aBANTO y Zierbena es un enclave rural, sito en Mea-tzaldea, cuyo paisaje es un espejo de su historia minera. La localidad tiene sus raíces bien asentadas en su historia minera, como demuestra su peculiar paisaje horadado por el hombre y su orgulloso Museo de la Minería del País Vasco, pero también ofrece iglesias, torres, caseríos, áreas recreativas y rutas de interés que aumentan su atractivo histórico.

Desde el Ayuntamiento se destaca la importancia de la historia minera de Abanto y Zierbena, su bucólico contexto rural, su cercanía a la costa del Cantábrico y su fácil conexión con Bilbao para vender la idoneidad de acudir a la localidad para “disfrutar y descansar”. Por su parte, el Gobierno vasco hace referencia a su capacidad icónica ligada a la minería para resaltar sus virtudes.

Municipio asentado en la zona central del yacimiento del hierro del herrialde desde finales del XIX, de Gallarta a Putxeta, Triano, La Balastera y Las Calizas, basta con poner un pie en Abanto y Zierbena para reconocer las muescas de las vagonetas mineras y de los picos del hombre en su paisaje. Todavía hoy se advierten restos de las viejas infraestructuras, como los hornos de calcinación de las minas José y Lorenza, cerca de Las Carreras, y el pozo Gerente, ahora reconvertido en lago.

Las agujas calizas de La Barga o el único castillete (usados como ventilación de las minas) que se conserva en Bizkaia, el del pozo Ezequiela, son otras de las reliquias históricas que se pueden visitar aunque el interesado en conocer de primera mano la ligazón del pueblo (y de toda Bizkaia) con la minería debe visitar el Museo de la Minería del País Vasco, en Gallarta. Además de múltiples tesoros históricos, ofrece “todas las curiosidades y características” de los restos industriales de Meatzaldea.

No todo es hierro y mineral en la localidad, que ofrece orgullosa varios edificios de interés, de corte religioso como las iglesias de San Pedro de Las Carreras, la de Santa Juliana de Abanto o la de Santa Lucía de San Fuentes, y también el palacio barroco conocido como la Torre del Barco, el baserri de San Lorenzo y las villas Matiena y Caruso. Este último es el edificio residencial contemporáneo local más destacado, una mansión burguesa de inicios del siglo XX.

Además del color de la herrumbre minera, el pueblo ofrece también el verde de la naturaleza, ya que cuenta con varias áreas recreativas (La Barga, Las Calizas, El Cerrillo, Los Castaños y Siete Robles) y ofrece varias rutas: la conocida como ruta de las minas y otras dos alternativas para la interpretación del paisaje minero. Finalmente, existe una oferta de turismo-aventura (info@ abantoturismo.com) para volar en helicóptero, pasear en 4x4, BTT y disfrutar de nordic walking, escalada, paintball, cursos de cata, quiromasaje? La web municipal ofrece datos sobre gastronomía y alojamiento. ?