La filtración sobre los servicios secretos rusos que ha desvelado sus ubicaciones en Moscú

Si un moscovita pasea frente al número seis de la calle Nikolskaya, un edificio de cuatro pisos ubicado cerca de la Plaza Roja de Moscú, probablemente nunca sepa que el propietario del inmueble es el Servicio Federal de Protección (FSO), una agencia del Gobierno ruso responsable de llevar a cabo la protección de altos funcionarios del Gobierno. Pasaría lo mismo en otros cientos de emplazamientos esparcidos por Moscú, San Petersburgo, Belgorod, Sevastopol, Kaliningrado... dónde una filtración pública ha revelado la ubicación exacta y la unidad a las que pertenecen las diferentes propiedades de los servicios secretos del Kremlin.

Gracias a un documento de 434 páginas publicado en el portal del Ayuntamiento de Moscú, se ha descubierto que varios edificios en Rusia estaban en una lista de consumidores especiales de electricidad a los que no se les puede desconectar del suministro eléctrico bajo ninguna circunstancia. El archivo los define como "Grupo especial". Este descuido, que compromete enormemente la seguridad de los servicios secretos, ha sido descubierto por Dossier.Center, un medio independiente afincado en Rusia; su autor, Denis Korotkov, un reputado periodista que ha estado años investigando a los mercenarios del Grupo Wagner, reconoce en el texto que la divulgación de esta información conlleva hasta "siete años de prisión".

Hace una semana, la jugada se repetía. Una licitación publicada por el Ministerio de Trabajo y Protección Social de la Federación de Rusia, a la que tuvo acceso El Confidencial, desveló un contrato en el que se solicitaban 757.305 certificados para "veteranos de guerra" y 230.000 certificados para los fallecidos en el transcurso de la contienda. Una cifra que puede indicar indirectamente la escalada de víctimas en la invasión rusa.

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¿Qué está pasando con las filtraciones de información sensible en Rusia? "Se trata de un fallo de la gran maquinaria burocrática de Rusia. Diversos departamentos y estructuras actúan descoordinadamente y los ejecutores siguen sin pensar instrucciones u órdenes concretas, aunque sea obvio que con sus acciones revelan información confidencial, a veces crítica", explica Denis Korotkov en entrevista con este diario.

El archivo, que tras la publicación de dossier.center desapareció sin dejar rastro, puntúa en el mapa urbano cada ubicación de los diferentes organismos como "Institución Estatal Federal: unidad militar 77065", para proseguir con su localización "Callejón Petrovsko-Razumovskaya 18, Moscú, Rusia", por ejemplo. Y la combinación numérica de cinco dígitos, referente a las unidades especiales de los servicios de inteligencia, se repite por todo el documento. Un fichero idéntico entre los diferentes ayuntamientos rusos.

La nomenclatura de las unidades militares es una designación común entre los grupos especiales de los servicios secretos y sus diferentes ramas. Andrey Averyanov, el hombre al frente de la unidad de élite 29155, con un historial de operaciones encubiertas por toda Europa, fue la primera pista para desvelar todo este entramado a raíz de una pesquisa conjunta entre varios investigadores occidentales. La primera vez que se tuvo constancia de manera pública sobre este tipo de unidades, que ahora sirve como precedente para identificarlas. Diferentes oficiales de inteligencia dudaron si su descubrimiento se producía de manera deliberada por las altas esferas del Kremlin: "Quieren que los sientan. Es parte del juego", dijo Eerik-Niiles Kross, exjefe de inteligencia en Estonia, al New York Times.

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Sin embargo, en esta ocasión los documentos filtrados no se publicaron de forma intencionada. "Descartamos absolutamente la posibilidad de que la filtración fuera intencionada, al menos por dos razones", asegura Korotkov. "En primer lugar, la publicación de dichas listas se viene realizando desde hace muchos años". "En segundo lugar, las listas son compiladas y publicadas por las autoridades de los diferentes organismos de la Federación. En cada caso particular, las listas se organizan de manera diferente: difieren en la exhaustividad de la información, los principios de inclusión de objetos de diferentes categorías en las listas y otros detalles. Es imposible suponer que la filtración haya sido organizada deliberadamente por varias decenas de sujetos al mismo tiempo", matiza.

Aunque entre las diferentes inteligencias occidentales se hayan producido filtraciones, como las acontecidas por el aviador Jack Texeira, miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, a través de Thug Shaker Central, un grupo de chat en Discord en la que se revelaron numerosos documentos sobre la inteligencia del Pentágono. Nunca se ha producido una revelación de secretos internos de estas características.

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La importancia de la filtración sobre la ubicación de los servicios secretos rusos es significativa. Aunque Korotkov reconoce que "varias instalaciones catalogadas se utilizan en realidad como lugares de alojamiento confortable o de recreo periódico para los jefes de estos servicios", su descubrimiento puede servir "para la sistematización y verificación de la información obtenida previamente". Explica: "Analizando los datos sobre las personas inscritas en los edificios de apartamentos registrados en los servicios de inteligencia, parece probable que se pueda establecer la conexión de varias personas con estos servicios desvelados".

¿Estará en manos de la inteligencia occidental esta información? "No sabemos si alguna agencia disponía de esta información. Por un lado, algunos de estos documentos estaban indexados por los motores de búsqueda de Internet y podrían haber sido descubiertos. Por otro lado, es tan absurdo suponer la presencia de tal información en recursos absolutamente públicos que estos documentos podrían haber pasado desapercibidos", comenta Korotkov.

Un paseo por los secretos de Moscú

Si se bucea en el archivo que publica dossier.center, la lista de ubicaciones se hace infinita. También la información relativa a las unidades que la habitan y los diferentes requerimientos técnicos del inmueble. Toda una joya de información sobre los servicios secretos, no por su novedad, sino como base para "la sistematización y verificación de la información obtenida previamente", menciona Korotkov.

Sobre el descubrimiento, el documento fue firmado por el jefe del departamento de vivienda y servicios comunales, Vyacheslav Torsunov, el director de Mosenergosbyt, Andrei Kovalev y fue aprobado por el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin. "Son sorprendentemente francos con las ubicaciones y propietarios", explica la investigación. Aunque algunas de las ubicaciones ya eran conocidas por los principales agentes interesados, como opositores o "agentes extranjeros", esta es la primera revelación de carácter público sobre los enclaves.

La mayoría de éstos se concentran en Serebryany Bor, un área especialmente protegida en el distrito moscovita de Khoroshevo-Mnevniki. Cien metros cuadrados de terreno que costaron 34 millones de rublos, a pesar de la prohibición oficial de construcción en esta zona. Un distrito en el que también residen figuras públicas del más alto nivel.

Justo en el número 67B de la calle Khoroshevsky Serebryany Bor, en Moscú, se encuentran, según explica la investigación, varios edificios de ladrillo construidos en 2013 con una superficie total de 563 metros cuadros y valorados en 99 millones de rublos. Los edificios están situados detrás de una valla alta en una parcela con el fin de "garantizar la defensa y la seguridad". La densa vegetación dificulta ver los detalles en las imágenes de satélite. Esta ubicación está ampliamente relaciona con los servicios de inteligencia y contrainteligencia. Otros emplazamientos en esta céntrica zona de la capital también se relacionan con el Ministerio de Defensa para "actividades relacionadas con garantizar la seguridad militar".

Pero no solo se concentran en esta área los diferentes emplazamientos, desde edificios hasta casas bajas, pasando por mansiones o complejos, siembran la red de propiedades relacionadas con los servicios secretos por toda Rusia. El archivo también menciona edificios clave para la inteligencia penitenciaria.

"Según el sistema de justicia GAS, desde principios de 2022, los tribunales han recibido 53 casos penales por divulgación de secretos de estado (artículo 283 del Código Penal de Rusia) y se han tomado decisiones judiciales en 41 casos. En 37 casos se dictaron condenas, un caso fue transferido a la jurisdicción y en tres casos los casos fueron sobreseídos por prescripción del proceso penal. No hay absoluciones", reza el texto de la investigación.

"En cuanto a los emplazamientos de los servicios especiales, las instrucciones departamentales, en caso de descifrado, suelen prever la liquidación del emplazamiento con su traslado. Creemos que en la mayoría de los casos esto no se hará", concluye Denis Korotkov. "Es muy probable que se intente pasar por alto la información revelada", una práctica habitual en el Kremlin para tapar sus vergüenzas.