damas de la alta sociedad, pero, en realidad, es una experta investigadora que usa sus contactos para obtener información comprometedora de sus clientes. En esa Barcelona de 1888, Mina y el nuevo patólogo forense, el británico doctor Ellis, se verán implicados en un asesinato que conmocionará a la ciudad. «Esta novela es una historia de misterio al estilo clásico, con resolución del crimen y persecución de la verdad. Y todo con ese pequeño componente mágico que ya estaba presente en mis anteriores libros», indica la escritora bilbaína.

Como ella misma reconoce, en su última novela se percibe, alargada, la sombra de Carlos Ruiz Zafón, uno de sus autores de cabecera. «Soy 'zafoniana' absoluta y confesa. En 'Las dos vidas de Mina Índigo' es evidente su influencia y esa Barcelona gótica y misteriosa. Su literatura me ha marcado mucho desde que era muy joven, desde que leí 'El príncipe de la niebla'», comenta Leceaga, que subraya que en todas sus obras se ve «claramente» cuáles han sido sus libros preferidos desde la infancia. 

Sus libros de la infancia

En ese pódium se encuentran títulos como 'Los escarabajos vuelan al atardecer', el propio 'El príncipe de la niebla' o 'Asesinato en el Orient Express'. «Al principio, como escritora, te acercas al mundo de los libros como lector y tu literatura se nutre de todo lo que has leído antes. Creo que es algo muy presente en cualquier autor. Al final, lo que intento es escribir las novelas que me gustan como lectora», subraya.

"Mucha gente me dice que leer mis novelas es como ver una película o una serie"

En su cuarto título se escuchan también los ecos de las novelas de Sherlock Holmes y de Agatha Christie, y en él están muy presentes los diálogos. «Sí, mucha gente me dice que leer mis libros es como ver una película o una serie. Es algo que también me gusta como lectora y creo que en los diálogos es donde más se aprecia el carácter de los personajes, su manera de ser y de pensar», explica Leceaga, que recuerda que ya se está preparando una serie con su primer libro: 'El bosque sabe tu nombre'.

Por supuesto, el amor también se cuela en la novela, con una trama romántica entre la pareja de investigadores, que son el eje central del libro: «Los personajes son para mí el principio y el final de todo. Y en este caso lo que quería era enmarcarlos en una época muy potente e interesante».

Para ello viajó hasta la Barcelona de finales del XIX y abordó un proceso de documentación arduo e intenso. «Cuando escribes una novela con una fuerte ambientación histórica como es esta creo que esa parte es muy importante. Además, me gusta dar al lector esos detalles de cómo era la comida, los vestidos o las lámparas de la época, porque ayuda a meterte aún más en la historia», sostiene la autora bilbaína, que ya está visitando los escenarios de la que posiblemente será su próxima novela: «Tiene todos los elementos de mis libros anteriores, aunque si los lectores demuestran tener mucho interés quizá vuelva al universo de Mina y Ellis».