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Cómo recuperar elasticidad y flexibilidad: volver a ser de goma es posible

El sedentarismo y la edad son los culpables de que te sientas tiesa y oxidada. Recuperar la elasticidad y la flexibilidad corporales requiere entrenar y cambiar algunos hábitos.

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Entrénate para volver a ser flexible y elástica.
Entrénate para volver a ser flexible y elástica.SHUTTERSTOCK

Cuando eras un bebé podías llevarte el pie a la boca con total facilidad. De niña eras prácticamente de goma. Y ahora te cuesta agacharte a recoger algo del suelo sin que te rechinen las bisagras. La flexibilidad y la elasticidad son regresivas, es decir, con el paso del tiempo vamos perdiendo esta cualidad si no la trabajamos.

Pero no es una pérdida definitiva, al igual que se pueden tonificar los músculos, la elasticidad también se entrena. Y es importante dedicarle tiempo, pues es vital para estar saludable, contar con amplitud de movimientos, evitar lesiones, dolores y molestias. Mejora tu agilidad y tu rendimiento, no solo cuando haces deporte, sino que ser flexible repercute en las tareas rutinarias del día a día.

Si te sientes rígida y -para que nos entendamos- algo oxidada, debes plantearte seriamente cambiar ciertos hábitos e incorporar estiramientos en tu vida para recuperar la elasticidad. La fluidez corporal es un objetivo tan importante como perder grasa y ganar fuerza.

Cómo se recuperan elasticidad y flexibilidad

La edad es un factor determinante, pero uno de los grandes culpables de la pérdida de elasticidad es el sedentarismo. Por mucho que te pases una hora en el gimnasio o salgas a correr, si el resto de tu día apenas te mueves, tus músculos se van contrayendo.

En caso de que tu jornada laboral transcurra sentada, procura levantarte de vez en cuando y realizar movimientos para soltar la musculatura y las articulaciones. No es necesario que te marques una sesión de contorsionismo, con estirar ligeramente brazos, piernas y espalda es suficiente. También será de gran ayuda destensar un poco el cuerpo cuando te despiertes por las mañanas.

Aunque parezca sorprendente, seguir una alimentación equilibrada y beber abundante agua también influye. A la hora de los entrenamientos, es absolutamente imprescindible que calientes bien el cuerpo antes y dediques un tiempo riguroso a estirar después. Así evitarás lesiones, rendirás más, optimizarás los resultados y mejorarás tu flexibilidad.

Qué disciplinas mejoran la elasticidad y la flexibilidad

Por otro lado, disciplinas como el pilates y el yoga resultan especialmente beneficiosas para desarrollar esta condición.

¡También el baile! Va genial para sacudir y soltar el cuerpo. Y no lo olvides, intenta caminar lo suficiente. La Organización Mundial de la Salud recomienda 10.000 pasos diarios para una salud de hierro.

Finalmente, has de incorporar semanalmente un entrenamiento orientado específicamente a la flexibilidad. Con una media hora de diferentes ejercicios será suficiente. Encontrarás en internet y redes sociales múltiples rutinas para tal fin.

Mantén las posturas unos 30 segundos y no fuerces el cuerpo. El objetivo es notar cómo se estira el músculo, no hacernos daño. Si no te tocas los dedos de los pies no pasa nada, lo importante es ir mejorando con paciencia y dedicación.

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