La cosmética española, un éxito: supera en exportaciones al vino o al aceite de oliva

El año 2021 ha sido el de la recuperación económica si hablamos del sector de la belleza en España. Así lo ha reflejado el estudio anual que presenta Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, y que recibe el nombre de 'Radiografía del sector de la perfumería y la cosmética en España', un análisis de la situación de la industria que aborda las principales magnitudes en materia de consumo, exportaciones, empleo, innovación y sostenibilidad, entre otras.

En la presentación de los datos, Val Díez, Directora General de Stanpa, ha destacado que 2021 ha sido un año de recuperación. Con un aumento del 7,38%, el consumo de perfumes y cosméticos en España supera la barrera de los 8.200 millones de euros, situándose apenas tres puntos por debajo de las cifras de 2019.

El año 2021 ha estado marcado por la capacidad del sector de la belleza para sobreponerse a un contexto social y económico muy difícil, debido al Covid, y en el que la mejora en el bienestar del consumidor ha quedado patente dada la correlación entre la evolución de la pandemia y los índices de consumo de los productos de perfumería y cosmética.

En lo que se refiere a consumo per cápita, el documento refleja cómo la confianza regresa poco a poco. Si en 2019 cada español gastó 177 euros en el sector y en 2020 la cifra cayó a 154 euros, ahora se sitúa en 166, colocando a España como el quinto mercado europeo de productos de belleza.

Por qué triunfa la cosmética española

La industria cosmética nacional supera en exportaciones a sectores tan emblemáticos como el vino, el calzado o el aceite de oliva, y se sitúa en el top 10 mundial de exportadores de perfumes y productos de belleza. En concreto, es el segundo exportador mundial de fragancias, solo por detrás de Francia y por delante de Alemania y Estados Unidos y registra una balanza comercial positiva desde 2006, con un saldo de 1.737 millones de euros.

Calidad y rigor, diseño y competitividad en precio. Estas son las claves que convierten a la cosmética española en una potencia mundial, según ha explicado Val Díez, que también ha querido destacar el músculo de una industria que supone cerca de 300.000 empleos, entre directos e indirectos, dentro de un ecosistema en el que conviven pymes (el 84% del total) con grandes empresas internacionales, muchas de ellas de origen español.

"El comportamiento del sector es muy similar al de la economía general, y la explicación es que los nuestros son productos esenciales para la vida cotidiana", ha destacado Díez. "En ese sentido, vemos una recuperación clara con un crecimiento superior al 7% en 2021 y un comienzo de año 2022 espectacular, con crecimientos del 11% en el primer trimestre. Esto demuestra que las ganas que tenemos de volver a relacionarnos están abriendo las expectativas del sector, superando todos los pronósticos en categorías como solares, cuidado de la piel y, muy especialmente, el perfume".