Helioterapia, la salud con pequeñas dosis de sol

El buen tiempo permite disfrutar de baños de sol integrales, una práctica saludable que aumenta las defensas y la vitalidad. Nuestro cuerpo está diseñado para el contacto a diario con los elementos naturales: el sol, el aire, la tierra y el agua. Pero muchas personas limitan este contacto, desaprovechando sus beneficios.

Dr_verde 31-03-2020 09:58:21

Origen de la helioterapia

La civilización griega estructuró la helioterapia y la gimnasia (gimnos: "desnudo"), practicando la heliosis en la orilla del mar o la heliasterium en la terraza de las casas. El naturópata Arnold Rikli (1823-1906) es el padre de la helioterapia moderna. Autor del libro Medicina natural y baños de sol, fundó en 1855 una clínica helioterapica en Carintia (Austria). A comienzos del siglo XX, Auguste Rollier, médico suizo (1874-1954), instaló en Leysin la primera clínica destinada a la cura solar.

Efectos terapéuticos

Aumentan la temperatura corporal (mejorando los procesos metabólicos y tróficos)

Transforma la provitamina D en vitamina D. Y ésta hace asimilar el calcio y el fósforo. Así, es fundamental para mantener los huesos fuertes. Mejora los procesos artrósicos y osteoporosis.

Aumento de la ventilación pulmonar, de hematíes, leucocitos, hemoglobina, anticuerpos y de sustancias defensivas plasmáticas; También mejora de la irrigación sanguínea periférica y la resistencia a las gripes y resfriados.

Estimulación de las glándulas endocrinas: en particular, sobre la tiroides y las glándulas sexuales.

Estimulación de la musculatura, aun sin hacer ejercicio.

Recomendaciones

Es posible practicarla en cualquier época del año. Incluso en invierno al ser el organismo más receptivo y la atmósfera más rica en radiación difusa.

Debe tomarse el sol directo. Será pues mejor sobre el cuerpo desnudo, con un sombrero para proteger la cabeza y gafas ahumadas para preservar la vista.

Hay que comenzar con dosis periódicas pequeñas, sin superar el bienestar subjetivo de la persona. No ha de haber sensación excesiva de calor y la piel debe permanecer seca y sin cremas protectoras.

Las sesiones deben ser progresiva para que el organismo se acostumbre, atendiendo a la respuesta individual.

El sol es un buen aliado y nos regala luz, calor y vida. Todos podemos beneficiarnos de su acción positiva disfrutando tranquilamente de su compañía sin protección y en pequeñas dosis.

Contraindicaciones

En los siguientes casos: foto sensibilidad. eritema solar, tuberculosis pulmonar, hipertermia y estados febriles, estados infecciosos, enfermedad de Adisson. Siempre hay que consultándose al médico ante dudas al respecto.

Fuente: Diario21.tv, Medline Plus y Archivo personal

Consultor Medico: Dr. Rene A. Triviño G. - M.P. 5812 - Medicina Integrativa



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