Menores y acompañantes en uno de los últimos buses fletados por esta ONG, en una instantánea tomada en Polonia.

Menores y acompañantes en uno de los últimos buses fletados por esta ONG, en una instantánea tomada en Polonia.

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Una pequeña ONG de Elche: de acoger niños de Chernóbil a fletar autobuses para su evacuación forzosa

Infancia de NAD ha fletado cuatro autobuses con 200 menores y sus madres de Kiev para realojarse con familias españolas que conocían de años atrás. 

18 marzo, 2022 02:19
Elche

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Infancia de NAD nació con la vista puesta en Mauritania y con el corazón instalado en un pequeño orfanato, de nombre Nad, ubicado en el cuerno en la bahía de Nuadibú, pegado al Atlántico. Desde allí, esta ONG con sede en Elche ha estado ayudando a los niños y niñas que conviven en una región que es sinónimo de desnutrición infantil. El objetivo final es crear allí un taller de costura junto al orfanato, para que puedan llegar a ser autosuficientes sin necesidad de recibir donativos y caridad. 

Sin embargo, desde la pandemia de Covid-19, la mirada de su directora y fundadora, Rosa Marhuenda, también se puso en Ucrania, y en concreto en las proximidades a Chernóbil, cuya radiactividad por el accidente nuclear de 1986 sigue afectando a día de hoy a sus habitantes, en una zona especialmente deprimida y que hace unas semanas fue tomada por las tropas rusas.  

Es así como esta ONG organizó en tiempo récord varios programas de acogida para atraer a 85 menores el verano pasado, también otros tantos en Navidad, a familias de acogida repartidas por todas España, sobre todo Andalucía, Madrid y Galicia. 

Ahora, desde hace casi un mes, Infancia de NAD lleva inmersa en otra misión, sacar a todos los niños y sus madres posibles de un país en guerra para alojarles en casas de acogida de España por un periodo, reconoce, indeterminado. 

El pasado martes por la noche salía el último autobús fletado por esta ONG. Dentro iban 40 personas que lograron salir del país por el oeste hasta llegar a Polonia, donde actualmente descansan en un hotel, explica Rosa a este medio. Se trata del último bus de cuatro que ya ha rescatado a más de 200 personas, una parte de ellas ya está en España. 

En el operativo de evacuación hay "familias con niños, pero también sus abuelas o sus tías", avanza, es decir, que están trayendo a más personas de las previstas. Al principio de la contienda, la ONG se puso en contacto con las familias de los menores que ya habían participado en programas de acogida, pero "cuando hemos ido a recogerles en autobús a zonas rojas del conflicto cercanas a Kiev, nos han pedido subir a más gente a sus hermanos, primos, sobrinos, mamás, incluso vecinos y claro, no puedes decirles que no, no podemos dejar a nadie atrás", sostiene.

Escapar del asedio

Rosa dice que se ha encontrado con "historias muy desgarradoras", sobre todo de las familias que, hasta llegar a la frontera, "han tenido que escapar de poblaciones asediadas por los rusos", sobre todo a través de los bosques "entre el frío y el miedo", a no respetar la fuerza invasora los corredores humanitarios.

El papel de la ONG ha sido el de hacerse valer de una red de colaboradores ucranianos, también polacos, que "con el teléfono móvil les van acompañando en el proceso de huida, aconsejándoles que se acerquen a un determinado pueblo o que cojan un tren concreto y así salir de la zona roja lo antes posible", explica.  

Una avalancha de 40.000 solicitudes

La también representante legal de esta asociación confiesa estar "desbordada" ante la avalancha de solicitudes que les han llegado de familias españolas interesadas en acoger a ucranianos. 

Nada más estallar la guerra, habilitaron un formulario online para recoger datos de personas dispuestas a la acogida y "al poco tiempo tuvimos que cerrarlo cuando llegamos a 40.000".

La avalancha también se ha traducido en ofrecimiento de casas, de productos de primera necesidad y han notado un aumento de las donaciones económica que, dice, están yendo a parar en estos momentos a costear los autobuses, alojamientos, comidas, etcétera. 

Es por ello por lo que pide, más que fondos económicos, "agilidad de la administración". "En estos momentos necesitamos tener a la administración española de nuestro lado, para que sean más rápidos a la hora de tramitar documentos de las acogidas", asegura. 

En definitiva, "es urgente que los funcionarios actúen con más celeridad porque llevamos más de 20 días de guerra, ya han entrado muchos autobuses a España desde Ucrania y es una pena que nos encontremos con que, a lo mejor, los menores no puedan escolarizarse en tiempo y forma".