QUÉ HA PASADO

Reyyan quiere morir.

• Aslan sospecha de la lealtad de Mahmuz.

• Cihan se enfrenta a Azize.


Después de recibir la llamada de Gönül diciendo que ha matado a Miran de un disparo, Azat va buscarlo y lo encuentra en un pozo. Al comprobar que aún respira, lo lleva con una curandera. La señora es consciente de la gravedad de la herida y, aunque pocas, alberga esperanzas de poder extraerle la bala con éxito. Ajena a esto, Reyyan llora la muerte de su amado mientras se dirige como alma en pena a pie a la cima donde él le instaló un columpio.

De vuelta en el palacio, Firat enfurece cuando Gönül le cuenta lo que ha hecho y va a buscar a su amigo. Para entonces, Azize, que ya ha ido a por su nieto, telefonea a Hazar para citarlo en la aldea de Kilit, donde ha ocurrido la desgracia.

La mujer quiere mostrarle el cadáver del joven y confesarle quién era en realidad. Sin embargo, cambia de plan al comprobar que el pozo está vacío y se hace la indignada cuando, al llegar, él le pregunta si Miran es su hijo: “¿Cómo te atreves siquiera a insinuarlo? He venido a por él porque tu hermano me aseguró que estaba aquí, que Gönül lo había asesinado, pero me ha mentido. ¿Dónde lo tenéis?”.

Reyyan cree que a muerto su amado y se derrumba

Es noche cerrada y la curandera sigue atendiendo a Miran. Firat aparece de pronto y, después de confirmar que su amigo se salvará, se enzarza en una pelea con Azat. Este se niega a creer que su padre persiguiera a Miran, como le asegura. Aslan sigue sin dar con Hanife y le envía un mensaje, donde le asegura que no tiene nada que temer y que seguirán juntos para vengarse de Azize. Esta, que se ha quedado con el móvil de su hermana, descubre así las verdaderas intenciones del chico.

Subida al columpio, Reyyan se balancea con un único pensamiento: lanzarse al vacío. A kilómetros de allí, Miran despierta sobresaltado: un sueño delirante le mostraba la muerte de su amada…