Xóchitl rompió la barrera del nopal

7 de Mayo de 2024

Dolia Estévez
Dolia Estévez

Xóchitl rompió la barrera del nopal

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Washington, D.C.— Muy a pesar del oficialismo, el consenso en Washington es que la reciente visita de Xóchitl Gálvez fue exitosa. En sus presentaciones públicas, la abanderada de la oposición reflejó autenticidad, con un discurso franco y directo. No vino a renegar de México, sino de las políticas de Andrés Manuel López Obrador que, denunció, han erosionado la democracia, y a reprochar a la administración Biden por lo que percibe como pragmatismo acomodadizo en el trato bilateral. Prácticamente desconocida en Estados Unidos hace unos meses, el viaje sirvió para consolidarla como la única opción electoral viable capaz de ganar contra la percepción creada por las encuestas.

“El viaje fue un éxito total”, me dijo la embajadora Roberta Lajous, quien participó en el foro del Wilson Center el primer día. “Xóchitl traspasó la barrera del nopal porque se pudo comunicar a pesar de que habló en español, su carismática personalidad trasluce, su sonrisa, su naturalidad, cruzan la frontera”.

Con un enfoque conservador moderado, que abraza una agenda social progresista a favor del aborto, los derechos de las personas LGTBQ+ y la equidad de género, Gálvez fue descrita como Maverick. “Su sorprendente historia de autosuperación personal desde abajo puede resonar con los estadounidenses y algunos mexicanos. Pese a ello, como hemos visto, AMLO insinúa que ascendió porque es la vocera de la oligarquía o cometió actos de corrupción”, me dijo Ryan Berg, director para las Américas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

En reuniones con think tanks, legisladores, empresarios, estudiantes, funcionarios de la rama ejecutiva y prensa, exhortó al gobierno de Biden a no excluir la democracia de la agenda bilateral y criticó reducirla a los temas de migración y fentanilo. Pero cuando le pregunté qué le gustaría que hiciera la Casa Blanca para frenar el declive democrático, respondió que quería la observancia de organismos internacionales antes, durante y después del 2 de junio. Los observadores internacionales no son parte de la agenda bilateral. En casos extremos de amenaza a la democracia, como el acoso jurídico contra el presidente electo de Guatemala o la inhabilitación de la candidata de oposición en Venezuela, Washington impone sanciones y retira visas a los responsables. Es altamente improbable, sin embargo, que la administración Biden acuda a medidas así en México a no ser que se de un quiebre democrático extremo, como en el caso de Nicaragua.

La señal de que el gobierno de Biden no está ignorando las denuncias de posible fraude de la oposición, fue la reunión de alto nivel que tuvo Xóchitl con el exsenador Chris Dodd, asesor especial presidencial para Latinoamérica. El Departamento de Estado había acordado que los candidatos presidenciales mexicanos, de venir a Washington, no serían recibidos por funcionarios de rango superior a subsecretario, pero ya estando aquí Gálvez, hubo cambios de última hora para elevar el nivel con la participación de Dodd. “El que hayan invitado a Dodd, sin ser funcionario formal, dice que el presidente Biden quería tener una lectura de la reunión con Xóchilt a través de una de las personas en las que más confía y que más cerca están de él”, dijo Ildefonso Guajardo, asesor internacional de la candidata y organizador de la gira.

Su visita, sin embargo, no recibió atención mediática de la prensa en inglés. Pese a sus entrevistas con las juntas editoriales de The Wall Street Journal, The New York Times, The Washington Post y The Hill, sólo este último publicó nota. Con escasas excepciones, los medios mexicanos tampoco se ocuparon, confirmando el cerco mediático en su contra. Sólo dos corresponsales mexicanos asistimos a su discurso inicial en el Wilson Center.

Las elecciones presidenciales de este siglo han roto normas y marcado hitos. El fin del unipartidismo presidencial, el triunfo más disputado de tiempos modernos, el regreso al pasado, el empoderamiento de un movimiento mesiánico ideológicamente amorfo y el surgimiento de dos candidatas que presagian que por primera vez en la historia México tendrá a una mujer en la presidencia.

De ahí la importancia de que Claudia Sheinbaum venga a recuperar su protagonismo. Los think tanks la invitaron al mismo tiempo que a Xóchitl, pero tras haber aceptado, canceló sin dar explicaciones. El Departamento de Estado dijo que está abierto a reunirse con todos los candidatos presidenciales mexicanos que visiten Washington. Por ser la puntera, hay mucho interés en conocerla y saber si tiene agenda propia. Ojalá se anime.

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