Ni banal, ni bochornoso: Quevedo, el 'rookie' de Canarias al que sus críticos no saben entender

Son las cuatro y media de la mañana y en la Falkata de Gandía, una de las discotecas más grandes de la costa valenciana, las pupilas se dilatan a la misma velocidad que las membranas de los altavoces. Pijos y no pijos se mueven despacio, empañando todo el recinto con el sudor que el cuero de sus cuerpos desprende y escupe contra el ambiente. Las luces son tan potentes como los pulsares del espacio.

De repente, el DJ pone la canción y las cabezas se giran hacia los nuestros. Con los primeros acordes, la gente grita y los brazos se levantan, como si algo los hubiera poseído. El ambiente es denso, pero eso da igual. Los amigos se abrazan, los antebrazos rodean los cuellos ajenos y las parejas, borrachas y con el gesto desfigurado por el alcohol y lo que surja, se acercan para besarse y bailar: la canción está sonando.

El verano del 2022 se ha convertido en el verano del retorno: del retorno de la música en la calle, de las vacaciones, de los viajes a los festivales más importantes de la escena con cien euros en la cartera y un gramo de cristal en la suela de las deportivas. El verano del 2022, por otro lado, también se ha convertido en el verano de Quevedo y Bizarrap.

Hay que vivir en una cueva –o ser un crítico musical que lleva demasiados años sin entender la escena musical– para no haber escuchado QUEVEDO || BZRP Music Sessions #52, también conocida como Quédate, la canción del Quevedo con el Biza.

Esta canción, que el dúo formado por el argentino Bizarrap y el canario Quevedo publicó el siete de julio de este mismo año, ha roto todos los récords de reproducción y se ha convertido en el tema más streameado del mundo en plataformas como Spotify y YouTube; hito que no ha sido cuestión de horas o días, sino que lleva manteniéndose más de un mes.

El tema tiene personalidad de sobra y mucho trabajo detrás

Reluciente todavía en lo más alto del Top 50: Global, la sesión de Bizarrap ha partido todos los moldes en un momento de explosión musical en el que algunos de los artistas más importantes del mundo, como Drake, Bad Bunny o Rosalía, se encontraban publicando sus álbumes o en extenuantes giras de promoción.

Mientras este éxito se hacía realidad, algunos de esos críticos de refinado gusto que tanto conocen la escena han decidido atacar al dúo con sesudas y fundamentadísimas críticas en las que acusaban, sobre todo a Quevedo, de ser el nuevo producto estrella del marketing musical –esos críticos no se han molestado en comprobar que el de Canarias es independiente y no se encuentra firmado con ninguna discográfica, editorial o sello –o asegurando que la canción es la “canonización de la nada” y “no tiene ninguna personalidad”. Sin embargo, esto no es así, ya que el tema tiene personalidad de sobra y mucho trabajo detrás. Trabajo que es trabajo –permítanme la reiteración– de cualquier crítico musical encontrar y no dedicarse coger una pataleta de estrella del rock decadente solo porque el género musical que no entiende lleva años –¡nada de esto es nuevo, joder!– copando todas las listas de ventas.

El ex ‘rookie’ de la 922/928

Para entender la canción, hay que entender primero a Quevedo; y para entender a Quevedo, hay que entender sus orígenes musicales. Pedro de Quevedo, de 20 años, es un artista de música urbana proveniente de las Islas Canarias, concretamente de Las Palmas de Gran Canaria (“LPGC, you know”, dice en el famoso tema). De origen brasileño, se asentó muy joven en las islas, donde, según él mismo ha contado en alguna entrevista, empezó a escribir cancioncillas de rap en sus cuadernos del colegio.

Este hobbie era secreto, pues, según ha confesado, “era algo que me daba mucha vergüenza mostrar”. Sin embargo, todo cambió cuando conoció al que sería su primer socio musical, el productor Borges (de nombres literarios va la cosa).

Con Borges, montó en el año 2020, nada más finalizar la pandemia, el grupo Incomprendi2, un dueto de música urbana muy cercano al rap en el que Quevedo empezaría a tontear con sus primeros temas. De hecho, el 20 de junio de ese mismo año, publicó 'Planteamiento Erróneo', su primera canción.

Las canciones fueron pasando y Quevedo fue cosechando algunos discretos éxitos junto a Linton, su inseparable nuevo productor musical. 'Como Universitaria', tema que tuvo una muy buena acogida en las Islas Canarias y le dio algo de visibilidad; sin embargo, no fue hasta el 26 de junio de 2021 que todo empezó a funcionar como la seda.

Aquel día, Quevedo publicó junto a La Pantera y Juseph, dos amigos y compañeros, la canción 'Cayó la noche', un tema de estructura aparentemente sencilla producido por Bdp Music.

Gracias a las referencias al ocio nocturno y la fiesta canaria, el tema empezó a viralizarse por las Islas, dando el salto rápidamente a la península y consiguiendo en pocas semanas más de 4 millones de reproducciones. Quevedo había conseguido su primer hit, sin embargo, quería más.

En la escena musical, las islas son conocidas por albergar el 922/928, un colectivo de artistas que se retroalimentan y colaboran entre sí para conseguir dar la máxima visibilidad a toda la música urbana que se geste en las tierras canarias. Apadrinados por Cruz Cafuné, un rapero considerado de culto que ha cosechado éxitos en solitario como 'Mi Casa', 'Mina El Hammani' o 'Coquito La Pieza'; en este colectivo se juntan cantantes y productores de la talla de Choclock, Abhir Hathi o el grupo Locoplaya (al que pertenece Don Patricio, quien, junto a Cruz Cafuné, consiguió en 2019 el hit 'Contando Lunares').

Aunque en un primer momento Quevedo era ajeno a este movimiento, Iza, productor de 'Cayó la noche' conocido como Bdp Music, convenció a La Pantera, Juseph y nuestro joven rookie (en el mundo del rap, un rookie es un novato que está empezando a detacar en el movimiento) para contactar con algunos de los artistas canarios más relevantes y aprovechar el crecimiento orgánico del tema para sacar un remix (Cafuné, el más famoso de todos por aquel entonces, había dicho en su canción 'Visión Tunel' “voy a hacer un tema con to' el canario que curre y que curre en el come up”, y eso había que aprovecharlo).

Tras juntar en el estudio a Bejo (otro de los integrantes de Locoplaya), Cruz Cafuné, Abhir Hathi, El Ima y los tres originales de la canción; Iza publicó 'Cayó La Noche' Remix el 14 de enero de 2022. Sin esperárselo ni predecirlo, el tema empezó a pegarse en todas las salas de fiesta y listas de reproducción, viralizándose rápidamente la parte de Quevedo en la que cantaba “bolsito de Dior cuando sale y un bimblineo que hace que pite el detector de metales”. Gente del mundillo de la música, streamers como Ibai y todo tipo de personajes públicos empezaron a compartir el fragmento, lo que hizo que la fama de Quevedo explotara y sus temas más antiguos, como 'Universitaria', 'Rimmel' o 'Piel De Cordero', empezaran a sonar masivamente por todos los rincones del país. El rookie había dejado de ser un rookie.

En su corta carrera, el canario, ha conseguido un crecimiento orgánico espectacular

A pesar del éxito, Quevedo no se apalancó: “Número uno con el remix de 'Cayó La Noche', ahora estoy buscando el doblete”, cantaría en 'Nonstop', tema que sacaría unos meses después en la que referenciaría la canción homónima del rapero multiplatino Drake.

Quevedo es un artista que, en su corta carrera, ha conseguido un crecimiento orgánico espectacular, combinando el trabajo duro (no ha parado de sacar canciones desde su primer número uno) con la búsqueda del crecimiento exponencial.

Con Duki, el artista urbano más escuchado de Argentina, consiguió otro hit mundial gracias al 'Si Quieren Frontear', canción que mezcla trap y reguetón que ya ha sobrepasado los 110 millones de streams solo en Spotify. También realizó una discreta colaboración con Ed Sheeran, el artista más reproducido del mundo, en la canción 2Step.

Desde sus inicios, la clave del éxito de Quevedo ha sido la premisa “De Canarias para el mundo”: sus canciones, en las que crea perfiles de chicas y cuenta historias amorosas, están repletas de referencias locales. Gracias a eso y a mostrar en sus videoclips lugares muy reconocidos para los chavales de las islas (véase el lector el videoclip de 'Universitaria'), el artista ha conseguido crear un universo de sonidos oscuros que, junto a su peculiar voz, que algunos han calificado como similar a la del puertorriqueño Eladio Carrión (¿cualquier crítico musical entiende que su voz sí es característica, verdad?), ha metido un chorro de aire fresco y original en el panorama musical urbano.

Además, todo esto se ha hecho en Canarias y sin el apoyo de ninguna discográfica.

Dale, Biza, explótame el EMD

Con Quevedo consiguiendo, gracias a su crecimiento orgánico, colocar a las Islas Canarias en el epicentro de la música mundial, solo era cuestión de tiempo que Bizarrap, el mayor cazatalentos de la industria urbana, le acabara llamando para hacer lo que mejor se le da hacer: hits.

De Biza hay poco que contar porque ya se ha contado lo muchísimo que tiene para contar. Gonzalo Julián Conde, de 23 años, es el productor latino más importante del mundo. Originario de Buenos Aires, empezó su carrera online haciendo remixes de las batallas de gallos del Quinto Escalón, un importante circuito underground de rap, que subía a Youtube después.

Tras conseguir varios miles de suscriptores en su canal y finalizar sus estudios de marketing, empezó a trabajar como cazatalentos en la discográfica multinacional Warner Music. A pesar de la estabilidad de su curro, descubrió que lo que él quería hacer era música, por lo que aprovechó su canal y sus amistades con los miembros del Quinto Escalón (entre los que se encontraban, por ejemplo, el anteriormente mencionado Duki) para empezar a subir producciones propias con la voz de los artistas más destacados de la escena.

A partir del año 2018, las visitas empezaron a multiplicarse por millones gracias a colaboraciones con artistas como L-Gante, Nicki Nicole, Eladio Carrión o Nathy Peluso, con la que consiguió crear un himno viral y reconocible en todo el mundo (escúchese el lector la BZRP Music Sessions #36).

Tras varios éxitos de cientos de millones de reproducciones (entre ellas, las sesiones de Eladio Carrión o Nicky Jam), Bizarrap se estancó durante el año 2021, salvo alguna excepción como la de 'Snow The Product', en sacar temas con poco más de 50 millones de streams. Hasta que llegó el 2022 y con él, el efecto Bizarrap.

A finales de diciembre de 2021, Biza decidió pegar un golpe de timón a su sonido y sacó su colaboración con Tiago PZK, la sesión #48, con la que consiguió volver a colarse en todas las listas y superar los 100 millones de reproducciones.

Con esta canción, cambió la base de su sonido, consistente antes en un ritmo trap, para dejarse llevar por el EMD (Electronic Music Dance) y el resurgir de los festivales de música electrónica.

El efecto Bizarrap se consolidó a lo largo del primer semestre del 2022

La pandemia se estaba acabando, los festivales volvían a anunciarse y artistas y eventos de música electrónica, como Skrillex o el Tomorrowland, volvían a la primera línea del foco público, desplazando ligeramente la hegemonía del trap y el reguetón de las principales listas.

En ese contexto y con las siguientes colaboraciones (Residente, Paulo Londra y Villana Antillana) superando los cientos de millones de reproducciones en las plataformas, el efecto Bizarrap se consolidó a lo largo del primer semestre de este año. Y, por supuesto, tocaba llamar a Quevedo.

El tema surfea los nuevos sonidos electrónicos para volver a sonar en los festivales

Para la sesión 51, Bizarrap y Quevedo decidieron fusionar el efecto extraordinario del primero con el crecimiento orgánico del segundo; es decir, juntaron esos nuevos sonidos EDM de aires festivaleros –durante los primeros días de promo del tema, se dedicaron a publicitarla irónicamente como si fuera la canción del Mundial de Qatar– con las historias amorosas y las referencias a las islas de Queve: habían parido al caballo ganador.

La canción te cuenta la misma historia que Quevedo te cuenta en otros temas como 'Rimmel'. Sin embargo, surfea esa ola de los nuevos sonidos electrónicos para volver a sonar en los festivales pospuestos para la pandemia. Y ahí están los números.

Los críticos gastan su tiempo intentando academizar el pop-rock de los tres acordes

En la Falkata de Gandía, nadie piensa en esos críticos que, desde su pedestal de la ignorancia y la pereza por entender e investigar sonidos nuevos, escupen bilis a las jóvenes generaciones. Esa gente ya está muerta.

Antes que entender los nuevos sonidos, han decidido gastar su tiempo en defender e intentar academizar por todos los medios el pop-rock de los tres acordes, ese que lleva sonando cuarenta años igual – y que no tiene nada de malo, por supuesto, pues precisamente en eso consiste la música popular –. La música urbana no necesita esa supuesta justificación intelectual, pues ha entendido la pureza del disfrute, del goce, de la música por la música, en vez de la música por la filosofía. Para eso ya tenemos obras de música académica absolutamente maravillosas.

Ya sabemos, José Luis, que la música de ahora es una puta mierda, pero es que es la misma puta mierda que la música de tu juventud. Y no pasa nada. Nosotros no necesitamos ninguna justificación para escucharla, sin embargo, tú necesitas constantes salvoconductos intelectuales para escuchar los mismos tres temas que oías a tus veinte años.

Sigue con tus movidas, pero a nosotros déjanos en paz.