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Cixí, la concubina (ambiciosa y cruel) del emperador que creó la China moderna

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Retrato oficial de la emperatriz Cixí, tomada alrededor de 1890.
Retrato oficial de la emperatriz Cixí, tomada alrededor de 1890.MUNDO

La reciente polémica de los globos espías chinos que sobrevuelan cielo norteamericano trae a colación cuál es el origen de la China moderna que le permitió convertirse en una superpotencia. Este honor corresponde a una mujer llamada Cixí, perteneciente a una de las familias manchúes más insignes y ancestrales y que en 1852, cuando tenía 16 años, el emperador Xianfeng la eligió como una más entre sus múltiples concubinas. Su esposa oficial era la emperatriz consorte Ci'an.

Para entonces ya sabía escribir algo de chino, jugar al ajedrez, bordar, dibujar y poseía una inteligencia intuitiva fuera de lo común. Cada noche, el emperador escribía sobre unas tablillas el nombre de las concubinas con las que quería satisfacer su voraz apetito sexual, pero Cixí no estaba entre sus preferidas. Seguía teniendo el rango más bajo en los dominios del complejo palaciego de la Ciudad Prohibida de 720.000 metros cuadrados. Pero con el tiempo todo cambió.

En cuanto Cixí dio a luz en 1856 a Tonghzi, primer hijo varón del emperador y, por ende, su sucesor, subió a la cúspide del escalafón entre las concubinas. Como era una mujer instruida, se le permitió escuchar reuniones tras un biombo en una época en la que existía la segregación entre hombres y mujeres en cuestiones políticas. Cinco años después murió Xianfeng, que previamente había designado un consejo regente de ocho personas que guiarían el designio del país hasta que Tongzhi alcanzara la mayoría de edad. Pero Cixí y Ci'an se aliaron para desbancar e incluso matar a algunos de los miembros de la regencia con tal de ejercer el poder.

En 1873, Tongzi alcanzó la mayoría de edad, pero dos años después falleció. Hay diferentes versiones entorno a su muerte, ya que la oficialmente se produjo por la viruela, pero los rumores apuntaban a un envenenamiento por parte de su madre o por el contagio de sífilis en los burdeles de Pekín. Para evitar un trono vacío, Cixí adoptó a su sobrino de tres años Guangxu -hijo de su hermana y del emperador-, por lo que la emperatriz consorte y Cixí retomaron el mando. En 1881 llegó a ostentar el poder, ya que Ci'an feneció.

Golpe de estado a su sobrino

Cuando Guangxu fue mayor de edad en 1889 asumió el poder e inició la Reforma de los 100 días, pero fracasó. Ante la sorpresa de cientos de millones de ciudadanos, Cixí protagonizó un golpe de estado, mandó encerrar a Guangxu y poco antes de morir en 1908 dejó dicho que le envenenaran para que no volviera a gobernar.

Son infinidad las voces que aseguran que Cixí fue una mujer ambiciosa y cruel, pero según el libro de Jung Chang, Cixí, la emperatriz. La concubina que creó la China moderna, a la emperatriz se le debe que esta superpotencia sea lo que es actualmente. Entre sus grandes logros figuran la transformación del tejido industrial debido a la electricidad y el carbón, mandó la construcción del ferrocarril, saneó las deudas, potenció relaciones comerciales con países occidentales de forma equitativa, permitió que algunos jóvenes estudiaran en el extranjero y eliminó los vendajes de los pies de las niñas que posteriormente sufrían pies de loto.

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