Almadías
La UNESCO declara la maderada o transporte fluvial de la madera, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Se trata de una candidatura presentada por España, Austria, Chequia, Alemania, Letonia y Polonia
- Diario de Navarra
La maderada o transporte fluvial de la madera en España, Alemania, Austria, Chequia, Letonia y Polonia acaba de ser inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. La decisión ha sido tomada durante el XVII Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que se celebra en Rabat (Marruecos).
En Navarra, el oficio de almadiero se extinguió en la década de los 50 del siglo XX, pero lleva casi 30 años siendo recordado a través del Día de la Almadía, que se celebra en el mes de abril en la localidad de Burgui y que fue considerado Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2005.
En España, además de en Navarra, esta práctica se centra en Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña y Comunidad Valenciana.
Por otro lado, la UNESCO, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, también ha reconocido al toque manual de campanas.
SOBRE LA MADERADA
Según informa la UNESCO, la maderada tiene su origen en la Edad Media, cuando se utilizaban balsas para transportar madera, mercancías y personas utilizando las corrientes naturales de agua.
En el pasado, los balseros que viajaban a destinos remotos pasaban semanas viviendo y trabajando juntos en su balsa. Como resultado, surgió una comunidad que compartía los conocimientos, las habilidades, las técnicas y los valores de la fabricación y la navegación de balsas de madera.
La tradición se ha cultivado durante generaciones y sigue siendo fuerte gracias a la continua comunicación oral, la observación y la participación, incluso a través de campamentos juveniles, escuelas locales, festivales y talleres. Las balsas de madera, que miden hasta 600 metros de largo, 50 de ancho y 2 de alto, se utilizan hoy en día principalmente para navegar por los ríos.
Sin embargo, el proceso de construcción sigue siendo el mismo e incluye la selección de la madera, su transporte al río y la conexión de los troncos para formar las balsas. La maderada fomenta la colaboración y la cohesión social dentro y entre las comunidades participantes, y ahora está abierta a practicantes de todas las edades, sexos y orígenes sociales y culturales.
La protección de los sistemas hídricos y ecológicos y el uso sostenible de la madera están profundamente arraigados en la práctica. Esta manera regular y animada de compartir experiencias enriquece el patrimonio y favorece los valores comunes y los intercambios culturales que trascienden fronteras.
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