Bruma: qué es y cómo se forma

La bruma es un fenómeno atmosférico que se caracteriza por la presencia de pequeñas partículas de agua o de otras sustancias en suspensión en el aire, lo que reduce la visibilidad y crea una apariencia difusa y opaca en el entorno. Este fenómeno se produce cuando el agua en forma de vapor se condensa en partículas microscópicas, generalmente en las primeras horas de la mañana o durante la noche, cuando las temperaturas son más bajas.

La bruma es común en lugares donde hay fuentes de agua cercanas, como ríos, lagos o mares, ya que el agua evaporada se eleva en el aire y luego se condensa en pequeñas gotas que forman la bruma. También puede ocurrir en áreas urbanas debido a la contaminación del aire, que puede crear partículas suspendidas que contribuyen a la formación de la bruma.

Uno de los efectos más notables de la bruma es la reducción de la visibilidad, lo que puede ser peligroso para la conducción y la navegación, ya que dificulta la percepción de objetos y obstáculos en el camino. Además, la bruma puede crear una atmósfera tranquila y misteriosa, a menudo asociada con paisajes pintorescos y escenas de la naturaleza.

La formación de la bruma se basa en un proceso físico conocido como condensación. Para que la bruma se forme, deben cumplirse ciertas condiciones atmosféricas específicas:

• Humedad relativa alta: la bruma se forma cuando la humedad relativa en el aire es alta, lo que significa que la cantidad de vapor de agua presente en el aire se acerca a su capacidad máxima de retención. Esta alta humedad relativa puede deberse a la evaporación de agua de fuentes cercanas, como cuerpos de agua, suelos húmedos o vegetación.
• Enfriamiento del aire: el enfriamiento del aire es esencial para que la bruma se forme. Cuando el aire se enfría, pierde su capacidad de retener agua en forma de vapor. Esto puede ocurrir durante la noche, cuando la temperatura desciende o cerca de cuerpos de agua más fríos, donde el aire cálido y húmedo entra en contacto con la superficie más fría del agua.
• Núcleos de condensación: para que el vapor de agua se condense y forme las pequeñas gotas de agua que componen la bruma, se necesitan partículas microscópicas en el aire, conocidas como núcleos de condensación. Estos núcleos pueden ser partículas de polvo, sal o incluso partículas de contaminantes en el aire. Los núcleos de condensación proporcionan superficies sobre las cuales el vapor de agua puede condensarse.
• Calmas o vientos ligeros: las corrientes de aire fuertes tienden a dispersar las partículas de agua antes de que tengan la oportunidad de condensarse en una bruma densa. Por lo tanto, para que la bruma sea notable y densa, es necesario que haya vientos ligeros o una atmósfera relativamente tranquila que permita que las partículas de agua permanezcan suspendidas en el aire durante un período de tiempo prolongado.

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Estos términos son intercambiables en muchos países, o un término puede ser más común que otro en algunos países. Sin embargo, existen algunas características técnicas que distinguen estos términos, haciéndolos muy diferentes.

En primer lugar, debemos darnos cuenta de que la niebla, la neblina y la bruma son simplemente nubes de bajo nivel que suelen aparecer sobre el mar o la superficie terrestre. El proceso de formación es similar al de las nubes, excepto que permanecen estacionarias en la superficie, lo que limita la visibilidad.

La niebla y la neblina representan lo mismo, pero el nombre depende de la visibilidad que reducen. Si la visibilidad es inferior a 1000 metros, entonces lo llamamos niebla. Si la visibilidad supera 1 km, se llama neblina. Como las nubes están formadas por muchas gotas de vapor de agua, se forman de diferentes maneras y en diferentes condiciones.

La neblina de radiación se forma cuando el suelo está más frío que el medio ambiente. Suele ocurrir por la noche, cuando el suelo se enfría debido a la pérdida de calor del sol. El aire más cercano al suelo se enfría y junto con la humedad se forman estas gotitas suspendidas en la atmósfera. La falta de viento y el tiempo despejado pueden mantener bajas las temperaturas durante la noche, lo cual es esencial.

La niebla de advección se forma cuando el ambiente es húmedo y llega una gran cantidad de aire frío o la humedad llega a una zona fría. Este tipo de niebla es más común durante el día y suele ocurrir cerca de las aguas del océano.

La niebla orográfica se forma cuando el aire húmedo sube por la ladera de una montaña y se condensa cuando alcanza un cierto nivel, cubriendo a menudo la cima de una montaña. Otra forma en que se forma la niebla orográfica es cuando el aire frío cae de las montañas, condensando la humedad en los valles. Esta última forma suele estar más extendida, la niebla es más espesa, dificulta la visibilidad, tiene un mayor contenido de humedad y las gotas de agua suspendidas en la atmósfera suelen ser de mayor tamaño que la niebla.

La bruma, por otro lado, es un tipo de neblina o niebla, pero la diferencia radica en su contenido. No solo se compone de agua, sino también de otras partículas en suspensión. Como la bruma siempre aparece en el mar, no va a reducir la visibilidad en una carretera.

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