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El viejo amor que llevó al éxito a Cortés

La recompensa para este exfutbolista, tras el accidente que le cambió la vida en 2006, empieza a llegar. Fue diputado, actualmente es funcionario público y tenista en silla de ruedas.

  • Diego Cortés militó en Quindío, Envigado, Millos, Pereira, Boca de Argentina, Liverpool de Uruguay, ahora es tenista en silla de ruedas. FOTO cortesía-CpC
    Diego Cortés militó en Quindío, Envigado, Millos, Pereira, Boca de Argentina, Liverpool de Uruguay, ahora es tenista en silla de ruedas. FOTO cortesía-CpC
19 de marzo de 2016
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El 18 es un número que ha marcado la vida de Diego Fernando Cortés. Nació el 18 de marzo de 1976 en Armenia, Quindío, y el 18 de septiembre de 2006 sufrió un accidente que lo dejó sin movilidad en sus piernas.

Cortés acababa de ser campeón con el Deportivo Pasto y estaba en un momento estelar de su carrera futbolística soñando con integrar la Selección Colombia y por qué no, ir a un Mundial. Pero ese día su vida dio un vuelco completo tras caer de 20 metros mientras hacía canopy en Chachagüí, Nariño.

De la felicidad de disfrutar los descansos entre compañeros de equipo pasó a una clínica luchando por vivir. Sin embargo, asegura, lo que ha pasado desde ese momento han sido solo bendiciones. Así de claro lo tiene el exjugador, quien ahora está clasificado al Mundial de tenis en silla de ruedas que se realizará del 23 al 28 de mayo en Japón.

Y aunque los primeros meses fueron duros y tenía temor, pues su familia dependía económicamente de él y de sus piernas, varios “ángeles” empezaron a llegar a su vida para cambiar su rumbo.

A los cinco meses un joven tocó la puerta de su casa en Pasto y le preguntó si quería hacer deporte. Diego, quien desde que aprendió a caminar se la pasaba pegándole patadas a los balones, sintió curiosidad y preguntó por ese de deporte. Y le respondieron baloncesto en silla de ruedas. Entonces se animó, fue a un entrenamientos y observó a los jugadores en situación parecida a la suya y empezó a admirarlos.

Inició el proceso y en poco tiempo hizo parte de la Selección Nariño de baloncesto en silla ruedas, y compitió en diferentes torneos hasta el 2009. Pero como nunca ha dejado de ser competitivo y quería tener triunfos, al comprobar que no lograba escalar tan alto como quería, se dejó tentar por un viejo amor: el tenis.

Fueron dos años en los que, como se dice popularmente, no pegaba ni una bola, hasta que en el 2012 y con la ayuda de la Secretaría del Deportes de Nariño contrataron un entrenador y empezó el ciclo de formación que lo tiene en la actualidad como el segundo tenista en silla de ruedas en el ranquin nacional.

Además de esto se convirtió en diputado de Nariño en el periodo 2008-2011, y allí logró impulsar una ordenanza para que los deportistas con discapacidad ejerzan la labor de agentes de tránsito en Pasto.

Cumpliendo sueños

El ciclo que lleva en tenis de campo le ha dado grandes alegrías deportivas, pues además de ganar medallas en los Juegos Paranacionales el año pasado, cuando logró plata al lado de Diana Melo, y acaba de lograr, junto a Eliécer Oquendo, la clasificación al BNP Paribas World Team Cup (equivalente a la Copa Davis o Fed Cup, pero en silla de ruedas).

El cupo lo alcanzaron luego de triunfar en la final de la clasificación de la cuarta parada del Campeonato Suramericano que se disputó en el Cuenca Tenis y Golf Club de Cuenca, Ecuador, sobre superficie de polvo de ladrillo. Allí vencieron 3-0 a México.

“Un Mundial es lo que todo deportista quiere en su carrera”, dice Cortés, que prometió entrenar más fuerte para llegar a Japón con las herramientas necesarias y hacer historia con su compañero.

“En el tenis he mantenido la disciplina, constancia y perseverancia, actualmente entreno de 5:30 a.m. a 8:00 a.m., para luego ir a la oficina a continuar gestionando proyectos con los cuales logramos la inclusión social y laboral para personas con discapacidad en Nariño”, dice Diego.

Paralelo a su trabajo y al deporte, Diego saca tiempo para estar con su hijo Juan Diego Cortés, quien ya tiene 16 años y le heredó la pasión por el fútbol.

“Ahora acompaño a mi hijo que está en las divisiones menores del Deportivo Pasto. Allí está demostrando condiciones en la posición de lateral, la misma en la que yo jugué, tiene muchas cualidades y está haciendo un proceso lindo, ojalá llegue lejos y sigamos cumpliendo juntos los sueños”.

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