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Del 'capitán Pescanova' a 'Sé lo que hicisteis en el último asiento contable'
  1. Economía
EL GRUPO PESQUERO PIERDE UN MES Y ENCARA UN PERÍODO DE INCERTIDUMBRE

Del 'capitán Pescanova' a 'Sé lo que hicisteis en el último asiento contable'

Pescanova ya no es la marca de los amables anuncios de ese lobo de mar entrañable que daba a los niños palitos de merluza. Ahora, lo

Foto: Del 'capitán Pescanova' a 'Sé lo que hicisteis en el último asiento contable'
Del 'capitán Pescanova' a 'Sé lo que hicisteis en el último asiento contable'

Pescanova ya no es la marca de los amables anuncios de ese lobo de mar entrañable que daba a los niños palitos de merluza. Ahora, lo que se esconde bajo el inconfundible chubasquero amarillo se parece más al psicópata que mataba adolescentes en Sé lo que hicisteis el último verano. Del spot amable y familiar a la película de terror.

Pescanova ha perdido un mes desde que solicitó el concurso voluntario. Pasado ese tiempo, los más de 40 bancos acreedores todavía no saben ni el volumen de la deuda oculta, que puede rondar los 1.500 millones, ni el alcance del resto de irregularidades contables que acechan en los balances del grupo pesquero. Los accionistas, divididos; la banca, cada vez más enfadada y la administración, aterrorizada. La próxima fecha es el 5 de abril, cuando, supuestamente, se espera que Pescanova entregue por fin sus cuentas reformuladas. Para pasar el ínterin, he aquí las cinco claves para entender cómo en este mes de marzo, el mar plácido de Pescanova se tornó galerna.

1.   Pescanova, la Seat de Galicia

Pescanova es una empresa clave. Habría que compararla a la Seat pero en Galicia. Da empleo a más de 8.000 personas y el futuro de muchas cofradías pesqueras españolas pasa porque la empresa alcance un futuro acuerdo con la banca que, hoy por hoy, parece cada vez más difícil. No se puede juzgar a Pescanova por su capitalización bursátil, a precios actuales 169 millones de euros, ni porque nunca haya estado en el Ibex 35. Pescanova factura 1.600 millones anuales, opera en 21 países y es una potencia exportadora. Su importancia industrial hace que en Galicia tenga un peso específico sólo superado por Inditex.

2.   Presidente o cacique

El papel del presidente Manuel Fernández de Sousa es clave. Su padre fundó la empresa y su visión de la misma es patrimonialista. Aunque cotiza en bolsa, para Fernández Sousa los mercados son un lugar donde se pide dinero, pero no donde rigen ni la transparencia ni las leyes del capitalismo moderno. Su hijo, Pablo Fernández Andrade, también está vinculado a la gestión del grupo. La saga de los Fernández considera la empresa como un imperio levantado por la familia. Los ajustes entre esta situación histórica y la realidad de cotizar en los mercados y haber ido ampliando capital y diluyendo su participación explican buena parte de las tensiones actuales. Fernández Sousa ya sólo controla el 14,4% de Pescanova, pero sigue comportándose como si el grupo pesquero fuera su pazo. Su ventaja: está respaldado por la mayoría del consejo gracias al papel de los independientes. La desventaja: su mandato acaba el próximo 23 de abril. Por ahora la plantilla le apoya ciegamente. En Galicia, Fernández Sousa es un campeón de crear empleo.

3.   Las cuentas

La Xunta apoya a Fernández Sousa. Las razones son políticas. Pescanova es una empresa que opera en el sector agroalimentario. Y el voto agrario y pesquero es muy importante en GaliciaLas cuentas no cuadran. En los departamentos de control de riesgo de la banca acreedora se han disparado todas alarmas. Los créditos oficiales del grupo Pescanova suman 1.522 millones, pero a estas alturas ya se sabe que hay un volumen de deuda oculta que casi iguala esta cifra, a través de operaciones cruzadas entre empresas del grupo. Y no es el único problema. Hay pagos millonarios sin justificar, existe una trama de empresas africanas cuyo papel no está claro. Se han detectado diversas irregularidades contables difíciles de definir. A pesar de que el problema surgió  a final de año, tres meses después Fernández Sousa sigue entregando con cuentagotas la información que le solicitan sus propios auditores, BDO. ¿Descontrol en la gestión? ¿Mala fe? Por ahora BDO se ha negado a rubricar las cuentas, la firma de refinanciación de Los Ángeles Houlihan Lockey prefirió retirarse cuando vio la dimensión de la tragedia.

4.   La Xunta

La Xunta apoya a Fernández Sousa. Las razones son políticas. Pescanova es una empresa que opera en el sector agroalimentario. Y el voto agrario y pesquero es muy importante en Galicia. Para el gobierno de Alberto Núñez Feijoo, una crisis en Pescanova sería una debacle política sin precedentes. O peor, con el precedente del hundimiento de las cajas gallegas: las mismas que ahora se enfrentan a una fuerte crisis, las mismas que participaban en el capital de Pescanova –NCG llegó a tener el 4%  de la empresa y vendió oportunamente en 2011– las mismas que financiaban ciegamente el circulante del grupo pesquero, las mismas que tenían políticos gallegos sentados en sus consejos de administración. Pescanova debe a NCG 225 millones de euros. La caída del gigante pesquero haría un nuevo roto al deteriorado balance de la antigua caja gallega nacionalizada y pondría todavía más en evidencia la politizada gestión de las entidades de ahorro regionales.

5.   Damm y Carceller

El presidente de Damm, Demetrio Carceller, no es enemigo pequeño. Su papel ha sido clave en empresas del Ibex, como Repsol, Ebro y Sacyr. Está bregado en mil batallas corporativas. Y tiene el 6% de Pescanova y a su hermano José Carceller sentado en el consejo de la empresa de Redondela. Además es el titular de bonos convertibles de Pescanova por valor de más de 40 millones de euros. Si los bonos se convierten fruto de un nuevo plan de refinanciación, Damm pasaría a ser el nuevo primer accionista. Carceller lidera la oposición a Fernández Sousa y aunque no sea gallego, es un antagonista a tener en cuenta, en especial si puede aglutinar a otros socios inquietos por la deriva en la que el grupo se acerca al desastre. Su principal problema es que relevar a Fernández Sousa, un presidente muy implicado en la gestión, no es fácil. No hay grupos comparables a ella en España y para encontrar una empresa similar hay que irse a Noruega. En España, Pescanova es el sector pesquero. Encontrar un gestor que le de la vuelta al grupo gallego será complicado y, con experiencia en el sector, sólo  podría salir de la propia Pescanova. Todo apunta a que después de Semana Santa, en Galicia seguirá el Vía Crucis.

 

Pescanova ya no es la marca de los amables anuncios de ese lobo de mar entrañable que daba a los niños palitos de merluza. Ahora, lo que se esconde bajo el inconfundible chubasquero amarillo se parece más al psicópata que mataba adolescentes en Sé lo que hicisteis el último verano. Del spot amable y familiar a la película de terror.

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