- La CHS publica un vídeo de una nutria en el cauce del río en Benejúzar, que atribuye a la calidad del agua
- En Rojales, el caudal presentaba una capa de espuma de origen desconocido
Las fuertes lluvias de la semana pasada, que han hecho circular el agua con abundancia en el Segura durante los últimos días, dieron lugar este viernes a dos situaciones que reflejan actualmente la cara y la cruz de este cauce fluvial.
Por una parte, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) publicó en Twitter una grabación de vídeo donde se observaba una nutria nadando en el río en el término municipal de Benejúzar. «Hoy nos despertamos con un vídeo ilusionante. Una nutria nadando en el río Segura en Benejúzar, en la Vega Baja de Alicante», publicaba la institución en su cuenta. Y añadía que estos mamíferos son un buen indicador de la calidad de las aguas, ya que son mamíferos que necesitan mucho alimento.
Sin embargo, aguas abajo, concretamente en el casco urbano de Rojales, el Segura mostraba su aspecto más negativo al aparecer sobre sus aguas una capa de espuma, producida supuestamente por el vertido de aguas residuales de alguna depuradora.
En los últimos años han sido observadas, en al menos una ocasión, un ejemplar de nutria en el cauce del Segura en Guardamar. También se han hallado restos de peces devorados por este mamífero cerca de la desembocadura del Segura. De hecho, en Guardamar está ubicado el canal de aguas de riegos de Levante que enlaza el Segura con el parque natural del Hondo donde fue fotografiada una nutria recientemente.
Respecto al agua contaminada circulante ayer por el cauce del Segura indicar que en los últimos días las aguas no producían espumas al precipitarse por el presa de Rojales como ocurrió este viernes.
Esta circunstancia podría desvelar que en las últimas horas alguna depuradora situada en el entorno del cauce fluvial y aprovechando su caudal, ha vertido sus aguas residuales para ahorrar en costes de depuración.
Este medio se puso en contacto con la CHS para conocer el origen de las espumas en Rojales, sin obtener contestación hasta el cierre de la presente edición.
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