El soto de Cantalobos se está secando, y no solo por la prolongada aridez estival. Así lo ha denunciado la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar), que achaca la "degradación" del bosque de rivera de la margen izquierda del Ebro a que su vegetación no recibe tanta agua como precisa.

Para la entidad ecologista, la causa del "estrés hídrico" que padece el soto se debe al dragado a que se sometió el cauce del Ebro para la construcción del puente del Cuarto Cinturón (Z-40), así como a la desaparición de los drenajes existentes en los campos de cultivo que limitan con esa zona natural del término de Zaragoza.

"Cuando se construyó el puente del Cuarto Cinturón junto a Cantalobos, se construyó un azud y se extrajo gran cantidad de áridos, lo que ha provocado una alteración en la dinámica del río", señaló ayer Ismael Sanz, de Ansar. "Se generó una fuerte erosión y un descenso del nivel freático que alejaron el soto del cauce y amenazan gravemente su supervivencia", añadió.

MEDIDAS URGENTES Además, en el año 2003, a raíz de una riada, se rompió el escorredero (desagüe) de Montoya, que pasaba por el centro del soto y garantizaba unos aportes de agua imprescindibles para su supervivencia. De forma que, ahora mismo, "Cantalobos se muere de sed", en especial el arbolado maduro y el sotobosque. Sin embargo, este problema quedará subsanado en parte la próxima primavera, pues los regantes han acordado con Ansar la reparación del antiguo escorredero.

Para evitar que la situación empeore, la Asociación Naturalista de Aragón se ha dirigido a la instituciones con competencias medioambientales, desde la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza al Sindicato de Riegos de Miraflores y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), para que tomen medidas que eviten la desaparición del soto de Cantalobos.

Los ecologistas han propuesto que se recuperen los drenajes que pasan de los campos de cultivo al bosque de ribera y que se instalen 40 metros de tubo desde la acequia más cercana a la cabecera del soto, para regar por caída el primer kilómetro y medio.

Asimismo, Ansar solicita que se arregle el primer escorredero de la acequia madre, un trabajo que ya han acometido los regantes, y que se establezca un calendario de riegos con aportes de aguas sobrantes.

"Estamos en el año internacional de los bosques y esperamos que con estas medidas se pueda paliar la degradación de un espacio tan emblemático", subrayó Ismael Sanz, que recordó que el soto de Cantalobos es visitado cada año por miles de zaragozanos de todas las edades por su gran valor medioambiental.