A veces nos empeñamos en elegir destinos de vacaciones pomposos cuando todo lo que necesitamos está a apenas unos kilómetros. Esa es la conclusión a la que llegamos al descubrir Candeleda, uno de los 50 pueblos más bonitos de España. Esta localidad de origen medieval de apenas 5.000 habitantes situado en el Valle de Tiétar (Ávila) y arropado por la imponente sierra de Gredos. Definido por su gente amable, sus generosos paisajes y sus temperaturas generalmente suaves, aquí encontramos la calma que a veces se nos escapa en las grandes ciudades, un lugar donde puedes viajar sin aglomeraciones. Si a esto le sumas su conveniente ubicación a poco más de dos horas de Madrid, tienes todos los componentes que necesitas para una perfecta escapada de fin de semana.

Qué hacer y qué ver en Candeleda

De entre todos los rincones que merecen ser incluidos en nuestra ruta por Candeleda, hay uno que nunca pasa desapercibido: la Casa de las Flores —no, no tiene nada que ver con la serie de Netflix 'La casa de las flores'. Este esquinazo de piedra, balcones de madera y maceteros repletos de color se ha convertido en el lugar más fotografiado del pueblo. Además, da cobijo al Museo del Juguete de Hojalata, una parada obligatoria tanto si pasamos las vacaciones con niños, como si queremos hacer memoria entre las 2.000 reliquias con las que nos divertíamos los no tan pequeños.

En él, se nos explica algo más de un siglo de evolución de los materiales de estos objetos con los que tanto nos hemos divertido, su técnica, las necesidades del público al que iban dirigidos, qué elementos de la vida cotidiana sirvieron para inspirar los primeros juguetes...

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La Casa de las Flores da a la discreta Plaza Mayor, donde también encontramos el Ayuntamiento de la localidad, y si continuamos por la calle Domingo Labajo en apenas dos minutos llegaremos al verdadero corazón de Candeleda: la Plaza del Castillo. A pesar del nombre, aquí no busques palacios y castillos o grandes fortificaciones, donde una vez se alzó la Fortaleza de los Condes de Miranda hoy encontrarás cuatro esbeltas palmeras presidiendo el lugar.

Las casas entramadas nos acompañan mientras deambulamos por la localidad, siendo la Calle del Moral, la Calle de la Corredera y la Calle del Pozo algunos de sus mejores escaparates. La primera de ellas, la calle del Moral, cuenta con unas preciosas viviendas de los siglos XVI y XVII, y su nombre recuerda que, durante los siglos XVIII y XIX, estuvieron llenas de moreras para dar de comer a los gusanos de seda. Luego, los capullos se vendían a la fábrica de sedas de Talavera de la Reina.

No muy lejos de la Calle del Pozo se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, una joya que data del siglo XV plagada de detalles en su interior: por ejemplo, el retablo mayor data de 1750, pero también se puede admirar un curioso retablo de cerámica aún más antiguo, de 1540.

Si viajamos durante los meses de verano, veremos que darse un chapuzón en las piscinas naturales o “charcos” de Palomas y Carreras que brotan de la Garganta de Santa María es un pasatiempo infalible. Naturaleza, calma, agua fresca… ¿Qué más podemos pedir?

Esta localidad abulense es uno de esos rincones secretos de España perfectos para unas vacaciones en la naturaleza. De hecho, el senderismo también es una de las opciones de entretenimiento más perseguidas en Candeleda así que los amantes de este deporte tienen el reto de completar los 14 kilómetros que permiten ascender hasta el Puerto de Candeleda a más de 2.000 metros de altura y así pasar por otro de los rincones más fotografiados, la Puente del Puerto. Si aún no te has lanzado a hacer largas caminatas, no te pierdas nuestra guía para iniciarte en el senderismo: cómo practicarlo, consejos, recomendaciones y cosas útiles para una ruta segura.

¿Caminar te sabe a poco? Este también es un destino para amantes de las alturas, así que quizás prefieras surcar los cielos que cubren la Sierra de Gredos en parapente.

Sus paisajes de cuento y su tranquilidad lo han convertido en un destino ‘detox’ al que no se resisten ni las reinas de Instagram

...ni las novias que sueñan con una boda de cuento.

Candeleda cuenta con alojamientos para todos los gustos y bolsillos, pero si hay una opción que nos permitirá relajarnos y disfrutar de nuestra escapada al máximo es sin duda la del ‘lujo rural’ que ofrecen hoteles como Nabia, Quinta San Cayetano o La casa de los tomillares.

Además de permitirnos reponer fuerzas, serán el perfecto campamento base para realizar alguna de las excursiones “obligadas” de la zona, como la visita al asentamiento vetón de El Castro en la población de El Raso, uno de los más importantes yacimientos celtas de nuestro país, o la peregrinación figurada hasta el Santuario de Chilla, entre jardines y vistas imperdibles. Sin olvidar su sabroso pimentón –dulce o picante–, el ingrediente más preciado de la zona dado el proceso tradicional de secado con humo con el que se sigue tratando.

Hemos dejado lo más bonito para el final: despedirnos de Candeleda con los atardeceres más espectaculares de Instagram que nos regala su sierra.

Sí, ¡claramente ya tenemos plan y destino para el próximo fin de semana!