UD ALMERÍA | Afición

Abonados se quejan al Almería por cambiar asientos sin respetar los plazos establecidos

  • También ha molestado tener que soportar colas de hasta una hora en plena ola de calor para recoger el carné ya renovado así como que se separe a grupos familiares 

Los aficionados de fondo volverán a los graderíos originales

Los aficionados de fondo volverán a los graderíos originales / Javier Alonso (Almería)

No hay verano en la UD Almería sin culebrón en el mercado de fichajes (El Bilal se lleva la palma este 2023), pretemporada tórrida ni polémica con la campaña de abonos. Cuando parecía que los abonados de ambos fondos aceptaban a regañadientes la retirada de las gradas supletorias para ser reubicados en los graderíos originales del Estadio (con el consiguiente distanciamiento respecto al campo y sin una explicación pública desde el club), con la apertura este lunes del plazo de renovación presencial saltaba una nueva polémica, más agria aún si cabe. 

En las últimas horas las redes sociales se copan de comentarios criticando que la entidad esté permitiendo cambiar de asiento a quienes acuden a las oficinas para efectuar la renovación presencial. Decenas de quejas han llegado también a la redacción de Diario de Almería, en particular de abonados que en su día realizaron la renovación de forma on-line y se sienten agraviados al ver que el club está facilitando el cambio de asiento fuera del plazo inicialmente establecido de los días 27 y 28 de julio. Y es que los asientos ya asignados no estarán disponibles para entonces.

Pero el mosqueo del personal no se reduce a esa cuestión. Hay también un buen puñado de abonados indignados por haber tenido que soportar colas de hasta una hora de duración en plena ola de calor simplemente para retirar el carné en las oficinas que ya habían renovado previamente desde el ordenador. Esto se ha visto motivado por la coincidencia con quienes iban a renovar de forma presencial sin que el club hubiera tenido prevista la posible incidencia estableciendo dos colas diferentes o contratando a más personal de forma puntual para evitar dichas incomodidades, si bien ya en taquillas hay una persona que solo se dedica a repartir abonos.

Y la cosa no se queda ahí. Hay un tercer grupo de indignados, aquellos que han renovado y se han encontrado con la sorpresa de que han separado el grupo familiar que desde hace años viene compartiendo la misma fila. Se da casuística de lo más variopinta, como la familia con dos hijas que tienen tres asientos consecutivos y el cuarto está con un pasillo mediante o quienes figuran en sectores diferentes. 

Desde el club se pide cierta comprensión por la problemática añadida este año de la reubicación forzosa para preparar las obras de la Fase 2 del Estadio. Alegan que los cambios de asiento se reducen a casos puntuales, mientras recuerdan que para evitar colas a la hora de recoger el carné se ofrece la opción del envío a domicilio (a un coste de 9 euros) y también indican que en los días destinados a cambio de ubicación se procurarán solventar todas las incidencias de familiares separados o gente a la que no les gusta la zona en la que han sido reubicados de forma automática.

La sensación nuevamente es que el club ha pecado de improvisación y que el alfonsismo, término acuñado desde la propia masa social rojiblanca para aludir a la anterior etapa en la presidencia del empresario hortofrutícola Alfonso García Gabarrón, sigue muy presente en ciertas estructuras del club a las que les está costando mucho modernizarse y subirse al ritmo vertiginoso que la nueva propiedad sí ha logrado imprimir en otras áreas como la deportiva o la de marketing.

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