El curador cumple una función esencial en las exposiciones de arte. Detrás de él va implícita una logística de la mejor calidad posible, es decir es el encargado de buscar un tema que sea interesante y que atraiga al público con la intención de dar a conocer las obras. De manera conjunta con el museógrafo y el artista o los artistas, buscan opciones sobre el espacio expositivo, la iluminación, embalaje y transportación de las obras artísticas, así como detalles de decoración y ambientación.
Cabe aclarar que no cualquier persona, sea artista o que se diga conocedor de arte, puede cumplir con esta labor tan importante. Para ejecutar dicha labor es necesario tener una preparación rigurosa para que llegue a buen puerto. Es recomendable que sea un experto no solo en el arte, sino que también tiene que tener un conocimiento amplio en historia, es decir tiene que cumplir con las funciones de un historiador del arte en toda la extensión de la palabra, debido a que deben conocen el contexto histórico de la obra, del artista, de su coyuntura política e histórica del momento en que fue elaborada y de la historia del arte en general, así como el proceso creativo de la obra, para de este modo ofrecer una exposición de calidad. Pese a ello, existen aficionados al arte, periodistas o artistas que desean cumplir la función de curador sin tener una preparación necesaria.
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El curador es o debería ser lejano al protagonismo mediático, porque sabe que quien debe de atraer los reflectores es el artista y su obra. Él es encargado de traer exposiciones a museos o espacios expositivos, ordenar las salas de exhibiciones de forma coyuntural para que éstas tengan una narrativa acorde a toda la obra que se expondrá y sea fácil de comprender. Es el comisionado de contactar con los artistas o con los encargados de colecciones artísticas ya finados, para poder trasladar las obras de dichos autores de forma cuidada y responsable.
Asimismo, una buena exposición tiene que cumplir con ciertos parámetros. Tiene que ser realizada de forma creativa, pedagógica y lúdica, con textos curatoriales, fichas técnicas bien redactadas e investigadas, con textos sencillos y muy bien explicados, con la finalidad de acercar el arte a los espectadores, de tal forma que la experiencia sea grata y no desalentadora. Fomentar en el público la curiosidad y la imaginación para que tenga deseos de regresar a ver alguna otra exposición ya sea en el mismo lugar o en cualquier otro sitio. Que las muestras no sólo sean para personas doctas en el tema del arte y la historia, sino que tengan la finalidad de llegar a todo público, esto incluye a niños y adolescentes. De este modo podemos tener más educación visual en nuestra sociedad, la cual sirve para educar a discernir mejor el tipo de imágenes que vemos y poder formar un criterio propio con conocimiento y educación en cada una de las personas de lo que se ve y escucha.
El curador también cumple una función muy importante entre el artista y el comprador. Es un intermediario preparado tanto en historia del arte como en su capacidad de comunicación por medio de los idiomas que domine para poder ser un puente entre el artista y algún comprador en el país o en el extranjero. Otra de las funciones o roles del curador es comprender el contexto histórico del artista, la situación vivencial por la que atraviesa o atravesó, para poder saber cuáles son sus limitantes e intereses y comprender en su totalidad la obra para darla a conocer.
En resumen, el papel del curador es bastante globalizado y poderoso, desde el punto de vista de Paul Michel Foucault, filósofo e historiador francés, sirve para provocar en el espectador ciertas emociones a través de la experiencia estética, por medio de la exposición, por lo que su función conlleva una gran responsabilidad tanto para el museo, el artista, la obra, el comprador y el público en general. En mi opinión personal es de suma importancia crear múltiples exposiciones a lo largo de todo el año en distintas localidades, no solamente en centros expositivos designados como galerías, bibliotecas, museos o pinacotecas de cada uno de los estados, sino buscar más recintos para que el arte esté al alcance también de estados con poca afluencia de exhibiciones artísticas o en las zonas más marginadas del país, porque una sociedad con más arte y conocimiento es una sociedad más rica en cultura y paz.
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