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Uno de los textiles favoritos de los interioristas son las alfombras. Siempre juegan a su favor en todos los proyectos, y por supuesto en las casas de sus clientes. Aporta calidez, frescura, aísla del ruido y protege los suelos de arañazos y manchas. También sirve para ocultar algunas zonas del suelo que no terminan de convencer a interioristas, o simplemente para ganar confort y evitar usar la incómoda moqueta en toda la casa. Eso sí, aunque las alfombras suelen estar por todas partes, desde el pasillo, el comedor, el baño, o hasta la terraza; hay un lugar especial donde lucen como ningún otro textil: el dormitorio. Sin embargo, ¿cómo se colocan estos textiles en el dormitorio? ¿Hay algún secreto para que queden tan bien como en los proyectos de interiorismo? Hemos hablado con el estudio de interiorismo de Espejo & Goyanes, para que nos den algunas claves.
Adiós moqueta, hola alfombra de grandes dimensiones
Lo ideal para que el dormitorio sea de lo más acogedor es que tenga una moqueta, pero esto no es algo común (o al menos en España) por varios motivos. El primero, requieren una limpieza impecable. Si en las alfombras clásicas se acumula suciedad, imagínate en las moquetas que cubren los suelos de toda la casa. Manchas, ácaros o simplemente polvo y suciedad que se va acumulando con el paso de los días. El segundo, en verano no es factible y puede acumular mucho calor. Por eso, la mejor alternativa en las casas españolas es una alfombra de grandes dimensiones en el dormitorio. Así también lo confirman desde el estudio de Espejo & Goyanes: "la alfombra perfecta en un dormitorio sería una moqueta, si no, alfombra de gran dimensión que de sensación de enmoquetado".
¿Cuáles son las medidas que debe tener una alfombra en el dormitorio?
Es una de las preguntas más repetidas. Para las interioristas de Espejo & Goyanes, lo mejor, siempre que se pueda, es optar por "una alfombra XL". Si tienes suficiente espacio, te quedará de maravilla y añadirá confort al dormitorio. ¿Y añadir dos alfombras pequeñas por los laterales? "Las alfombras pequeñas a los lados no consiguen el efecto deseado y acaban siendo un incordio que no deja de estar por medio".
En cuanto a medidas, si eliges una alfombra grande, debes dejar al menos 30 cm libres por cada lado. Nunca debes añadir una opción de menos de 80 cm de ancho para que no se vea rara. A la hora de situarla en el dormitorio, puedes optar por dos vías: desde el inicio de las mesillas de noche, o después de ellas.
¿Tendencia o para toda la vida?
Esta es otra de las dudas que pueden surgirte a la hora de elegir una alfombra en el dormitorio. ¿Me dejo guiar por las tendencias de decoración? ¿O sigo busca una opción que perdure en el tiempo? "Sin duda, atemporalidad, pero lo más importante es que te guste a ti y vaya con tu casa. Las alfombras neutras no fallan y siempre se pueden complementar poniendo otras más atrevidas por encima".
La lana y el yute: la opción favorita de las interioristas
Dos tejidos que siempre son un acierto, y que además se adaptan bien a prácticamente todo tipo de estilos de decoración en el dormitorio. La lana y el yute son los acabados favoritísimos para alfombras de las interioristas de Espejo & Goyanes. Lo recomiendan en todos sus proyectos por lo bien que queda.
¿Y en dormitorios compartidos?
A veces, sin pensarlo demasiado, cuando tenemos la idea de dormitorio se viene a la cabeza la típica cama de matrimonio grande, pero no siempre es así. ¿Cómo hay que proceder para colocar una alfombra en dormitorios compartidos con zona de trabajo? Si tienes varios hijos y comparten espacio, una forma muy inteligente para ganar calidez es incorporar una alfombra XL en medio (como se ven en la imagen anterior). Aporta confort, y permite claramente dividir dos espacios diferenciados del dormitorio: la zona de estudio y de descanso.
