Image: Leopoldo Calvo-Sotelo. Un retrato intelectual

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Ensayo

Leopoldo Calvo-Sotelo. Un retrato intelectual

Pedro Calvo-Sotelo

25 marzo, 2011 01:00

Pedro Calvo-Sotelo. Foto: Begoña Rivas

Marcial Pons, 2011. 536 páginas, 28 euros


Leopoldo Calvo-Sotelo Bustelo (1926-2008, Madrid) fue el segundo presidente del Gobierno (1981-1982) de la España democrática, después de haber desempeñado diversas cartera ministe- riales a partir de diciembre de 1975, muerto ya Franco. Su figura política ha quedado, tal vez, algo ensombrecida por la personalidad de Adolfo Suárez, que le precedió en el cargo, y de Felipe González, que fue quien le sucedió tras las elecciones de octubre de 1982.

Con todo, Calvo-Sotelo fue una personalidad nada común. Tuvo una excelente formación académica y científica, bien arraigada en un ambiente familiar culto que le permitió sobrellevar unas circunstancias personales nada fáciles. Él mismo nos ha hablado de una adolescencia en Madrid vivida con el "suave estatuto de pariente pobre".

Esas condiciones de hombre culto con "una gran afición a muchos temas" se reflejarían en toda su actuación política así como en largo periodo en el que, retirado ya de la actividad política directa, se convirtió en una figura pública que gozó de un respeto casi unánime. En una de las semblanzas personales que se incluye en este volumen, el propio Calvo-Sotelo nos advierte que nunca tuvo "pereza con la pluma" y, por tanto, no resulta extraño que haya sido un presidente relativamente prolífico a la hora de dejarnos el testimonio de su peripecia vital y política. Ésta quedaba reflejada en su Memoria viva de la Transición (1990), que completaba las referencias personales del libro de entrevistas que ofreció Marino Gómez Santos en 1982.

En 1999 ofrecería algunos materiales que recogían parte de sus actividades tras el abandono de la vida política (Papeles de un cesante: la política desde la barrera) y, pocos años antes de su muerte, publicó sus Pláticas de familia (2003), un largo recorrido por una historia familiar que partía de su abuelo Ramón Bustelo, diputado por Lugo en las dos primeras décadas del siglo XX y en donde también tenía un destacado papel su tío José, asesinado en los umbrales de la guerra civil española.

Este volumen trata de ofrecer una sugerente imagen del expresidente del Gobierno a través de los más de diez mil volúmenes de su biblioteca, testimonio de su faceta como lector con voluntad de conocimiento humanístico. Una relativa sorpresa para quienes se hubieran contentado con la idea de catalogarlo como un ingeniero empollón metido a político. En un prólogo breve, penetrante y sugestivo, Álvaro Delgado-Gal nos sugiere la necesidad de distinguir entre el lector culto y la persona que acumula lecturas por algún fin determinado. Calvo Sotelo, dice, era un lector versátil pero no caprichoso. Un intelectual que, sin abdicar de su voluntad de conocimiento enciclopédico llegó a adquirir un cierto dominio en tareas tan dispares como la teoría de la relatividad o la obra de Ortega y Gasset, lo que no le impediría ser un orteguiano crítico e independiente.

Una persona con intereses tan variados recorrió caminos muy variados en su vagar por el mundo de las ideas y nada más lógico que, para entender los destinos de ese vagar, el hijo y editor del volumen haya recurrido a la guía de especialistas que nos orientan en los vericuetos de esos títulos. Un excelente elenco de especialistas que, a través de entrevistas con el propio Calvo Sotelo y ensayos sobre libros de su especialidad, nos brindan un retrato apasionante de un gran protagonista de nuestro pasado reciente.