Durante muchas décadas Cádiz y Huelva venían pugnando en cada cita electoral por ver cuál era la provincia andaluza más abstencionista. Sin embargo, desde hace varias contiendas parece que Cádiz se viene afianzando en la obtención de ese dudoso honor.

De momento, en las elecciones generales del pasado domingo votó el 65,08% del censo electoral gaditano, una cifra que, aunque supuso un incremento de 2.81 puntos con respecto a la participación de las generales de noviembre de 2019, volvió a ser la más baja de Andalucía.

Las otras provincias andaluzas con una asistencia a las urnas inferior al 70% de su censo fueron Huelva (65,88%), Málaga (67,21%) y Almería (68,14%). La cifra de participación en Andalucía fue de un 68,99%, por debajo del 70,40% que hubo en España.

En el conjunto del país la participación que hubo en Cádiz sólo fue superior a la de tres de las cuatro provincias catalanas –salvo Barcelona–, a las de las dos circunscripciones de Canarias y la de Baleares y a las de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

En la provincia de Cádiz los municipios en los que hubo menos participación fueron La Línea (sólo fue a votar el 51,02% de su censo electoral), Puerto Serrano (51,64%) y Barbate (58,27%). Sólo hubo otra población gaditana con una participación inferior al 60% y fue Sanlúcar, que se quedó en un 59,90%.

En el polo opuesto hay diez municipios en los que la asistencia a las urnas en la jornada de votaciones del pasado domingo superó el 70% de sus respectivos censos electorales. El pueblo más animado en la jornada electoral fue Villaluenga del Rosario (83,95% de participación), seguido de El Gastor (77,65%), Trebujena (77,38%), Grazalema (76%), Ubrique (75,63%), Alcalá del Valle (74,68%), Prado del Rey (73,70%), Benaocaz (73,16%), Cádiz (71,39%) y Zahara de la Sierra (71,09%).