El mayor acebal de Europa está en Soria, en la Sierra de Montes Claros -entre Torrearévalo y Arévalo de la Sierra-, y estas semanas sus paisajes alcanzan su máximo esplendor. Pero las restricciones a la movilidad ponen en peligro la temporada alta que es ahora, cuando en un año normal puedan pasar una buena parte de las 25.000 que llegan cada año.

Noviembre y diciembre son los meses con mayor afluencia porque los acebos están repletos de sus característicos frutos rojos. En este entorno del Sistema Ibérico, al norte de la provincia de Soria, hay cada vez más personas que viven de la repercusión que tiene el acebal en el turismo, sobre todo por las visitas guiadas y la venta de adornos navideños que se realizan con los restos de la poda de los arbustos, que llegan a crear enormes bosques con lugares impresionantes como los sestiles.

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Hasta el pasado puente del Pilar fueron muchas las personas que pasaron por este espacio protegido y por su casa del parque, pero con las restricciones las visitas han caído y temen que los itinerarios guiados en estas fechas se reduzcan notablemente. La mayor parte de visitantes proceden de otras comunidades autónomas.