CINE
Entrevista

Javier Fesser: "La gente inteligente utiliza más los prejuicios y menos el corazón"

Actualizado

El director de cine estrena el viernes 18 de agosto 'Campeonex', la secuela de 'Campeones', la historia de superación de unos discapacitados que encandiló a toda España.

El director Javier Fesser, en su productora en Tetuán.
El director Javier Fesser.

Los campeones de Javier Fesser regresan este verano a las pantallas. Tras el pelotazo de la primera película, Campeonex, su secuela, aterriza el próximo viernes 18 en los cines con la intención de reventar la taquilla, aunque contará con la dura competencia de Barbie y Oppenheimer.

El director del largometraje explica los detalles de esta cinta, en la que los protagonistas cuentan con una entrenadora novata y se ven obligados a cambiar el baloncesto por el atletismo.

Afirmaba John Cassavetes que los directores no tienen ningún respeto por nada ni nadie que no sea la película. ¿Es cierto?
No, en absoluto porque Campeonex existe por el respeto hacia la personas que retrata y sin esa admiración tan profunda, el largometraje no sería capaz de conectar como lo hizo la primera.
¿Era necesaria una secuela?
No tengo ni idea. Para mí, lo era. La forma en cómo el público hizo suya la primera película me dio la responsabilidad de ahondar en el tema.
¿Qué aporta esta cinta que no tuviese la anterior?
La secuela produndiza en la idea de aceptar a los demás como son e incluye otra discapacidad, que es la funcional, con lo que abre mucho más el abanico.

Sin duda, el héroe de la secuela es Brianeitor, un joven con una atrofia muscular degenerativa con espina bífida, que en la vida real es también una estrella de las redes sociales y que se convierte en una parte esencial del equipo de atletismo.

¿Cómo es 'Brianeitor'?
Es un crack del mundo gamer, no porque lo digamos los guionistas sino porque lo es. Por eso, viene cargado con toda esa verdad. De hecho, llega mucho más lejos en la realidad de lo que cuenta la película.
En el filme, se da una visión positiva de los videojuegos, que están muy denostados.
Hay que entender lo que significa la combinación discapacidad y videojuego. Es un universo donde desaparecen las etiquetas y también tu apariencia. Yo no tengo ni idea de si estoy jugando con el presidente ruso o con la vecina de abajo. Tienen una gran ventaja cuando posees una discapacidad funcional.
¿Qué diferencia hay entre trabajar con actores profesionales o amateurs?
Me encanta la combinación de ambas cosas. Con los actores amateurs es placentero encontrarme con un material muy virgen, que me permite construir los personajes desde cero sin tener que desaprender ni luchar contra formas de actuar que vienen de serie. Pero, sobre todo, lo que tienen los campeones es esa capacidad de sorprendernos a todos. He hecho 25 tomas de muchos planos y ninguna es igual
¿Se salen mucho del guion?
Sí, precisamente, durante la escritura del texto y los ensayos. Nosotros, como en la matanza del cerdo, utilizamos todo: momentos, expresiones, pruebas de vestuario... Ha habido secuencias donde después de estar rodando tres horas surge una chispa o una mirada irrepetible, que me hace replantearme las tres horas anteriores, desecharlas y dedicar la media hora de rodaje para rehacer la secuencia entera.
¿Por qué no está el actor Javier Gutiérrez en esta segunda parte?
Fue un entrenador que aportó un contraste espectacular a Campeones. Pero ahora la historia avanza y surge otra entrenadora, que es lo contrario a Marco.
Aseguras que la capacidad intelectual está sobrevalorada.
Sí, porque lo pienso. ¿Cuánta gente tan inteligente escuchamos cada día expresarse con argumentos que incluyen mentiras, violencia y egoísmo? Cuando la cabeza te funciona muy bien, utilizas menos el corazón y más tus prejuicios, tu educación y tus a prioris. Sin embargo, la discapacidad intelectual va acompañada casi siempre de una enorme intuición y una gran inteligencia emocional para abordar los conflictos diarios.
¿Esperabas que la primera película se convirtiese en un fenómeno social?
No. Teníamos el objetivo de hacer la mejor película de la que fuéramos capaces. Pero, de repente, sientes y compruebas que la cinta cambia la mirada de manera constructiva de muchos espectadores con respecto al mundo que retratas. Ningún premio puede equipararse a la sensación de que con tu trabajo estás colaborando a que la vida de algunas personas sea un poco mejor y se visibilice de una manera positiva.
¿Tienes en cuenta al público a la hora de rodar?
No. Me tengo en cuenta a mí que soy uno de mis mejores fans, pero también soy el más crítico conmigo mismo con diferencia. Yo hago las películas que a mí me gustaría ver como espectador y tengo la suerte de que esta fórmula coincide con la de mucha gente.
Opinaba Carlos Saura que con el público hay que tener cuidado hasta dónde se baja uno los pantalones porque se juega mucho con los sentimientos facilones de la gente.
Campeones es una película hecha desde la admiración a unos personajes que me parecen muy superiores a mí en muchísimos aspectos de la vida. Entonces, no se me ocurre ninguna barrera para ver dónde me bajo los pantalones o me los dejo de bajar. Cuando escribes un guion, si quieres que tenga una dosis de verdad, es fundamental que a los personajes los entiendas y los quieras, aunque lo que hagan no te guste.
¿Cuál es el momento más complicado en un rodaje?
Para mí, es la preparación porque es el momento cuando todo te parece grande, inabarcable e imposible. Está todo por hacer. Sin embargo, el primer día de rodaje esa angustia desaparece porque te centras en lo que tienes que hacer. Yo reconozco que, aunque tengo muchos años de experiencia rodando, en la preparación del rodaje de Campeonex me planteé si iba a ser capaz de contar esta historia a la altura que se merecía.
¿Algún actor te ha sacado de tus casillas?
Yo pido mucho al equipo, pero también me exijo mucho a mí mismo. A veces, el cansancio es el enemigo número uno de la creatividad. Cuando las cosas se complican, es tal el agotamiento que no te sale la energía para inventarte algo mejor.
¿En alguna ocasión has ofrecido el papel a un amigo, en lugar de al mejor actor para el papel?
No y mis conflictos me ha provocado. Yo, como director, no tengo el poder de hacer lo que me da la gana. Tengo la obligación de buscar lo mejor para la película y me equivocaré mil veces.
¿Se te ha enfadado algún amigo por no darle un personaje?
Enfadado, no. Pero lógicamente he tenido personas muy cercanas disgustadas porque les hubiese gustado colaborar de una manera o de otra y yo he tomado la decisión de que para la película era más adecuado otro colaborador. Eso es algo que tenemos que hacer los directores.
¿Todos llevamos a un cabrón dentro?
Pues también. Todos llevamos dentro a un niño apaleado, a un niño soñador y la misma necesidad de supervivencia que nos hace pisar al otro.
¿Quedamos para hablar pero nunca para escuchar?
Mira, una de las grandes capacidades que encuentro en las personas con discapacidad intelectual es la capacidad de escuchar de verdad. Cuando te dicen "qué tal estás", no es por saludar, sino por qué quieren saber de verdad qué tal estás. Es una forma de empatía y de intuición y de saber ver lo que le está pasando al otro. Si un día lo has pasado mal y piensas que no se te nota, vienen directos porque te lo han notado y te dan un abrazo.
¿Por qué la sociedad se empeña en ser perfecta y en disimular todo lo que sale mal?
Esta sociedad de consumo se basa en la primera impresión y espero que nuestra película ayude en el sentido contrario. La primera impresión no es la que cuenta. La imagen que proyectas no es lo más importante de ti. Hay que buscar dentro y profundizar. Vivimos en una sociedad en la que sólo leemos titulares. 'Campeones' trata de eso: olvídate de los titulares.