SALUD

Ventajas e inconvenientes de retrasar la alarma por las mañanas

Una mujer apagando el despertador

Una mujer apagando el despertador / M. G.

Llega el fin de semana y el cansancio acumulado de la semana nos empuja a levantarnos más tarde, apurar ese tiempo que la rutina y nuestra obligaciones laborales y familiares no nos permiten los temidos lunes. ¿Por qué nos cuesta tanto levantarnos de la cama? La realidad es que cada vez está más extendido eso de poner la alarma a una hora y extender el brazo al menos en otro par de ocasiones para callarle la voz a ese molesto chivato que te avisa de que es hora de ponerse en marcha. El uso de la función snooze que llevan incorporados muchos despertadores digitales (o teléfonos móviles) es tan habitual como controvertido. Porque dormir mal puede incrementar hasta un 20% la mortalidad y retrasar la alarma por las mañanas tiene alguna ventaja...pero también muchos inconvenientes. 

Ventajas de alargar el proceso de despertar

La principal ventaja que se intuye al pensar en quedarse entre sábanas cuando el cuerpo aún parece no estar preparado para dar el salto de la cama es ese placer instantáneo y puntual que se siente. Porque dormir bien es una necesidad y hacerlo durante el mayor tiempo posible, un placer para los más golosos de estas lides. Pueden ser 10 minutos, 20 o media hora. Ese capricho puede llegar a resultar muy gratificante.

Además de ese placer del que hablamos, un estudio reciente publicado en la revista Journal of Sleep Research considera que esa actitud continuada de retrasar la alarma por las mañana puede ayudar a reducir la inercia de sueño, y a tener un mejor rendimiento recién levantados en varias funciones cognitivas, como la velocidad de pensamiento y aritmética o la memoria episódica. Asimismo varios expertos lo asocian también a tener menor probabilidad de despertar del sueño profundo

Desventajas de retrasar la alarma por las mañanas

Sin embargo a esta corriente nueva de científicos que hablan de las bondades de esta conducta siempre han tenido de frente a expertos en medicina del sueño que han abogado tradicionalmente por limitar su uso. Los motivos se basan en que consideran que interrumpir abruptamente el sueño varias veces durante el último tramo de la noche tiene efectos negativos asociados a la fragmentación del sueño y se genera más somnolencia por la mañana. Alterar el ciclo habitual del sueño y hacer desaparecer el sueño profundo de esa última media hora se considera puede terminar generando y tapando a su vez un trastorno del sueño. 

Lo más saludable es el despertar natural y para conseguirlo debemos llevar a cabo algunas pautas diarias

Así las cosas, la realidad es que lo más saludable es el despertar natural, algo que tiene lugar cuando tenemos una buena higiene de sueño, con horarios regulares y sin exponerse excesivamente al impacto de las pantallas en las últimas horas antes de conciliar el sueño. No cenar alimentos pesados y hacer ejercicio durante el día son otros de los consejos para conseguirlo.

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