El truco casero (y muy eficaz) para abonar todas tus plantas sin gastar un euro

Sean grandes o pequeñas, de interior o de exterior. Tener plantas en casa nos ayudará a decorar nuestro hogar y aportarle frescura. Se pueden colocar en el jardín, en la terraza o en el balcón, pero también en el salón, en la cocina, en el baño y hasta en el dormitorio. Porque las plantas son bonitas y vistosas, refrescan el ambiente, purifican el aire y absorben los malos olores, entre muchas otras cosas.

Desde hace algunos años, las plantas han ganado espacio en las casas, rompiendo la vieja idea de que son para personas mayores. Nuestra conciencia medioambiental y nuestra relación con la naturaleza es cada vez mayor. Además, su cultivo y cuidado nos aporta un aire más sano y son muy beneficiosas para nuestra salud mental.

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Sin embargo, su cuidado genera muchas dudas e inseguridades. Ocurre a los que no tienen mucha mano con ellas, pero también a los más expertos. Sobre todo, hay que tener calma y paciencia. Y es que, su correcto cuidado pasa, solamente, por saber elegir las plantas en la medida de nuestras necesidades y conocer cuáles son sus exigencias para atenderlas adecuadamente.

Un abono casero muy efectivo

Además de trasplantarlas a una maceta o jardinera, regarlas con regularidad, retirar las ramas y las hojas secas o eliminar pulgones y plagas, no debemos olvidar abonarlas. Es frecuente que utilicemos productos comprados en tiendas especializadas o abonos naturales preparados en casa. Sin embargo, hay un método casero muy efectivo y que es probable mucha gente desconozca.

Se trata de usar unos tapones de corcho, como los de las botellas de vino. El que más o el que menos tiene alguno en casa y con el sencillo gesto de trocearlos, ya sea con las manos o con un cuchillo y meter cada trozo en diversas partes de la tierra de cada planta aportarán nutrientes y evitarán que aparezca moho en la tierra una vez que se van descomponiendo.

El uso de un corcho como abono aporta nutrientes y evita que aparezca moho en la tierra

Pero, además, los corchos también pueden utilizarse como cortezas u hojas secas para proteger las raíces de las plantas, para evitar el crecimiento de las malas hierbas y para mantener la tierra húmeda. Es lo que en el mundo de la agricultura y la jardinería se conoce como mulching. Otro uso del corcho es utilizarlo para eliminar los malos olores del frigorífico. Basta con colocarlos junto a los alimentos para que absorba el olor y la humedad.