Cuando me detectaron cáncer de mama a los 22 años recién cumplidos, mi mayor preocupación y el primer impacto fue ser consciente de que perdería mi cabello y que viviría encerrada en el baño por las nauseas. Quizás sea la reacción más común cuando se pasa o se vive cerca una enfermedad como esta, pero la realidad es que hay un sin fin de efectos secundarios que van mucho más allá de los cambios físicos.
Desde tener problemas para ir al baño, heridas y llagas en la piel y la boca, dolor de articulaciones y en muchos casos como en el mío, una menopausia provocada. Nunca pensé que a los 22 años sería una chica que dejaría de tener la regla de golpe (el nombre técnico es amenorrea), y mucho menos pensé que la quimioterapia podía poner en riesgo mi fertilidad. Esta menopausia fue provocada por una medicación mensual, una hormona artificial que inhibe la producción de la hormona luteinizante, la cual estimula los ovarios para la producción de estrógeno. El por qué de frenar la producción de estrógenos es simple, pues al ser la mayoría de cáncer de mama por cuestiones hormonales, cuanto más expuesto esté el tumor a las hormonas (estrógenos), mayor es el riesgo de que crezca.
El fin de la regla vino de la mano de unos sofocos impresionantes, insomnio, cambios de humor e hinchazón. De la nada sentía un calor en el pecho que subía por el cuello hasta llegar al rostro, incluso si estaba en pleno invierno. Como loca busqué información sobre remedios caseros, infusiones que me pudiesen ayudar a controlar ese calor o por lo menos hacerlo más llevadero, al igual que intentar dormir y estar relajada. Todo consultado con mi oncóloga en su momento, te dejo algunas de las infusiones y bebidas que a mi me funcionaron, pero te recuerdo que siempre siempre siempre consultes con tus doctores. Espero que puedan serte útiles si ahora mismo estás en plena menopausia (independientemente de si padeces cáncer o no).
Hierba de Trigo
Seguramente habrás escuchado hablar recientemente de la hierba de trigo o el wheatgrass. Es un superalimento basado en los primeros brotes de la planta de trigo. La manera más fácil de consumirlo es comprando el polvo de hierba de trigo que se mezcla con agua, batidos, zumos o yogures. Yo te aconsejo que lo prepares con agua fría y algún que otro hielo.
Los beneficios de esta bebida verde son múltiples, como por ejemplo, su efecto depurativo que ayuda a oxigenar la sangre; es rica en minerales, por lo que es un agente alcalinizante que rebaja las toxinas del cuerpo; existen varios estudios que confirman que favorece en la eliminación de bacterias y refuerza el sistema inmune (uno de los principales perjudicados durante la quimio); y finalmente, favorece la generación de glóbulos rojos. Es una manera sencilla de ayudar al cuerpo a regularse cuando pasamos por la menopausia (ya sea natural o provocada), pero te recuerdo que no es milagroso, es una recomendación para sobrellevarla, no eliminarla.
Pasiflora y Melisa
Uno de los efectos secundarios de la menopausia, que con el calor aumenta aún más, es el insomnio. La falta de sueño, o más bien, el no poder conciliarlo, es uno de los síntomas más incómodos y que agravan los cambios de humor. Aunque existe medicación para poder conciliarlo, si prefieres intentarlo por la vía natural, te recomiendo las infusiones de pasiflora y/o melisa. La melisa es conocida por tener un efecto relajante y un aroma que incita a ello, normalmente se relaciona o se encuentra en el mercado combinada con la manzanilla (potencia su efecto). La infusión de pasiflora se suele recomendar tanto para conciliar el sueño como para calmar la ansiedad.
Antes de ir a dormir o echarme una siesta, me tomaba una infusión de pasiflora y/o melisa, acompañado de un difusor de aceites esenciales, en especial de lavanda, para relajar aún más el cuerpo e intentar alcanzar el sueño.
Salvia y regaliz
Estas dos infusiones son recomendadas por su efecto calmante respecto a los sofocos. Durante la menopausia las hormonas femeninas (principalmente los estrógenos) dejan de producirse, y tanto la salvia como el regaliz contienen flavonoides que pueden generar un efecto parecido a los estrógenos. Además de aliviar los sofocos e intentar regularlos, son antioxidantes y antiinflamatorios.
Estas infusiones las incluí en mi día a día una vez terminé con todos los tratamientos y al recuperar el periodo. Recuerda que durante la quimioterapia, hay fármacos que provocan la menopausia o directamente es inducida, puesto que los más comunes son hormonales, a cuantas más hormonas se expone el tumor (principalmente estrógenos), mayor es la posibilidad de su crecimiento. Recuerda consultar con tus médicos siempre para ver si es viable o no.
Cúrcuma
La cúrcuma es un superalimento que ayuda principalmente con los sofocos y sudores nocturnos. Si estás pasando ya por la menopausia, sabes de sobra que no hay nada peor que no poder dormir por estar sudando todo el tiempo. La cúrcuma es rica en antioxidantes y fitoestrógenos, los cuales ayudan a regular los sofocos, además de contener propiedades antiinflamatorias, antidiabéticas y antioxidantes.
En el mercado puedes encontrar la cúrcuma en polvo o en sobres de té ya preparados. En mi caso, rayaba directamente la raíz y la dejaba infusionar con agua caliente.
Estas son algunas de las infusiones y bebidas que tomé durante y después de la menopausia provocada, para continuar nutriendo al cuerpo al igual que ayudarlo a limpiarse por dentro, intentar tener calidad de vida respecto al sueño y controlar los sofocos que resultan tan molestos. No son recetas milagrosas ni van a evitar que pases por estas fases de la menopausia, pero sí que son actos sencillos que a mi me ayudaron. Pero para mayor tranquilidad, consulta todo con tus médicos.
