La cantante María del Monte sigue adelante con la vida después del duro golpe vivido tras la muerte de tres miembros de su familia (dos de sus hermanos y su madre) en un intervalo de menos de un año y medio. Una pésima racha emocional que se cerraba el verano pasado con la dura marcha de la persona más importante para la artista, su madre. Consciente del dolor por la pérdida, María acudió al funeral de su buen amigoPascual González, fundador del célebre grupo musical Cantores de Híspalis, tristemente fallecido el 6 de febrero.
Como es habitual en ella, la intérprete de Salta la rana se acercaba a los compañeros de prensa para atender a sus preguntas al término de la misa y no dudo en hablar maravillas del artista, pero, sobre todo, del amigo: "Estamos todos tristes y con la buena suerte, si se puede decir de alguna manera, que nos ha dejado un legado importantísimo y que vamos a seguir disfrutando de su manera de enseñarnos las cosas".
No solo eso, la andaluza reseñó uno de los valores fundamentales del fallecido: "Era un hombre que se adelantó a todo", añadiendo la dura pérdida que ha supuesto su marcha para el mundo del arte de su tierra: "Los que nos dedicamos a la sevillana y la música andaluza estamos tristes, porque era uno de los padres de este género, un hombre que fue precursor de un estilo". Aunque no se ha profundizado acerca de las causas de su muerte, María no tuvo inconveniente en hablar sobre su enfermedad: "Había estado malo en varias ocasiones, pero después había salido todo bien y confiábamos en que esta vez fuese de todo un susto más. Pero no ha sido así".
"Que volvamos a sonreír"
Más allá del melancólico momento de perder a un gran amigo, María habló sobre su propio momento personal y entró de lleno en los pormenores de su despegue en medio de su particular duelo. En cuanto a cómo se encuentra ella en estos momentos afirmó: "Voy tirando, que no es poco... Intentando seguir, que tampoco es fácil, pero nadie dijo que lo fuera, e imposible tampoco". Un largo camino que afronta el optimismo que la caracteriza: "Para mí es muy importante que volvamos a sonreír y a disfrutar de la sonrisa de todos".
No solo eso, por primera vez, María no quiso mirar para otro lado al ser preguntada por la guerra mediática y familiar en la que se encuentra inmersa su ex amiga, Isabel Pantoja. En esta ocasión y como puntualizaba ella misma no quiso salir por la tangente: "Lo siento, pero ya no voy a responder nunca más a preguntas que no tienen nada que ver ni con mi trabajo ni conmigo porque no me apetece. Estoy en otra época de mi vida. Por primera vez no voy a salir por los cerros de Úbeda, porque creo que no tengo por qué".
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