Enel busca un presidente de baja potencia para 'italianizar' más Endesa

Enel pondrá fin el próximo 12 de abril a la etapa de Borja Prado como primer directivo de Endesa, de la que controla el 70,10%. El grupo público italiano quiere empezar un nuevo capítulo en su filial española, la que más dividendos le proporciona, con un perfil nuevo de presidente, sin poder ejecutivo y, sobre todo, con un sueldo que sea muy inferior al que ha percibido el banquero durante los últimos 10 años. Según distintas fuentes, el recorte de la remuneración va a rondar el 90% sobre el salario actual, tras aparcar cerca de 50 millones de euros en compensaciones.

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La idea de Enel es que el nuevo presidente de Endesa perciba un salario similar al que cobra la ‘chairman’ del propio 'holding' italiano en Roma, Maria Patricia Grieco. Esta abogado licenciada en la Universidad de Milán puso en práctica una nueva política de retribuciones más austera cuando llegó al cargo en mayo 2014 con el cambio de Gobierno en Italia. Así, Grieco, invitada a ser prudente por el entonces nuevo primer ministro del país, Matteo Renzi, se puso un sueldo de 387.000 euros, que complementa con los 141.271 euros que recibe como consejera de la empresa española.

En total, 528.271 euros, lejos de los 1,8 millones que le fueron pagados a su antecesor, Fulvio Conti, entre salario fijo —557.605 euros— y los 1,24 millones como bonus. Además, Conti, buen amigo de Borja Prado, fue premiado con otros 2,84 millones por su no renovación. Unas cifras llamativas para un país que venía de sufrir una dura política de ajuste social y que ese mismo año entró de nuevo en recesión pese a las medidas de Renzi para acelerar el crecimiento bajando impuestos por 18.000 millones de euros.

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Este es el modelo que quiere Enel para el futuro presidente o presidenta de Endesa que reemplace a Borja Prado: una persona discreta, para asuntos meramente institucionales y que tenga un salario similar al de su jefa en Roma y muy lejos del que ha cobrado hasta ahora el ejecutivo saliente. Prado ha percibido en los últimos años una remuneración de unos tres millones de euros (3,18 millones en 2017), más una aportación a su fondo de pensiones de 281.000 euros (acumula 2,28 millones).

Por tanto, los 387.000 euros base que recibe la presidenta de Enel suponen apenas el 11,88% de la remuneración fija y variable que ha cobrado el hasta ahora primer directivo de Endesa. Un sueldo, por otra parte, que apenas es un tercio de lo que cobra Ignacio Sánchez Galán (9,5 millones) como máximo ejecutivo de Iberdrola, que, no obstante, es el doble de grande que Endesa. Por su parte, el de Naturgy, Francisco Reynés, percibe dos millones como retribución fija y tiene garantizados otros 12,5 millones en cinco años si cumple una serie de parámetros financieros basados en el dividendo.

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Esta nueva política de austeridad que va a implantar Enel en Endesa se pondrá en marcha a partir del próximo mes de abril tras haber asegurado casi 50 millones de euros a sus tres últimos máximos ejecutivos. Prado va a recibir una indemnización de 13 millones de euros gracias al contrato que firmó en 2009, cuando la italiana tomó el control de la española. Antes, en 2015, Andrea Brentan, el anterior consejero delegado, fue compensado con 11 millones después de ser sustituido de forma abrupta. Ahora, su sustituto, José Bogas, tiene garantizados hasta 30 millones entre su fondo de pensiones, la liquidación que cobrará cuando se jubile o prejubile y su seguro de vida.

Los candidatos

Enel deshojará la margarita sobre el sustituto de Prado antes del próximo 11 de marzo, fecha en la que se celebrará el consejo de administración que aprobará el orden del día de la junta de accionistas del 12 de abril. Entre los nombres que se barajan está el de Joan Rosell, el que fuera presidente de la CEOE hasta el pasado mes de diciembre, tal y como adelantó El Confidencial en noviembre de 2017. Pero, para ello, el que fuera el jefe de la patronal española debería dimitir de sus cargos en CaixaBank y Vidacaixa, dada la vinculación entre Criteria Caixa Corp, el 'holding' de la caja catalana, y Naturgy, de la que tiene el 20% del capital. Además, su salida poco amistosa de la CEOE, su tirante relación con su sucesor, Antonio Garamendi, y su visita a los políticos presos independentistas juegan en contra de sus posibilidades para el cargo.

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Otras fuentes subrayan que, dado que Endesa consigue dos tercios de sus resultados operativos en Cataluña, donde es la primera eléctrica, otras personas con opciones son Josep Sánchez Llibre, actual dirigente de Foment del Treball, y Josep Antoni Duran i Lleida. El primero fue nombrado hace un año por la CEOE coordinador de la relación de la patronal con las Cortes, después de que dejase el Congreso de los Diputados tras tener asiento entre 1996 y 2015. En abril de 2016, Sánchez Llibre se incorporó a la organización empresarial en representación de Fomento del Trabajo, la rama catalana de la institución.

Por su parte, Duran i Lleida, que dejó sus cargos políticos a principios de 2016 tras no obtener representación en las Cortes, fue el elegido por Enel para inaugurar la decimoquinta edición del Foro de Diálogo España-Italia que tuvo lugar en Roma en octubre de 2017. El expolítico catalán abrió el acto de la mano de Enrico Letta, que fue primer ministro del país transalpino entre 2013 y 2014, y de los embajadores de ambos países en Madrid y Roma. Rosell participó en el primer panel de estas jornadas, a la que asistió precisamente Francesco Starace, el hombre que ahora decidirá el nuevo presidente de Endesa.

La última edición de este foro, que tuvo lugar en Madrid a principios de noviembre, también fue coordinada por Duran i Lleida, y también asistió asimismo Rosell.