‘Avión Fantasma’, pesadilla de la guerrilla | El Nuevo Siglo
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Domingo, 26 de Mayo de 2019
Eduardo Carrillo
General en retiro Héctor Fabio Velasco dice que fue bautizado así por los subversivos porque solo escuchaban su zumbido

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Lo que en principio se bautizó como ‘Ángel de la Noche’, terminó llamándose el ‘Avión Fantasma’ porque no lo veían y solo oían un zumbido, cuando descargaba en su contra las ametralladoras punto 50, bombas y cohetes antes que llegaran los refuerzos del Ejército, la Policía y la misma Fuerza Aérea.

De acuerdo con el excomandante de la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, general de la Reserva Activa, Héctor Fabio Velasco, en diálogo con EL NUEVO SIGLO,  esas aeronaves hicieron la diferencia en el conflicto armado y salvaron la vida de miles de colombianos, soldados, infantes de Marina y policías.

La aeronave, un Turbo AC-47, llegó en 1993 gracias a que Estados Unidos se la regaló a la Policía, y fue transformado en lo que se conoció como ‘Fantasma’, el mismo que se convirtió en una pesadilla para la guerrilla.

“Es necesario recordar que Estados Unidos en la guerra de Vietnam empezó a usar aviones C-130, también conocidos como Hércules, con unos cañones de 20 milímetros, mucho más potentes. Y, en la guerra de El Salvador, como ellos no tenían el dinero para usar los Hércules, adquirieron los AC-47 que también emplearon los norteamericanos en Vietnam con alto rendimiento”, recordó el general (r) Velasco.

Añadió que “pero, con el conflicto nuestro trajimos esos aviones AC-47. Este avión contaba con dos ametralladoras, una en la puerta y otra más adelante, en una ventana;  contaba con una mira mecánica que era operada por el piloto. Sin embargo, esa mira no era lo máximo en precisión. Sin embargo, nuestros oficiales rápidamente se convirtieron en unos verdaderos ases en su operación y ejecución en las ametralladoras. Con estas aeronaves nuestros pilotos mantenían a raya a la guerrilla, mientras llegábamos nosotros al otro día”.

“Las Farc tenían la costumbre de atacar a las cinco de la tarde, porque sabían que la Fuerza Aérea no podía llegar al sitio blanco del ataque con helicópteros ni con aviones de combate. Las únicas aeronaves que podíamos enviar eran los Fantasma”, relató el oficial de la reserva. 

Hasta el 1 de noviembre de 1998, los AC-47 eran los aviones que inicialmente salían para mantener a raya a la guerrilla en los pueblos para que no entraran y destrozaran a la Policía. “Los subversivos permanecían hasta las cinco de la mañana, cuando salían corriendo por que llegaban los aviones de combate y las tropas de apoyo. Esta situación cambió mucho a partir de la toma a sangre y fuego de Mitú por parte de unos 1.500 guerrilleros de las Farc contra 120 hombres de la Policía. En esa fecha fue necesario tomar decisiones y las tomé. Con riesgos calculados hicimos los primeros bombardeos nocturnos reales en defensa de la capital del Vaupés. Por sus resultados los aviones AC-47 siguieron siendo nuestra mano derecha en ese tipo de operaciones”, dijo Velasco.

A pesar del paso de los años, estos aviones continúan vigentes, “porque la guerra aquí en Colombia no ha acabado. Este conflicto lo sostiene y lo ha sostenido el narcotráfico. Antes eran las Farc, aunque algunas disidencias siguen delinquiendo. Es decir, de golpe los guerrilleros viejos, pero los jóvenes siguen en actividad y siguen extorsionando. Puedo decir que hoy, con base en el narcotráfico, el Eln compró mucho armamento y adquirió una ruta para sacar alcaloides del país”, apuntó.

Al traste

Según el general en retiro Héctor Fabio Velasco, las Farc pretendían dar el paso de guerra de guerrillas a guerra de posiciones ocupando sitios de enclave y de allí no moverse. “Nosotros escuchábamos grabaciones de alias ‘El Mono Jojoy’ y de otros cabecillas en las que así lo decían. El último intento que hicieron para cambiar la guerra de guerrillas a guerra de posiciones fue la toma simultánea de los municipios de Puerto Rico y Puerto Lleras, en el Meta. En estas operaciones jugaron un papel importante los aviones Fantasma. Nosotros operábamos con un avión y cuando tenía que abastecerse de combustible era reemplazado por otro para evitar que los terroristas acabaran con las estaciones de Policía”.

Agregó que “durante esta incursión dos de nuestros aviones AC-47 tuvieron que regresar a la base de Madrid por cuanto afrontaban daños. Pero, los pilotos vieron mi desesperación por lo que estaba ocurriendo y sin pensarlo dos veces, arriesgando sus propias vidas, decidieron volver a respaldar a los policías y a las tropas del Ejército. También eran blanco de ataques otros municipios en el Caquetá, en Arauca, en el Putumayo y en Antioquia. En total fueron 22 los ataques. En 48 horas de operaciones fueron abatidos más de 202 guerrilleros por los aviones Fantasma, helicópteros artillados y por las tropas del Ejército y los efectivos de la Policía”.

También recordó el excomandante de la FAC que “cuando nosotros llegábamos con los aviones Fantasma a la entrega de armas, es decir, a lanzar bombas, cohetes y ametrallar, las tropas y los policías se emocionaban mucho”.

¿Cómo fue el cambio de nombre? “Los policías y soldados llamaban a los AC-47, Ángeles de la Noche, porque los auxiliaban en los momentos difíciles, cuando eran blanco de ataques de la subversión. Pero, fueron los mismos guerrilleros de las Farc, los que le pusieron el nombre de Fantasma, porque cuando los atacaba no lo veían. Como el avión vuela muy alto y es silencioso, los sorprendía, le tenían pavor porque tronaba en medio de la noche con sus ataques certeros. A veces el presidente Uribe me llamaba y me decía mi querido general usted sabe que están atacando un pueblito en el Cauca y yo le respondía si señor Presidente y ya están en camino los aviones Fantasma”.

Las aeronaves permanecen en bases estratégicas de Barranquilla, Cali, Tres Esquinas, en Puerto Salgar y en Apiay, y ahora son aeronaves modernizadas, de gran estructura y cuentan con turbinas relativamente nuevas. “Por supuesto que hay una gran diferencia con los primeros que eran de la segunda guerra mundial”.