Al igual que en el caso de Brigitte Bardot, musa eterna de las tendencias, de Meryl Streep - a la que hemos bautizado como la 'cazatendencias' inesperada -, o de Carolina de Mónaco, una de las primeras influencers de estilo, Carmina Ordóñez forma parte de ese selecto grupo de mujeres cuya visión de la moda les llevó a abrazar en su momento las tendencias que ahora vuelven con fuerza, y por eso hablamos de ella como una de las que 'lo llevaron (todo) primero'.
Carmina Ordóñez, además, forma parte de nuestra historia, de unos años en los que vimos casi en directo su manera 'disfrutona' de concebir la vida. Sus viajes a Tánger, sus noches de fiesta en Marbella, su camino del Rocío... Sus apariciones eran tan esperadas como admiradas (y un poco envidiadas también). Su infancia se desarrolló en un ambiente marcadamente andaluz y taurino, ya que solía acompañar a su padre (que se refería a ella como 'Carmuca'), el torero Antonio Ordóñez. Su boda con Francisco Rivera 'Paquirri' fue uno de esos hitos de las revistas del corazón, en la que Carmina Ordóñez sorprendió al mundo con un vestido de seda de tul compuesto por 16 metros de tela, con tocado de su hermana Belén, inspirado en los trajes tradicionales lituanos y, sin duda, ha pasado a formar parte de la lista de los vestidos de novia más famosos que forman parte de la historia de la moda española.
Sus dos primeros hijos, Francisco y Cayetano, les convirtieron en el ejemplo modélico de familia feliz. Pero el matrimonio acabó separándose y Carmina volviéndose a casar, en Miami, con Julián Contreras. Otro gran momento de la moda, cuando las tendencias excesivas de los años 80 (se casarían en 1984), imponían cortes 'peplum', volúmenes, pedrería y joyas XL. Algo que Carmina Ordóñez siempre dominó.
La personalidad siempre fue su mejor arma, tanto para su vida como para su estilo, en el que siempre tuvo sus prendas comodín, sus colores fetiche, sus prendas con un marcado corte exótico de sus viajes a Marruecos. Si cerramos los ojos y pensamos en ella, se nos vienen a la cabeza sus looks con tops y jerseys de cuello alto, sus fulares sobre el hombro, los jerseys anudados, los accesorios dorados, los bordados y los trajes de chaqueta con minifalda que fueron una de sus señas de identidad.
Sus trajes para el camino del Rocío también marcaron un antes y un después, la forma de añadir pañuelos y accesorios la hacía única. Y no sólo en eso, ya que supo llevar los vaqueros como nadie y los bikinis y bañadores de tiro alto parecían hechos para ella y sus veranos eternos. Carmina Ordóñez nos dejó 11 lecciones de estilo, y nosotras no lo sabíamos. Hasta hoy.
Todas las lecciones de estilo que hemos aprendido de Carmina Ordóñez a través de sus mejores looks
Carmina Ordóñez dominaba los looks de novia
· En su boda con Francisco Rivera 'Paquirri' en 1973
Cuando se casó con el torero Francisco Rivera 'Paquirri', Carmina Ordóñez tenía solo 17 años. Su vestido de novia firmado por Herrera y Ollero era de seda, con bordados de pedrería en la parte central y manga larga. Del tocado de inspiración lituana salía su impresionante velo.
· En su boda con Julián Contreras en 1984
Once años más tarde se casaría con su segundo marido, Julian Contreras, en Miami. Para esta segunda boda, el vestido de novia de Carmina Ordoñez - diseñado por Jorge Gonsálvez - cumplía con algunas de las tendencias más notorias de la época como las transparencias y la falda con peplum.
Carmina Ordóñez también era la reina de los looks de invitada
En la boda de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo en 1998
De madrina con vestido largo de Vittorio & Lucchino y mantilla azul, un tono muy poco habitual para un complemento tan clásico y tradicional como este.
En la boda de Cayetano Rivera y Blanca Romero en 2001
Con un diseño de Valentino de chaqueta y vestido de color fucsia y un gran tocado floral a tono sobre una base de hojas verdes.