Los periodistas tienen una manía cuando hacen entrevistas, una manera de presentar al personaje: publicar ciudad y año de nacimiento. Son dos datos objetivos, poco inquisitoriales, no es preguntar por el estado civil, hijos o religión, unas informaciones más íntimas. Saber edad y origen son dos coordenadas para situar a la persona: saber de dónde es y de qué generación. No es chismorreo, es comprender mejor al entrevistado. Pero algunos se molestan preguntados por su edad como si preguntaran por un hijo muerto. Es el caso de algunos actores, de grandes divos o divas y folclóricas. La última en caer en este ataque de divismo es Cayetana Guillén Cuervo. La actriz madrileña ha sido interrogada por El Mundo, un diario que acostumbra a poner entre paréntesis la edad de los personajes. Cayetana Guillén Cuervo se enfada y justifica por qué no tiene que revelar su edad.

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Cayetana Guillén Cuervo GTRES

Cayetana: "Ni se te ocurra poner mi edad. Es una cuestión de activismo. Me jode profundamente porque es como "esta mujer tiene esta edad y ya puede hacer estas cosas sí y estás no". Déjame en paz, déjame hablar, déjame moverme. Me niego a que me etiqueten por una fecha". Queda claro que el problema no es publicar su edad, un dato disponible en cualquier buscador de Internet. Es que le desagrada que se la pregunten. Tiene 54 años. En primavera hará 55. Algunas personas creen que tienen la edad que aparentan y por eso se lanzan a operarse de cirugía estética, teñirse o vestir y maquillarse de una manera más juvenil. Les pasa a hombres y mujeres. A los hombres, caso de Santi Millán, por citar un ejemplo, parece menos evidente, pero pasa. El actor catalán tiene 55 años y se viste , peina y actúa como si tuviera 25. Son manías. Las personas mayores operadas no parecen jóvenes. Parecen personas mayores operadas.

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Cayetana Guillén cuervo operada GTRES

Cayetana Guillén cuervo operada con su marido, GTRES

Cayetana se hizo famosa durante la época Aznar cuando la TVE del PP la fichó para presentar cine y todavía está. 25 años presentando Versión española, una fortuna para las arcas públicas. Este chollo le valió una leyenda negra: que era amante de José María Aznar, presidente del gobierno. Ana Botella, preguntada por el asunto, soltó una frase que ha pasado a la Historia de la prensa rosa: "¡Qué más quisiera él!" Ahora la persigue otra leyenda más realista: se pincha bótox para parecer más joven. "Cayetana Guillén Cuervo y su marido han sido algunos de los rostros conocidos" en un concierto en Madrid. Eso de "rostro conocido" es una frase hecha porque este rostro parece el de otra persona, operadísima, hinchada, muy tocada por el bótox. Cincuenta y cuatro, la pregunta importante no es la edad sino cómo lleva cada uno la edad que tiene.