Concentración sin disturbios en Ferraz

La protesta contra la amnistía reserva fuerzas para los días de la investidura

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Todas las claves de la Ley de Amnistía

Undécima noche de escrache ante la sede federal del PSOE.

Undécima noche de escrache ante la sede federal del PSOE. / David Castro

Juan José Fernández

Juan José Fernández

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Los embozados más violentos no han aparecido este lunes en número suficiente como para arrebatar la primera línea del escrache antiamnistía en la calle Ferraz de Madrid a las personas mayores y los ultras convencionales que se encaraban con el despliegue de antidisturbios. En esta undécima concentración se han ido sucediendo líneas y líneas de policías ante la protesta y las vallas metálicas dispuestas en rombo sin que hayan tenido que ponerse siquiera los cascos. La de esta noche ha sido una concentración tranquila, con cerca de 2.000 personas (1.200 según la Delegación del Gobierno), pero no exenta de detalles clave de la evolución de esta campaña.

No ha habido rezo del Rosario, ni heridos ni detenidos; sí los eslóganes contra el Rey ("Felipe, masón, defiende tu nación"), el presidente del Gobierno ("Pedro Sánchez, muérete") y los partidos principales ("PSOE, PP, la misma mierda es").

Al comienzo de la concentración, uno de sus promotores, el youtuber Miguel Frontera, -al que después han increpado los más duros- se ha dirigido megáfono en mano a la multitud pidiendo que no haya desórdenes públicos: "El otro día ataron las barreras con candados; hoy lo hacen con plástico que se podría cortar con una llave, y quisieran hacerlo con papel higiénico porque les conviene que lo rompáis".

Cara al sol

A la interpretación, repetida y muy rotunda, del Cara al Sol por la multitud, a las consabidas imprecaciones llenas de ira contra la prensa y a las ya habituales banderas carlistas, españolas con escudo, españolas con agujero y españolas con la doble N de Noviembre Nacional se han unido este lunes en la movilización varías esteladas catalanas tachadas con una X negra. La previsión policial de una noche más caliente en torno a la sede federal del PSOE a causa de la publicación del proyecto de ley de amnistía no se ha cumplido de momento.

La principal diferencia de esta manifestación con respecto a las diez que la preceden es el hecho de que los manifestantes que se hayan detenido a leer ya tienen en los medios de comunicación un texto del proyecto de ley de amnistía ante el que reaccionar. Y también que están convocadas para los próximos miércoles y jueves concentraciones de gran tamaño en torno al Congreso ante las que pareciera que el Noviembre Nacional estuviera reservando fuerzas.

Vox ha convocado también, a través de su sindicato Solidaridad, una huelga general para el 24 de noviembre. El hecho que que ese día sea black fryday hace dudar bastante del éxito de la convocatoria, como también del acierto estratégico de su ideador.

Invitado especial

La habitual coreografía del cerco a lo que los manifestantes consideran que “no es una sede, es un puticlub” ha tenido hoy sin embargo una clave diferencial de alcance político y propagandístico. 

En la parte trasera de la concentración se hacía el líder de Vox, Santiago Abascal, una foto con un invitado especial: está en Madrid para asistir a las movilizaciones de estos días Tucker Carlson, periodista televisivo norteamericano (ex CNN, ex Fox) devenido por su radicalidad en agitador muy destacado, el primero de la ultraderecha norteamericana que acabaría lanzando a sus huestes más hiperventiladas a tomar el Capitolio, y ahora concitador de extremistas políticos y religiosos de todo Occidente desde una posición que definen en EE.UU. como “paleoconservadurismo”. 

Carlson fue el más destacado difusor del bulo trumpista sobre un tongo en las elecciones en Estados Unidos. En abril de 2023 abandonó la Fox cuando esa cadena ultraconservadora tuvo que pagar 700 millones de dólares en una demanda interpuesta por los demócratas norteamericanos.

Cuando, el psado mes de abril, dejó la Fox, recibió una oferta de la television pública rusa y el apoyo oficial de Moscú en forma de declaraciones del ministro de exteriores, Serguei Lavrov, que deploró su despido. La presencia de Tucker Carlson en la concentración ha sido el más relevante apoyo mediático internacional que ha recibido esta protesta.

Hay otro elemento de la solidificación de este fenómeno de protestas que ha terminado de cristalizar este lunes. Aunque la facción menos radical de los manifestantes acude a Ferraz portando banderas constitucionales, esa calle y su multitud enfurecida ya no albergan solo por las noches una campaña contra la amnistía pactada por Pedro Sánchez con Carles Puigdemont: en Ferraz está ahora también el crisol de la desafección, cuando no repudio total, de un numeroso sector de la derecha española hacia el sistema emanado de la Transicion, la monarquía de Felipe VI y la Constitución de 1978.