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Te echo de menos

El ambiente que vivimos, tan reflexivo, taciturno, triste, aliquebrado, nos hace estar, también, algo ñoños, lo confieso.

  • Última actualización
    28 enero 2021 18:55

Los mensajes con los amigos que vemos poco suelen ser en fechas especiales, de celebración y regocijo, como Navidad, cumpleaños, santos, aniversarios, separaciones… Pero estos días es distinto, toca contactar con los amigos por motivos de esos que llegan mucho más adentro. De los que empañan los ojos en mitad de un whatsapp. Y nos damos cuenta, sobre todo lo que hemos sido cicateros al usar ese término, que sí, que consideramos amigos a muchos miembros de esta familia logística con la que pasamos la mayor parte de nuestra vida. Puede haber amistad unilateral. Otorgar ese término a quien te cae bien y, además, estarías dispuesto a ayudarle en lo que fuera. Así, nos sorprendemos estos días comunicando con profesionales de nuestro sector … para, como suele ocurrir, pedirles información, pero, en esta ocasión, solo para consumo propio.

Las estadísticas, nombramientos, compras o ventas han dejado paso a los resultados de las PCRs, las analíticas, las radiografías.

Ahora queremos saber si te ingresan, si las manchas en el pecho eran graves, si la neumonía es bilateral, si te han de dar oxígeno, si puedes levantarte de la cama, si te dan el alta o te llevan a la UCI. Y las tonterías pretéritas de unos y otros nos parecen eso, lo que en realidad son, solo tonterías, y nos vienen ganas reales de darles un abrazo. Qué cosas.

Esperemos que los muchos que lo están pasando fatal estos días vayan saliendo del hoyo más pronto que tarde. Saber que a uno de nuestros logísticos le dan el alta, le quitan el respirador o le desaparece la fiebre nos reconforta de forma intensa

Insisto en que me da cierta pena todo aquel que dice que en la pandemia ha aprendido a valorar las cosas que realmente valen la pena. Quien no supiera eso antes, más vale que se lo haga mirar. Lo que es realmente nuevo es el refuerzo de algo que hemos defendido siempre: el concepto de familia logística. Hemos pasado de quejarnos de las agendas apretadas, del exceso de cócteles, aniversarios y presentaciones a echarlo realmente de menos. Y, esto quizás también tenga algo de novedad, no añoramos los canapés, las comilonas, los músicos o los discursos. Te echamos de menos a ti. Como dijo un gran logístico, precisamente en uno de esos eventos, “en este sector hay buena gente, pero también hay mucho…” A la frase se le puede cambiar el orden de los términos, pero el producto seguirá siendo el mismo: En el sector logístico de nuestro corazón hay, también, buena gente, interesante, honesta, solidaria, respetuosa. Amigos a los que estamos deseando volver a abrazar.

Esperemos que los muchos que lo están pasando fatal estos días vayan saliendo del hoyo más pronto que tarde. Saber que a uno de nuestros logísticos le dan el alta, le quitan el respirador o le desaparece la fiebre nos reconforta de forma intensa.

Todo lo que hemos vivido nos ha de subrayar muchos conceptos básicos de la vida personal de cada cual. Esperemos que tengamos memoria para que la experiencia nos ayude también a valorar a determinados camaradas del sector, nuestra otra familia.

Estos días se cotiza más un mensaje que una pila de contenedores. O si no, cuando nos volvamos a encontrar, aquellos que han estado jugando entre respirar o no respirar, nos podrán confirmar cuántas veces pensaron en sus hijos, en sus compañeros, en sus amigos… y cuántas en los conocimientos de embarque, los fletes, los barcos o las aduanas.

Nadie debe olvidar esas sensaciones, ni mostrar, añado algo preocupado, esos mensajes ñoños que enviamos cuando hemos visto muy mal a nuestros amigos. Lo que se envía en la pandemia ha de quedar en la pandemia. Pues eso. Te echo de menos.