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SE03E01 – Francisco de la Hera, Almendralejo.

Todo pueblo o ciudad de España tiene su personaje ilustre, historia, monumento o tradición por la que se la conozca. El nombre de Almendralejo irá unido por siempre al fútbol. A su Extremadura. Porque los milagros existen. Historias del #BellotaTour en Almendralejo. ¡Va!

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Estamos en Almendralejo, capital de España del fútbol modesto. Parada clave del #BellotaTour. El lugar donde los sueños sucedieron y los milagros se hicieron realidad. Todo comenzó a gestarse en un vestuario de Segunda que compartía un grupo de amigos en 1996.

Era el Extremadura de Yosu Ortuondo. Un once recitado en Almendralejo prácticamente de carrerilla, con 8 jugadores por encima de los 30 partidos como titulares. Un grupo de jugadores que tras entrenar tomaban una cerveza. Algún pitillo tambien, por qué no.

El 19 de Mayo de 1996 el grupo viajó en bus a Marbella para enfrentarse al equipo local, con un ojo en Sestao. En Las Llanas Sestao y Alavés necesitaban la victoria. El primero para salvarse. El segundo para promocionar. Y empataron, lo que favoreció al Extremadura.

La euforia se desató en el autobús de vuelta de Marbella a Almendralejo. El Extremadura de Almendralejo, una localidad de 25.000 habitantes iba a jugar una promoción a Primera. El rival era el Albacete. La ida en el De la Hera, que por entonces era más o menos así.

Aquel Extremadura estaba sufriendo una crisis económica. Un club de su modestia competía a duras penas en aquella Segunda División. Los jugadores acumulaban varios meses sin cobrar, así que los capitanes pidieron a Pedro Nieto que bajase al vestuario a hablar con ellos.

Los capitanes se reúnen con Pedro Nieto y le piden cobrar algo de dinero para motivar a sus compañeros. Pero Pedro Nieto les dice con sinceridad que, si no se sube a Primera, no iban a cobrar porque no había dinero. La solución pasaba por un casi imposible.

Ortuondo, el míster, era un tipo inteligente en el trato con sus jugadores. En los entrenamientos previos a la ida frente al Albacete convenció uno por uno a sus hombres: “Chicos, vamos a subir a Primera”. Así que el 30 de Mayo de 1996 salen al campo a por todas.

Un gol de Manuel hace soñar a toda una ciudad. Incluso el propio Manuel está a punto de hacer el segundo. El Albacete, a excepción de Bjeliça, se demuestra inoperante y el Extremadura es superior. La vuelta se celebra el 2 de Junio de 1996 en el Carlos Belmonte.

El Albacete se vuelca en ataque y arrolla por momentos. El Extremadura está contras las cuerdas y Amador es un manojo de nervios. Pero de manera increíble llegan al 90 con 0-0. El tiempo se agota y el queso mecánico no logra el gol que necesitan. El balón le llega a Cortés.

Cortés recorta cerca de la media luna del área grande y es derribado por Vasiljević. Falta. Minuto y medio por encima del tiempo. El central Tirado corre hacia el balón y le dice a Cortés “Déjame tirarla que la voy a sacar del campo. Mientras piden balón esto se acaba”.

En ese momento pasa Esquinas Torres por al lado, el árbitro. Y suena un pitido. Era su reloj. Pepe Tirado se da cuenta y le pregunta qué significaba aquello. Esquinas Torres le confirma que el tiempo ya estaba rebasado.

La mitad de Almendralejo estaba en los balcones muerta de nervios sin ver el partido por La 2. Bufandas al viento en el campo. Tirado coge una carrerilla demencial para sacar el balón de un pelotazo del Carlos Belmonte. Golpea con todas sus fuerzas….y gol. Por toda la escuadra.

El Belmonte se llena de almohadillas. Equipo y afición de Almendralejo se funden en un abrazo infiniti con las vallas en medio. Un pueblo pacense llega a la élite. Este es el escudo de la camiseta con la que el lateral Padilla jugó aquel partido de infarto en el Carlos Belmonte.

Los jugadores quieren celebrarlo. Así que hablan con los jugadores del Albacete para saber donde. Catali tenía un disco-bar de su propiedad, así que les convence para celebrarlo en él. Era otro fútbol y otra época. Mientras, el pueblo se prepara para recibir a sus héroes.

Al día siguiente llega el autocar. Desde Torremejía la gente se echa a la calle para aclamar a sus jugadores. El trayecto en autobús desde allí les lleva tres horas. Y comienza la revolución en Almendralejo para transformar aquel club de Segunda B en un Primera.

El campo se construye en dos meses y medio, otro récord extremeño. Totalmente nuevo. Licencias, permisos, licitaciones, estudios, proyectos…todo da igual. El Mérida acababa de descender y la Junta de Rodríguez Ibarra veía encantada aquel Extremadura de Primera.

Así que comienza a construirse un estadio que tuviese cabida no solo para socios del Extremadura, sino para sus amigos, sus familias….para todo Almendralejo, porque la demanda de carnets supera todas las expectativas.

Fruto de aquella rapidez en las obras son detalles del actual Francisco de la Hera que vistos con perspectiva se entienden. Por ejemplo, una ventana en el techo del vestuario local.

El campo llega a tiempo para el primer partido de Liga como locales. Todas las autoridades están presentes. El rival es el mismo contra el que debutó el Mérida el año anterior. El Real Betis, que gana 0-3 en un De la Hera sin butacas. No encontraban proveedores a tiempo.

El 5 de Mayo de 1997 el Barcelona de Bobby Robson visitó Almendralejo. El autobús se confundió de salida, y el autobús llegó procedente de la carretera de Badajoz. Rodeado de casas de una y dos alturas, Bobby Robson preguntó cuanto faltaba para llegar al campo.

El conductor les señaló el campo. Estaba frente a sus narices. Robson se quedó pasmado. Idéntica situación a la que vivieron tres tipos venidos de Madrid que habían aterrizado horas antes en Barajas procedentes de Buenos Aires. Eran Basualdo, Navarro Montoya y Silvani. El shock.

Pero si había un tipo peculiar en aquel Extremadura ese era Pedro José. En la segunda temporada en Primera, Benítez y Ayestarán controlaban al equipo en todas las facetas del juego, además de su dieta particular fuera del campo. Cada mañana les preguntaban por su desayuno.

El primer día al consultarle, Pedro José les dijo: “Pues un melón he desayunado”. “Pero, ¿Cuanta cantidad”, respondieron los técnicos. “Pues no sé, si está bueno me lo como entero”.
Pedro José aquel año tiró un caño a Guardiola. “¡Toma Guardiola, coge eso!” le espetó a Pep.

El héroe del gol del ascenso fue Pepe Tirado, aunque él siempre se resta mérito para dárselo al hombre gol, Manuel. Vive en Almendralejo junto con sus hijos y se ha hecho a la ciudad, donde vivió sus mejores años. Como Gaspercic o Kalla, que aún conservan casa aquí.

El actual Francisco de la Hera se conserva más o menos igual que en la época que hemos relatado, a excepción de su interior, remodelado recientemente con un gran trabajo de los empleados gracias a la inyección económica que ha tenido el club, como puede atestiguar Enric Pi.

Algunas zonas se han conservado tan “igual que en 1996” que entrar en ellas es como retroceder en el tiempo. Estamos en la UCO (Unidad de Control Organizativo) central de la Policía en el Francisco de la Hera. Parece Chernobyl y Prípiat anclados en época soviética.

Mucho ha sufrido este estadio Francisco de la Hera desde que aquel Extremadura Club de Fútbol con Pier, Renaldo y Kiko en sus filas cayese a Segunda División B en 2002. Aquel fue el punto de inflexión para finalizar una época brillante.

Tras eso comenzó el declive. Los descensos. Los impagos. La desaparición. Aquella noche de fiesta loca se tradujo en una resaca fatídica para el Extremadura, que pagó con su existencia. Vamos, ni tu cuñado en Nochevieja la monta igual.

Fruto de ello es el actual Extremadura UD, que milita en Segunda B con un presupuesto de escándalo para lo que es la realidad de la categoría. Almendralejo se prepara para revivir tiempos pasados y que volvamos a ver este campo en Segunda.

Con solo pisar la salida de vestuarios podemos imaginar lo que fue para aquel equipo de Ortuondo en Primera cada partido. Aquel grupo de amigos había conseguido cambiar una ciudad. Una comarca. Había logrado un milagro. Un hito. Una leyenda.

Durante la visita al De la Hera hemos podido ver in situ nuestras queridas torretas con nido de cigüeñas encima. Marca propia del fútbol modesto.

Relatar un milagro así es sencillo si se cuenta cerca con gente como @Rodrigomoran100, @EXT_UD y @RubenGBo, que nos han ayudado a cumplir el sueño de visitar la capital del fútbol modesto. Almendralejo, hoy y siempre la ciudad de los sueños cumplidos.

Ah. No hemos acabado. Como os dije, Pepe Tirado vive en Almendralejo. Dirige la escuela de fútbol del CP Almendralejo. Una tarde cogió el balón de los niños y lo pateó tan fuerte como solo él sabe hacer. La mando fuera del campo. Finalmente, él tambien lo consiguió.