LOC
Vidas
15 años de su muerte

Todas las vidas de José Luis de Vilallonga, el marqués al que ser aristócrata le parecía una horterada

Actualizado
José Luis de Vilallonga, en una imagen de diciembre de 2000.
José Luis de Vilallonga, en una imagen de diciembre de 2000.GTRES

Desde la perspectiva que da el paso del tiempo se demuestra que José Luis de Vilallonga ha sido el único indeleble gentilhombre español del siglo XX cuya fama de dandi y playboy le catapultaron a ese Gold Gotha sobre el que escribió con premeditación y alevosía. Nacido noble con Grandeza de España -marqués de Castellbell- enseguida supo a qué se iba a dedicar. Desde luego no a vivir del cuento porque ser aristócrata le parecía una horterada. Sus padres fueron Salvador de Vilallonga y Cárcer, VIII marqués de Castellbell, VIII marqués de Castellmeyá, II barón de Segur y VII barón de Maldá y Maldanell y María del Carmen Cabeza de Vaca y Carvajal, hija del IX marqués de Portago (ministro de Instrucción y alcalde Madrid).

Sus primeros dos años de vida los pasó en un hospital de Alemania debido a problemas intestinales y a su regreso a España vivió en el palacio de su abuela, que era sorda. Su padre quiso que fuera militar o diplomático, pero cuando José Luis le dijo que quería ser periodista le echó de casa con la siguiente premisa: "El día que te mueras de hambre, en esta casa siempre tendrás un plato en la mesa". Se fue de casa porque había una gran pobreza intelectual, que no pecuniaria.

Su primer matrimonio

Atrás quedaban las ejecuciones en las que participó con 16 años durante la Guerra Civil, donde conoció en la toma de Teruel a una enfermera inglesa llamada Priscilla Scott Ellis que resultó ser la hija de VIII barón Howard de Walden, uno de los mayores terratenientes de Inglaterra. Era una familia estrafalaria, ya que el señor del castillo desayunaba cada día vestido con la armadura. En sus memorias recuerda que su primera esposa "era capaz de montar a caballo durante horas sin salir nunca de las tierras de su padre".

No llegó virgen al matrimonio ya que antes de alcanzar la mayoría de edad fue violado por una chica más mayor que él en una carroza del Virrey Amat que al estar suspendida, con tanto traqueteo, el chiquillo vomitó encima de su conquista. Tras casarse en 1945, la noche de bodas la pasó en un burdel y durante la luna de miel en Estoril el escritor le fue infiel con Magda Gabor, hermana Zsa Zsa, pero el romance se finiquitó porque estaba esperando un hijo.

Nació John, a quien describió como "un niño antipático" quien con solo seis añitos le espetó a su padre: "Por favor, no me beses". Cuestión de flema británica. Ya de mayor, su primogénito le describió como "alcohólico, ególatra y frío". Poco después nació su hija Carmen.

Amor platónico de Jeanne Moreau

Diecisiete años después llegó el divorcio. Por aquel entonces, Vilallonga ya era un personaje conocido en la jet set internacional. Se enamoró platónicamente de Jeanne Moreau en Los amantes (1958), su primera película, que le sirvió de pasaporte para viajar hasta Hollywood porque su amiga Audrey Hepburn le llamó para participar en Desayuno con diamantes (1961). "Los dos años que pasé allí fueron aburridísimos", comentaba repetidamente el aristócrata. Hizo más de 70 películas, entre ellas, Cleo de 5 a 7 de Agnès Varda, Giulietta de los espíritus (1965) de su gran amigo Federico Fellini y Patrimonio nacional (1980) de Berlanga.

Muchos le tildaron de bon vivant y de playboy (definición que detestaba), pero todo aquello le resbalaba porque le respaldaban grandes obras literarias como Les Ramblas finissent à la mer (1953), Gold Gotha (1972) -su libro más exitoso con más de dos millones de copias- y, como no, la primera biografía autorizada del Emérito, El rey (1995), traducida a 17 idiomas. Antes de alcanzar el éxito literario trabajó como negro para otros autores.

En ese deambular entre París, Montecarlo, Madrid, Londres o Los Ángeles se codeó con lo que Violette Morin denominó los olympiens. Sin pelos en la lengua, de Eduardo VIII duque de Windsor aseguró que era "un imbécil y un animal" (echaba Perrier al Château Lafitte en casa de Guy de Rothschild), Wallis Simpson "era una furcia de altos vuelos", Farah Diba "era una dama", Audrey Hepburn "era demasiado delgada, amable y simpática", Indira Gandhi fue "el machista más grande que había visto en mi vida", Pompidou era "de una cultura enorme, un loco por la pintura y la literatura"... Se codeó con los príncipes de Mónaco, la ex emperatriz Soraya, Jorge de Grecia, Porfirio Rubirosa, Brigitte Bardot, Sofía Loren, Santiago Carrillo, Aristóteles Onassis, Indira Gandhi, Charles Chaplin, entre muchísimos otros.

Syliane, La mujer de su vida

Su corazón tuvo varias dueñas más. Estuvo casado tres semanas con Úrsula Dietrich y en 1974, a los dos días de conocerse, pronunció el "sí, quiero" con Syliane Stella Morell (ella tenía 27 años y él, 52). A causa de este acontecimiento, una de las ex amantes de José Luis, la actriz francesa Michèlle Girardon, se suicidó a los 37 años porque fue consciente que nunca le tendría como pareja. Un año y medio antes Syliane se había divorciado de Michel Pastor, una de las fortunas más vastas del Principado de Mónaco con quien tuvo a su hijo Fabrizio, que posteriormente adoptaría Vilallonga. Con el escritor tuvo un aborto. No lo volvieron a intentar más. Instalados en París, el matrimonio Vilallonga se convirtió en la pareja de moda.

Tras 38 años en el exilio, en 1977 se instaló en Madrid, donde empezaría su producción literaria en castellano, así como su colaboración en diferentes periódicos. Jamás hizo uso de su título nobiliario porque lo consideraba una horterada y afirmaba que todo lo que había conseguido fue producto de su trabajo.

Pero en 1995 todo se esfumó. Syliane se había enamorado del pintor Jorge Bascones, fallecido hace cinco años tras caerse de una escalera en su residencia de Mallorca. En 1999 volvió a casarse por cuarta vez con Begoña Aranguren (ella tenía 50 años y él, 82), de quien se separaría dos años y medio después de malas maneras. La autora se refirió a su ex como "misógino, narcisista, seductor y rácano" y él la describió: "Como vasca, fue la más extranjera de mis ex mujeres". Los últimos meses de su vida los pasó junto a Syliane y Jorge Bascones. Ella, a quien se refirió como "la única mujer de mi vida", le cuidó con esmero hasta su fallecimiento en su casa de Andratx a los 87 años en 2007.

Conforme a los criterios deThe Trust Project

Saber más