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Discapacidad, deficiencia y minusvalía: diferencias entre conceptos

Discapacidad, deficiencia y minusvalía: diferencias entre conceptos

Escrito por Marina Acera

El concepto de Discapacidad se define como la condición que impide o limita a la persona en su vida diaria. Es un concepto muy amplio, y actualmente hay cierta tendencia a utilizar el término diversidad funcional en lugar de discapacidad. Actualmente, existen 650 millones de personas con discapacidad en el mundo.

Estas personas con discapacidades pueden verse limitadas en situaciones del día a día. Es por ello, que debemos conocer los conceptos de discapacidad, deficiencia y minusvalía, para poder saber en qué se diferencian. Teniendo claro estos conceptos podemos intervenir sobre ellos y satisfacer las necesidades específicas de las personas que presentan este tipo de limitaciones y favorecer su integración en la sociedad.

¿En qué se diferencian los conceptos de discapacidad, deficiencia y minusvalía?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la discapacidad es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Por tanto, para que exista una discapacidad, tiene que haber una deficiencia.

Deficiencia

Es toda pérdida o anormalidad, permanente o temporal, de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. La deficiencia supone un trastorno orgánico, que produce una limitación funcional que se manifiesta objetivamente en la vida diaria. Deficiencia se relaciona con déficit o “falta de algo”.

Existen diversos tipos de deficiencia:

  • Física: es aquella que limita o impide el desempeño motor de la persona. Las causas de la discapacidad física muchas veces son congénitas o de nacimiento. También pueden ser causadas por lesión medular en consecuencia de accidentes (paraplejía) o problemas del organismo (derrame cerebral).
  • Psíquica: son trastornos que llevan a la persona a no adaptarse completamente a la sociedad. Puede ser debido a otro tipo de enfermedades mentales como la depresión mayor, esquizofrenia, trastorno bipolar o el autismo.
  • Sensorial: afecta a los órganos de los sentidos y, por tanto, pueden llevar a problemas de comunicación (ceguera, sordera).
  • Intelectual o mental: es un término utilizado cuando una persona no tiene la capacidad de aprender a niveles esperados y funcionar normalmente en la vida cotidiana. Un ejemplo sería el Síndrome de Down.

Cada uno de estos tipos de deficiencia, puede llevar a una discapacidad. Por ejemplo, si existe deficiencia visual (como la ceguera), existe discapacidad visual.

discapacidad

Discapacidad

Es una limitación funcional, consecuencia de una deficiencia, que se manifiesta en la vida cotidiana. La discapacidad se tiene. La persona “no es” discapacitada, sino que “está” discapacitada. La discapacidad, al igual que la deficiencia, puede ser congénita o adquirida, temporal o irreversible y, además, progresiva o regresiva.

Las discapacidades se pueden aglutinar en tres troncos principales: de movilidad o desplazamiento, de relación o conducta y de comunicación. En la actualidad, se está redefiniendo el término discapacidad como falta de adecuación entre la persona y su entorno, más que como una consecuencia de la deficiencia de las personas.

Minusvalía

Minusvalía es la situación desventajosa en que se encuentra una persona determinada, como consecuencia de una deficiencia o discapacidad que limita, o impide, el cumplimiento de una función que es normal para esa persona, según la edad, sexo y los factores sociales y culturales.

Una persona es minusválida cuando se le niegan las oportunidades de que se dispone en general en la comunidad y que son necesarios para los elementos fundamentales de la vida.

Pondremos ahora dos ejemplos para acabar de aclarar estos tres conceptos:

  • Una persona sin piernas por un problema al nacer (deficiencia motora) tiene problemas para andar (discapacidad motora), y, por tanto, puede tener problemas de independencia física (minusvalía).
  • Una persona con una enfermedad mental como la esquizofrenia (deficiencia psíquica) tiene problemas en su conducta (discapacidad psíquica), y por tanto puede tener problemas de integración social (minusvalía).

Aunque no siempre estos 3 conceptos tienen que estar relacionados.

Veamos un ejemplo:

  • Una persona sufre una miopía (deficiencia) pero con el uso de gafas no le impide realizar ninguna actividad en su vida cotidiana. En consecuencia, esta persona no tiene ninguna minusvalía.
  • Una persona sufre una miopía, pero a pesar de llevar gafas, le impide ver con normalidad: esto representa una discapacidad. Se puede considerar que esta persona tiene una minusvalía sólo en caso de que su posibilidad de integración social se vea afectada.

Así, vemos que no todas las personas con una deficiencia sufren una discapacidad ni todas las que tienen una discapacidad tienen una minusvalía.

Casos en los que se concede cada una: ¿cuándo pedirlas?

En términos de solicitar apoyo o beneficios, varía según el país y las leyes específicas. En el caso de España, en el que nos centramos hoy, la discapacidad, o la incapacidad permanente, la conceden los servicios sociales de la comunidad autónoma de la persona con diversidad funcional.

Ahora vamos a englobar las diferentes clases, es decir, discapacidad, deficiencia y minusvalía:

  • La discapacidad: se reconoce oficialmente a través de evaluaciones médicas de los servicios sanitarios de la comunidad autónoma y procesos administrativos de los servicios sociales autonómicos. Se pueden solicitar beneficios, apoyos o recursos adicionales para personas con discapacidad dependiendo de las leyes y programas gubernamentales existentes. Desde el año 2023 en España se necesita unos porcentajes de graduación de discapacidad igual o superior al 33% para empezar a recibir los beneficios de una discapacidad. Es decir, una discapacidad inferior al 33% no supone ninguna ayuda económica, ni beneficios fiscales, ni ayudas sociales.
  • Las deficiencias: se pueden evaluar a través de exámenes médicos y, dependiendo de su impacto en la vida diaria, podrían otorgar acceso a servicios específicos o adaptaciones. Deben solicitarse en los organismos de los servicios sociales de la comunidad autónoma donde reside la persona afectada.
  • Existen diferentes casos de minusvalía, pero no abordaremos todos. En el caso de las personas con minusvalía por movilidad reducida, tienen que solicitar un certificado de movilidad reducida. La movilidad reducida está recogida legislativamente en nuestro país en el Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre, de procedimiento para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía.

En conclusión, en el BOE número 22, de 26 de enero de 2020, referencia: BOE-A-2000-1546, del Ministerio de Trabajo y Asuntos sociales, se recoge la legislación consolidada para el reconocimiento, declaración y calificación del grado de minusvalía.

Legislación sobre discapacidad, deficiencia y minusvalía: políticas de inclusión

A lo largo de la historia y hasta no hace demasiados años, las personas con discapacidades han constituido un grupo tremendamente rechazado y menospreciado por la sociedad, que las consideraba no aptas. Sin embargo, hoy día somos más conscientes que nunca de todas estas limitaciones y han surgido métodos, técnicas y dispositivos que pueden facilitar a este tipo de personas con diversidad funcional su integración total en la sociedad.

Los apoyos que pueden prestarse a las personas con alguna discapacidad son muy variados. En el artículo 2 del Real Decreto 1971/1999, de 23 de diciembre, se fijan los baremos que se utilizan en España.

En función de la Calificación de Minusvalía (artículo 3), Grado de minusvalía (artículo 4) y valoración (artículo 5), los órganos técnicos competentes en el ámbito territorial pueden brindar ayuda a estas personas. Pueden ir desde el apoyo individual hasta el apoyo ofrecido por varias personas que trabajen en equipo, pasando por el apoyo tecnológico y el que pueden prestar los diferentes servicios e instituciones. Incluso pueden resolver ayudas económicas: ¡atento/a!

En el año 2023 la pensión no contributiva por invalidez en España suma 6.784,54 euros anuales, dividos en 14 pagas de 484,61 euros

El Gobierno ha aumentado lo que cobran las personas por un 65% de discpacidad. Esto supone un alza del 15% respecto al pasado año 2022.

Además, existen nuevos derechos sociales y tecnología avanzada. Gracias a este tipo de apoyos, pueden llevar a cabo acciones que en principio no quedaban a su alcance y, a la larga, alcanzar un mayor nivel de autonomía.Un ejemplo serían las sillas de ruedas para discapacidades motoras, los audífonos para la discapacidad física de la sordera, o sistemas de enseñanza para discapacidades intelectuales.

Además, las personas discapacitadas y sus familiares han propiciado una serie de asociaciones que resultan de gran ayuda.  En ellas los discapacitados pueden obtener asesoramiento, empleo y facilidades asistenciales. Un ejemplo sería la ONCE. Cada uno de nosotros podemos aportar un granito de arena en esta integración apoyando a este tipo de personas y colectivos.

Debemos escuchar sus necesidades y ayudarles en la medida de lo posible, tratando con respeto y evitando diferencias o discriminación. La igualdad consiste en saber que, aunque todos somos diferentes, nos debemos tratar como iguales.

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Bibliografía