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URGENTE

NOVENA JORNADA DE LIGA | REAL MADRID 2 - GETAFE 0

Señor Higuaín, Señor Lobo

  • Un doblete del argentino da calma temporalmente al proyecto del técnico chileno
  • Los blancos jugaron mucho mejor con un hombre menos por expulsión de Albiol
  • El Getafe, que jugó con uno más durante una hora, incapaz de crear peligro

Vïdeo: elmundo.es | Foto: AP

Actualizado domingo 01/11/2009 00:05 (CET)
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MIGUEL A. HERGUEDAS

MADRID.- Enfurecía el Bernabéu contra la roja a Albiol y el Madrid se asomaba al precipicio. Florentino miraba el móvil y Pellegrini pendía de un hilo. Ahí, con todo en el aire, apareció el 'tarantiniano' Señor Higuaín, limpió la sangre del asiento trasero y se sacó un doblete de efectos sedantes. Por si alguien no se ha enterado todavía, conviene decir que el Señor Higuaín es al Madrid lo que el Señor Lobo a 'Pulp Fiction': simplemente soluciona problemas. Los últimos ante el temeroso Getafe, incapaz de aprovechar su superioridad numérica durante una hora, lento y débil en defensa, tal y como avisó su presidente hace unas semanas (2-0). [Estadísticas] [Álbum] [Debate]

Hace dos años regaló una Liga en Pamplona y el curso pasado anotó 25 goles en tres competiciones, pero Higuaín, 'sospechoso habitual', no convence a todos. Sin ir más lejos a Pellegrini, que hasta ahora sólo le había colocado dos veces titular en el campeonato doméstico. Pero esta vez, el técnico chileno decidió jugarse su futuro con el '20' en el puesto de Raúl. Acertó de pleno porque el Pipita definió con un zurdazo a la escuadra y un contragolpe. Incluso pudo cerrar el hat trick con otra carrera brutal rebotada en la madera.

Un triunfo demasiado cómodo para el Madrid, más que nada porque jugó 63 minutos con 10 futbolistas tras la rigurosísima roja a Albiol. Mateu Lahoz decidió expulsarle cuando agarró a Soldado en la frontal del área. El delantero, de espaldas a la portería, ni había controlado con el pecho y Pepe aparecía a dos metros para intentar ayudar. Esa decisión inconcebible cambió la suerte del partido, aunque no en el sentido esperado.

Sucedió que el Madrid sacó el orgullo y el Getafe, con siete efectivos criados en la Castellana, se deshizo en atenciones. Hasta entonces, los blancos habían dominado el balón sin generar peligro. La bronca al árbitro le sacó de la modorra y decidió olvidarse de sus dramas recientes para apostar por la victoria. La movilidad de Kaká, incluso sin la precisión necesaria, desbrozó los caminos. La torpeza de Benzema, los enfangó. El francés desperdició con un zurdazo centrado la mejor ocasión del primer tiempo tras una aceleración por la izquierda del brasileño.

Gran Lassana en la segunda parte

Kaká esprinta ante Cata Díaz. (Foto: AFP)

Kaká esprinta ante Cata Díaz. (Foto: AFP)

Antes, el Madrid sólo se había acercado con un disparo de Marcelo desde la frontal, errado remate de otra jugada de Kaká por la izquierda. Como es norma, los blancos sólo ofrecían fútbol a retazos, a pesar de los esfuerzos de Lassana y Alonso. Dominio en la medular sin salida por los costados. Ni siquiera con la variante de Marcelo, que adelantó su posición y dejó a Arbeloa en un pueso inconcebible hasta hace poco para su técnico.

Esa fue la segunda variante de Pellegrini cuatro días después del ridículo de Alcorcón. Claro que con la roja debió volver a los orígenes y pasó a Ramos al centro de la defensa. Quizá si hubiera seguido con tres zagueros nada hubiera cambiado, porque al Getafe le faltó de todo: fe, velocidad, pegada... Y Ustari, agilísimo ante un remate de Lassana, ni se enteró de lo que venía por alto.

Todo pésimas noticias para Michel, al que le habían reprochado desde los despachos la inocencia de su propuesta, con la que ha cosechado cuatro derrotas consecutivas a domicilio. Sólo se pudo rescatar la laboriosidad de Boateng y los intentos de Pedro León, negado esta vez en el balón parado. Todo lo demás fue un colosal ejercicio de dudas, falta de ambición y remates centrados de Soldado.

Ante ese panorama, el Madrid solventó con una sencillísima segunda parte, de las más afables que se recuerdan por Chamartín. Las tres llegadas de Higuaín, fundamentadas en el incontenible despliegue de Lassana, supusieron tres puntos que deben ratificarse en la Champions. A Pellegrini le siguen esperando en San Siro, pero sabe que a falta de Cristiano, a veces también vale con Higuaín. Aunque no le haya fichado Florentino.

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