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Real Madrid - Las Palmas (2-0)

El Madrid se quita las penas contra Las Palmas en el regreso de Vinicius

Actualizado

Brahim y Joselu sellaron un 2-0 que pudo ser mucho más amplio. Volvieron Vinicius y Ceballos, pero se lesionó Alaba.

Joselu celebra su gol.
Joselu celebra su gol.Rodrigo JimenezEFE

El Madrid necesitaba una victoria para superar la pequeña depresión del derbi contra el Atlético, golpe anímico antes de encarar el puerto de primera categoría que serán las visitas a Girona en Liga y Nápoles en Champions. Y en el Bernabéu, con la alegría de los regresos de Vinicius y Ceballos y la preocupación por la lesión de Alaba, la consiguió ante Las Palmas. Marcaron Brahim y Joselu en la mitad de un temporal de ocasiones suficientes para una goleada. No fue así, pero los blancos mantienen la sendan del sorprendente Girona, líder de la Liga.

Ancelotti le otorgó a Brahim la oportunidad que pedía el Bernabéu, contento con los minutos del andaluz durante este inicio de temporada. El italiano había insistido en que se merecía más tiempo de juego y aprovechó la jornada intersemanal y la teórica superioridad de los suyos ante Las Palmas para rotar a Bellingham y darle la alternativa al ex del Milan. No defraudó. Brahim, cuando Chamartín ya olía el bocadillo del descanso, puso un tranquilizador 1-0 en el marcador después de 45 minutos de «uy».

Hasta 18 remates, 8 de ellos a puerta, acumularon los blancos en el primer periodo del encuentro. Uno tras otro, los disparos se estrellaron en las manos de Álvaro Valles, que cuajó una actuación colosal más allá de los números. Rodrygo y Joselu volvieron a compartir delantera y desgracias, porque no fueron capaces de acariciar las redes visitantes en el tramo inicial, para desesperación de la grada. Este Madrid tiene un problema con el gol, pero no por no intentarlo, sino por la calidad con la que define a portería. Se notó más que nunca ante Las Palmas. En el 5, Rodrygo, de volea desde el punto de penalti, remató inexplicablemente al centro. Sólo desde la presión y la ansiedad por no marcar se entiende el error del brasileño, que acumula 31 remates sin ver puerta.

El Madrid aprovechó constantemente la defensa adelantada de Las Palmas, que intentó presionar al medio campo blanco juntando sus líneas, pero liberó demasiado espacio a su espalda. El que mejor lo entendió fue Fede Valverde, el mejor del Madrid en el primer tiempo. En el 18, una combinación entre el uruguayo y Brahim terminó en los pies de Joselu, que empezó ahí su tormento frente a Valles. El delantero erró una y otra vez, tres veces de zurda, ante el guardameta. Y Rodrygo, manteniendo los nervios y el agobio, tampoco estuvo hábil en el par de ocasiones que tuvo. Ni siquiera Nacho desde dentro del área pequeña pudo marcar.

En el minuto 40, con 0-0 en el marcador, el cuerpo técnico lamentó la lesión de Alaba, que se llevó la mano a la pierna derecha. Parecía un tema muscular, algo esperado después de haber jugado los 90 minutos de las seis jornadas anteriores. Sobre el césped, Valverde seguía rompiendo líneas y liderando al Madrid. El uruguayo apretó en la presión en varias salidas de balón de Las Palmas y aprovechó una para ceder a Lucas, que asistió dentro del área a Brahim para que éste, después de amagar un par de veces, batiera a Valles.

Tras el descanso, el Madrid fue menos apisonadora y más controlador. No remató tanto y se limitó a guardar fuerzas para próximos compromisos mientras el Bernabéu se animaba viendo calentar a Vinicius y Ceballos. La vuelta del brasileño y el andaluz otorgará más opciones a Ancelotti y, esperan en Valdebebas, más gol del que han demostrado en este inicio de curso. Cuando su compatriota se preparaba para entrar, Rodrygo se acercó a hablar con el técnico y en la siguiente jugada pidió el balón, encaró a su marcador y puso un centro perfecto con la izquierda para que Joselu, ahí sí, anotara el segundo tanto de la tarde. El español se desquitó a puñetazos de rabia contra el suelo mientras el Bernabéu coreó su gol y su esfuerzo.

La ovación a Vinicius dio por terminado el encuentro, aunque quedaba todavía media hora por delante. El Madrid se conformó con el resultado y firmó fuerzas con Las Palmas, que más allá de un par de acercamientos de Viera, no puso en peligro la portería de Kepa. Ceballos otorgó un ritmo diferente a un mediocampo demasiado pasivo y Rodrygo pudo marcar el gol que le aliviara las penas, pero no lo consiguió.

En el banquillo, Bellingham y Modric ni siquiera calentaron para evitar males mayores, con los problemas físicos de Alaba en la cabeza y la doble visita a Girona y Nápoles en el horizonte. El sábado, duelo por el liderato en Montilivi.