El selenio, ese gran desconocido es, sin embargo, una pieza importante para el bienestar del organismo. Se trata de un mineral con altas propiedades antioxidantes, como la vitamina C o el zinc, muy eficiente a la hora de combatir el envejecimiento y el daño celular. Un antiedad muy popular.
Su acción afecta también de forma directa al correcto funcionamiento de la glándula tiroidea, la fertilidad, al refuerzo del sistema inmunitario, la reducción del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y a la generación de ADN. Incluso se está investigando el impacto positivo que podría tener a la hora de prevenir el cáncer, especialmente el de colon, recto, próstata, pulmón o estómago.
Qué alimentos son ricos en selenio
Los principales alimentos ricos en selenio son el pescado y la carne roja o de ave, las hortalizas, el marisco, los huevos, el atún, los ajos, los champiñones, el grano o los cereales y otros de sus derivados.
Aunque las que acumulan una mayor concentración de este mineral son las nueces de Brasil (entre 68 y 91 microgramos por unidad). Tanto es así que su consumo debe ser minuciosamente controlado, pues el exceso sería perjudicial para la salud.
La cantidad de selenio que se consuma a diario debería ser, según la recomendación de los expertos, de unos 30 microgramos para niños de entre 4 y 8 años, de 40 microgramos para los de 9 a 13 años, 55 microgramos en el caso de los jóvenes de 14 a 18 años y de 55 microgramos para adultos con una edad a partir de los 19 años.
Síntomas de la falta de selenio
Una de las principales pistas de que a tu cuerpo le puede faltar selenio son las alteraciones en la glándula tiroides, ya que requiere de este mineral para poder producir hormonas y cumplir correctamente con sus procesos metabólicos. También puede afectar a la salud del sistema inmunitario, responsable de combatir bacterias, virus e infecciones. Sufrir resfriados de forma demasiado frecuente quizás sea un indicador de su falta.
La piel, las uñas y el cabello representan tres frentes que pueden verse 'tocados' por los bajos niveles de selenio. Un mal estado de la piel, la fragilidad de las uñas o la pérdida de pelo pueden ser síntomas de la falta de este nutriente.
Por último, hay estudios que vinculan este mineral con el funcionamiento cerebral y el estado de ánimo de las personas. La mala memoria o un bajo estado anímico puede mejorar con más selenio.
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