El Altaveu de Sant Boi defiende su rol de “servicio público” frente al adocenamiento festivalero

Un festival catalán de verano sin Stay Homas ni The Tyets es posible, y ahí está el longevo Altaveu, de Sant Boi de Llobregat, que afronta a partir de este viernes, y hasta el domingo, una 34º edición que sobrevuela las corrientes de moda con un amplio abanico de propuestas. Es una quincena de conciertos que cruza géneros musicales y perfiles de público, y donde el ‘soulman’ Eli ‘Paperboy’ Reed, el trovador Ismael Serrano y la neoflamenca Mariola Membrives conviven con el afropop de Jupiter & Okwess o la rapera Santa Salut.

El Altaveu sigue marcando territorio consciente de responder a una función pública, destaca su director artístico, el músico y productor Víctor Partido. “Cada cosa que hacemos tiene que dar un rédito, ya sea a la ciudad o a los creadores, porque nuestra finalidad es de servicio”, explica, añadiendo que el grueso del presupuesto, unos 130.000 euros, lo aporta al Ayuntamiento, complementado con otras aportaciones públicas (Diputació, Generalitat, Inaem) y de espónsores.

Del Congo a Lisboa

La oferta gratuita se centrará, como es costumbre, en la plaza del Ajuntament, donde actuarán los grupos del concurso Altaveu Frontera, y el viernes, la producción propia de Böira + Atzur, del centro educativo PES Sant Boi, así como Jupiter & Okwess, grupo congoleño que ha colaborado con Damon Albarn y que se encuentra en plena expansión internacional. El sábado, la música de raíz de Ros y la ‘Nit de rumba catalana’ a cargo de Peret Reyes, el que fuera palmero de Peret, con músicos del ramo como Yumitus del Pichón.

Los conciertos de pago presentan precios tan populares como el euro, sin más, que cuesta la entrada para ver a Eli ‘Paperboy’ Reed en Can Massallera (tras ocho años sin pasar por Catalunya), sesión que abrirá el pop con ancestros new wave de Peinga Rayo y Las Aeromozas (viernes). Y otro doblete, el de la cantautora pop chilena, afincada en Valencia, Soledad Vélez, y la rapera activista Salut Cebrià, Santa Salut (sábado). La oferta la completan, también en Can Massallera, Ismael Serrano (domingo), con nuevo álbum a punto de salir, ‘La canción de nuestra vida’, y en Cal Ninyo, sendos dobles carteles: la lisboeta Maro (que representó a Portugal en Eurovisión 2022) y Ferran Orriols, ex-Nyandú (viernes), y Mariola Membrives (con el flamenco de vanguardia de ‘La Babilonia’) y el folk ‘roots’ de River Omelet (sábado). Todo ello, acompañado de una feria de discos y libros, coloquios, sesiones de cine y exposiciones.

El Altaveu se ha visto, a la salida de la pandemia, adaptando su vocación de servicio a un mercado que, cuenta Víctor Partido, se ha puesto por las nubes. “La oferta privada ha crecido y los operadores públicos nos encontramos con que las condiciones económicas, de contratación y producción, han aumentado un 35%”, explica el director artístico de la muestra. “No podemos dedicarnos a replicar a Canet Rock o a Porta Ferrada, y a depender de patrocinadores que a lo mejor un día quieren cambiar la tendencia de consumo”. Su apuesta se concreta este año en un cartel “abierto a muchos estilos para dar cabida a diferentes perfiles de público, con rumba, hip-hop, canción de autor, música africana, flamenco, soul… Lo fundamental es acercar a la gente a la cultura desde distintos puntos de vista”.