El Gobierno acusa a EA de coaligarse con ETA pero descarta su ilegalización

Joaquín de Fuentes Bardají, abogado del Estado, presentó ayer en nombre del Gobierno un recurso contra todas las candidaturas de Bildu en el que acusa a Eusko Alkartasuna (EA) y Alternatiba, los dos partidos legales que integran la coalición, de coaligarse con ETA/Batasuna en una operación dirigida y diseñada por la banda terrorista para entrar en las instituciones. Fuentes Bardají dice que dicha colaboración “no alcanza a la intensidad necesaria” para afectar a la legalidad de ambos partidos. Un toque de atención a ambos partidos por permitir su instrumentalización para que la izquierda abertzale.

El escrito explica la deriva de EA hasta confluir con la izquierda abertzale por su paulatina pérdida de apoyos sociales, como demuestra que haya pasado de tener más de 180.000 votos en las elecciones al Parlamento Vasco de 1986 y más de 190.000 en las elecciones forales y municipales de 1987 (más del 18% de los votos) a los 38.198 (un 3,6%) que obtuvo en las elecciones autonómicas de 2009.

El recurso es una crítica demoledora contra EA y Alternatiba por dejarse instrumentalizar incorporando a sus listas a “numerosísimos candidatos, formalmente independientes, en una operación dirigida y diseñada por el complejo ETA/Batasuna”. Y lo cuantifica en 1.014 candidatos, del total de 3.495 presentados, que presentan vinculaciones con partidos ilegalizados como avalistas en anteriores comicios de agrupaciones electorales anuladas, si bien reconoce que el Tribunal Constitucional ha rebajado “la relevancia probatoria” de esta circunstancia.

Bardají dice más adelante que son 391 los candidatos que están vinculados a Batasuna y otras organizaciones ilegalizadas, y que 90 candidaturas de Bildu se encuentran por encima del 20% de vinculación que el Supremo y el Constitucional aceptan como indicio relevante y significativo de conexión con los partidos ilegalizados.

No importan los nombres, sino la estrategia

El Abogado General del Estado argumenta a que impugna todas las candidaturas porque cree más relevante que los informes policiales demuestran que Bildu es una sucesión de Batasuna, que las  personas concretas que integran las listas, que la izquierda abertzale habría elegido buscando que no las “contaminaran”. “Lo fundamental –escribe- son los elementos estratégicos atinentes al diseño, organización y configuración de la operación desde y por el complejo ETA/Batasuna, lo que hace perder relevancia al elemento personal”.

Bardají recoge entre sus argumentos abundantes referencias al fallo contrario a la inscripción de Sortu como partido legal de la Sala del 61 del Tribunal Supremo, ante el que presenta el recurso. Entre las referencias a dicha sentencia está el análisis de documentos internos de ETA, uno de ellos titulado “Proceso Democrático”, que “rectamente interpretado”, demuestra que la banda ordenó a la izquierda abertzale una alianza con EA y dio las instrucciones sobre la forma en que debía condenar  la violencia para poder mantener la coalición”. El escrito dice que de esta forma,  “la denuncia de la violencia, incluidas las ekintzas (atentados) cometidas por la propia banda criminal ETA, tiene un mero valor instrumental o aparente, pues lo único real que se pretende es mantener una coalición política con un determinado partido político”.  Se trataría de un “esquema meramente acomodaticio o interesado según las circunstancias, que de verdadera convicción”.

Bardají dice que Bildu reproduce la “sobreactuación lingüística de Sortu en sus estatutos en lo relativo al rechazo de la violencia, unido a la utilización de fórmulas evasivas ante situaciones concretas de terrorismo y al abuso de la perífrasis cuando de la violencia de ETA se trataba”, que hacen que dicho rechazo del terrorismo sea “cosmético, retórico e instrumental”.

Una coalición que resultó fallida en 2009

El recurso recuerda que ya en 2009 Batasuna y EA estuvieron a punto de crear una coalición para concurrir a las elecciones al Parlamento Europeo, pero que el asesinato del empresario Ignacio Uria y el atentado con coche-bomba contra la sede de Euskal Telebista, ambos en diciembre de 2008, echaron por tierra. “Lo de EA estaba bastante bien encarrilado, pero con las sacudidas de diciembre era muy difícil”, dice una carta intervenida al dirigente abertzale Rafa Díaz Usabiaga durante una operación desarrollada el 13 de octubre de 2009 contra Bateragune, la Mesa Nacional de Batasuna. Por esta causa permanece en prisión Arnaldo Otegi.

Bildu, recoge el escrito, no es una coalición de dos partidos legales e independientes, sino un pacto entre tres formaciones, EA y Alternatiba y Batasuna, en este caso a través de falsos independientes. Una afirmación que argumenta con la posición relevante que éstos tienen en las candidaturas de localidades en las que Batasuna tuvo una importante representación. Un indicio que refuerza con intervenciones telefónicas que dejan constancia de lo anterior. Así, recoge una conversación entre Arnaldo Otegi y su esposa sobre la conformación de la candidatura de Bildu al ayuntamiento de Elgoibar a cuyos integrantes calificaban como “los nuestros”.