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Navidad

Los Reyes Magos, en Pamplona: abrazados a la ilusión con la luna llena

Melchor, Gaspar y Baltasar entraron por el Portal de Francia y estuvieron acompañador durante todo el recorrido por miles de niños que abarrotaban las calles de la capital navarra

Actualizado el 06/01/2023 a las 08:18
La luna se acabará de llenar esta medianoche, casi ya camino del 7 de enero, cuando las gargantas descansen plácidas y los ojos de los más pequeños brillen aún arropados por la magia que solo ellos, Melchor, Gaspar y Baltasar, pueden repartir. Jugarán, reirán, imaginarán, compartirán y hasta llorarán, de alegría o de emoción o de pena. Quién sabe. Miles de personas, imposible calcular cuántas, vieron este jueves 5 de enero la cabalgata de Pamplona, cuando la luna estaba casi llena, el cielo despejado y niños y mayores con ganas de gritar a todo pulmón, sin mascarillas, ni restricciones, ni aforos. Así fue y hubo quien lo quiso celebrar a lo grande. Como los carteles de la familia Lizarraga Lizarraga, simpáticas leyendas pintadas sobre cartones y enmarcadas en lucecitas de Navidad que iluminaban con pilas. ‘Viva la cabalgata’ decía uno; ‘Caramelos’, insinuaba otro. Los Lizarraga son familias numerosas, dos de los hermanos tienen ocho hijos; también los San Emeterio. De manera que el grupo sumaba unas treinta personas, junto a la plaza de los Fueros. “Los mayores ya tienen 26 y 28 años, pero todavía vienen y suben a hombros a los pequeños”, contaba la tía mirando a María Martí San Emeterio, 10 años y una garganta bien afilada. “Hemos venido sobre las seis, traemos pipas o algo de chocolate para hacer tiempo”, apuntaban sin perder la sonrisa. Como los hermanos Iñigo, Pablo, Javier y Mikel Ábrego Monreal, y sus artesanas cartas a los reyes.

Temperatura. Entre 9 y 7 grados.
Reyes. Melchor guardaba impresionante parecido con el publicista Edmundo Irujo; fueron muchos quienes repararon en que Gaspar les recordaba al castañero de San Ignacio, Joseba de Echarri y también los más avezados pudieron intuir cierto parecido de Baltasar con el estudiante Gerald Ongodia.
Regalos. Lanzaron kilos de caramelos y gominolas y mostraron carrozas cargadas de misteriosos regalos

Sus Majestades descansaron un rato en la Casa de Misericordia, tomaron un tentempié y se desplazaron en autobús hasta Abejeras, algo más lejos del colegio de las Catalinas, de manera que cubrieron un tramo mayor de esta calle. Impresionaron las carrozas nuevas de los reyes, su dimensión y el colorido; en azules la de Melchor y su oso polar; en naranjas y cobrizos la de Gaspar con su tigre y en eléctricos verdes y amarillos el jaguar de Baltasar. La cabalgata superó los dos kilómetros de longitud en un pasillo de música, luces, confeti y caramelos. El heraldo pedía por megafonía al público que rehusara utilizar paraguas ni bolsas para recoger caramelos.
Vídeo con la llegada de los Reyes Magos al Ayuntamiento de PamplonaPEDRO GÓMEZ
También recordó a todos los niños que no podrán contar con un juguete en el día de Reyes “por culpa de las guerras”. En tiempo de guerra creció Francisca Gil, en Induráin, cerca de Lumbier. En la Casa de Misericordia, la suya ahora, recordaba que los Reyes, a pesar de todas las penurias, siempre les dejaron algo: “Unas nueces, naranjas, o el jersey tejido por la madre”. “Es muy bonito”.
Vídeo con los Reyes Magos entrando en PamplonaPEDRO GÓMEZ

TELEGRAMAS
​El heraldo real sufrió un cólico nefrítico

El heraldo, una de las figuras más importantes del séquito real, cumplió fielmente su cometido de guiar a los Reyes a Pamplona a pesar de sufrir un cólico nefrítico. Después de la recepción en la Casa Consistorial, sus acompañantes, al ver su cara desencajada y sus dificultades al andar, le instaron a retirarse a descansar.

Escapada en helicóptero al Complejo Hospitalario
Con un poco de magia y la ayuda de un helicóptero, Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron a las cinco de la tarde el Complejo Hospitalario de Navarra. Allí les esperaban numerosos niños que están hospitalizados y sus familiares. Después hubo reparto de regalos. Algunos de los presentes aseguraron que Sus Majestades daban la talla y presencia como para ser agentes de la Policía Foral.

Gaspar rozó un semáforo
La altura de las carrozas y el entusiasmo de los reyes en sus calurosos saludos conllevaron alguna incidencia sin trascendencia, como la que protagonizó Gaspar en el inicio de la avenida de Zaragoza, que rozó un semáforo con su corona.

La Esquina de la Suerte pedía premios
Peculiar fue la iniciativa del despacho de lotería situado en la avenida de Zaragoza que empapeló su escaparate con el siguiente lema en verde fosforito: “Reyes Magos, traernos premios”. Seguramente, los de Oriente habrán tomado nota de la petición.

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