Jáchal al natural

Fotos: Gentileza Julio Pérez De Miguel

Las limitaciones para viajar al exterior o incluso a otras provincias, provocaron que gran parte de los sanjuaninos se volcara a conocer o explorar lugares que no conocían o no lo habían disfrutado a pleno dentro de su propio territorio. Así en distintos departamentos, los operadores turísticos desarrollaron al máximo las posibilidades y sumaron valor agregado a lo que la naturaleza les prodigó. Tal es el caso de Oeste Andino Viajes, empresa de un joven licenciado en Turismo, Julio Pérez De Miguel, que ofrece paquetes muy interesantes para descubrir Jáchal en sus diferentes facetas. 

En primer lugar hay que tener en cuenta que el departamento norteño queda a sólo 157 kilómetros de la capital sanjuanina, un tramo ideal para llegar por un día, el fin de semana o el tiempo necesario para conocerlo a fondo. 

Las denominadas "experiencias" incluyen: rafting en el Río Jáchal; trekking en el Valle Encantado; ecoturismo en La Ciénaga; visita al puesto precordillerano de Pasleam, entre otras aventuras dignas de ser vividas por visitantes que llegan desde cualquier punto. Sin duda, opciones diversas para pasear, disfrutar y conocer la historia en marcos naturales únicos. 

NATURALEZA PURA

Si es por paisajes, Jáchal ofrece escenarios naturales únicos como la Cuesta de Huaco y La Ciénaga; la Garganta del río Jáchal; la Huerta de Huachi; el arroyo Agua Negra, ideales para la aventura y la recreación.

Sin ir más lejos la Cuesta de Huaco está poblada de rojos, verdes y amarillos intensos donde durante todo el año se pueden observar más de 80 especies de aves, se realizan sueltas de cóndores recuperados y por allí suben los jinetes cada 19 de enero y a fines de junio para rendir tributo al poeta de la zona, Buenaventura Luna, con una cabalgata que es toda una fiesta. 

La Cuesta está ubicada a 38 km del centro de Jáchal, cuya ruta también atraviesa la pequeña localidad de La Falda -donde el grupo La Faldeñita se dedica al Turismo Rural Comunitario-, el dique Los Cauquenes, el arroyo Agua Hedionda y el Área Natural Protegida La Ciénaga. 

Esta última constituye un antiguo poblado de no más de 100 habitantes que viven en medio de un paraíso ya que allí se observan bellísimos paisajes y las más diversas aves -por lo que los seguidores del birdwatching la consideran un verdadero ‘santuario’.

Su riqueza cultural, natural y paleontológica y el valor de sus formaciones geológicas, similares a las del Parque Provincial Ischigualasto, fueron determinantes para que en el año 2005 se la declarara Área Natural Protegida. Sitio destacado para el geoturismo -y por ello conocido entre los profesionales de la actividad como "aula a cielo abierto"-, se recorre a pie, por senderos señalizados, y/o en bicicleta de montaña; para los viajeros más aventureros, también es posible practicar escalada en las paredes de roca. 

ACCIÓN EN EL RÍO JÁCHAL

A 20 km del centro del pueblo y por el camino que lleva la Ruta 150, se llega a las rápidas aguas de la Garganta del río Jáchal (también conocida como Garganta del Diablo), un cañón natural que se eleva 30 metros por sobre el nivel del río formando un estrecho paso donde los saltos alcanzan una velocidad de hasta 40 km/h. Sin duda un lugar perfecto para quienes buscan adrenalina. Como si eso fuera poco, el paisaje que ofrece es imperdible y lleno de colores.

VALLE  ENCANTADO

Otra propuesta es disfrutar del paraje conocido como Valle Encantado en Mogna, localidad ubicada 60 km al sur de la villa cabecera del departamento. Este histórico pueblo es muy conocido por venerar a Santa Bárbara -Patrona de los Frutos Recibidos- y donde también está emplazada la tumba de Martina Chapanay. Por la misma ruta se llega a bellezas naturales como Huachi Pampa o Quebrada Grande, pleno de formaciones -y colores- que hablan de la transformación de la Tierra a través de millones y millones de años, desde lo alto del coqueto mirador del Valle Encantado se puede apreciar la intensidad del desértico paisaje de San Juan.

TIERRA ADENTRO

Sin lugar a dudas, Jáchal es la cuna de la tradición y como tal también ofrece propuestas de turismo rural para descubrir y compartir la cultura de los hombres y las mujeres de los campos jachalleros. "Jáchal tiene pasado de pueblo agrícola, así conserva del Siglo XIX- los encantadores Molinos Harineros -donde los productores jachalleros, pero también de otros departamentos de San Juan y otras provincias de la región de Cuyo, llegaban para convertir en harina su trigo-, conforman un circuito absolutamente único en la Argentina. Hoy se producen en Jáchal las mejores cebollas del país; también el cultivo de nueces, olivas y, especialmente, membrillos ocupa un lugar de importancia aquí", indica Julio Pérez. 

Tanto es así que en el año 2000 fueron declarados Monumento Histórico Nacional, no solo por su aporte a la economía regional sino también por los detalles arquitectónicos de sus construcciones -basadas todas en adobones logrados en el lugar a base de barro y paja- y los perfectos mecanismos de su funcionamiento -basado en la fuerza misma del agua de los ríos jachalleros-. 

Ejemplo de ello es el Molino de García (O del Alto). Emplazado en el interior de una antiquísima construcción de adobones con cimientos de piedra de la región, cuenta con servicio de audioguía -en español, en inglés y en portugués-.

En el mismo distrito, San Isidro, también se encuentra el Molino de Reyes, construido en 1845 y reacondicionado en 1881. Funciona con la maquinaria original y conserva en su estructura piezas de herrería antigua.

En Huaco, 44 km al sur de Jáchal, se halla el Molino Dojorti, levantado en 1842, no opera productivamente desde el año 1968 pero abre sus puertas a los viajeros interesados en la cultura jachallera puesto que fue en su entorno donde nació, y se crió, el poeta Eusebio de Jesús Dojorti, popularmente conocido como Buenaventura Luna. 

Cerca de Jáchal, en Tamberías, el Molino de Sardiña, también conocido como de Santa Teresa, construido en 1885, conserva en su interior el primer dínamo generador de energía con el que contó la Villa.

Así la lista de sitios y actividades continua a la espera de ser descubiertos o redescubiertos por propios y foráneos.

La cocina tradicional

• Si de disfrutar sabores se trata, la cocina jachallera ofrece durante todo el año: empanadas y carnes a las brasas conviven con platos regionales y se degustan acompañados por vinos de San Juan. A la hora de los postres, se destacan los platos con membrillos y dulce de alcayota. Para el mate de la tarde, las tortitas jachalleras son irresistibles. 

>> Vivir el norte a pleno

Aquí algunas de las propuesta que ofrece Oeste Andino Viajes para disfrutar Jáchal.

• *Rafting en el río Jáchal

Esta propuesta está destinado a los más aventureros y osados. Se realiza en el Río Jáchal,
todos los días a las 11.30 y a las 15.30 con reserva previa. Cada turno no puede superar las 21 personas. Ideal para quienes quieran sentir la adrenalina en las aguas correntosas de este cauce que cruza entre cañadones que ofrecen el más bello e impresionante paisaje en un recorrido con rápidos a una velocidad de 30 a 40 kilómetros por hora. Cuenta con guías expertos quienes previamente brindan una charla instructiva de seguridad. Puede participar toda la familia. 

Precio: 1000 pesos por persona.

• *Trekking Valle Encantado

Este sitio ubicado en el distrito de Mogna ofrece características naturales únicas que han comenzado a valorarse no hace mucho tiempo. Imperdible.
Precio: 1500 pesos por persona

• *Ecoturismo en La Ciénaga

El Area Protegida de la Ciénaga es ideal para un circuito de senderismo por el que se puede observar la naturaleza intacta y a pleno.
Precio: 800 pesos por persona.

• *Trekking Pasleam

Actividad de turismo aventura en el puesto precordillerano de Pasleam. 
Precio:1000 pesos

• *Experiencia Jáchal Histórico

Actividad de turismo histórico cultural donde se realiza un recorrido por los diferentes atractivos patrimonio nacional como los molinos harineros, antiguas casonas y capillas del departamento.
Precio: 700 pesos por persona.