Alcubilla de Avellaneda es un pequeño pueblo de la provincia de Soria, cerca de San Esteban de Gormaz, El Burgo de Osma, el Cañón del Río Lobos y las ruinas de la ciudad romana de Clunia.

Está enclavado en el Camino del Cid, ruta que recrea el recorrido histórico literario del Cid tras su destierro, y en la Ruta Jacobea de la Lana, que entronca diversos ramales de tierras levantinas hasta Burgos, donde conecta con el Camino de Santiago Francés.

Alcubilla es un hermoso pueblo que representa lo más auténtico de Castilla, con poca población en invierno y mucha en verano, cuando vuelven los que han tenido que emigrar.

Hay que destacar el rico entorno natural con un frondoso bosque de ribera a lo largo del río Pilde, que cruza su término. Las choperas son lo primero que vemos, envolviendo al pueblo, gracias a ellas el calor tórrido del verano se atempera y es una delicia pasear mecido por el rumor del agua, mientras se escuchan los pajarillos. Algún que otro pescador pasa las tardes pescando los sabrosos cangrejos que hay en sus aguas.

Las laderas de los montes están cubiertas de encinas con una gran riqueza de fauna y flora y con abundante caza. Es un placer pasear por las innumerables rutas, suaves y fáciles, que atraviesan el monte en todas direcciones. Destaca la existencia de encinas centenarias que convierten el bosque en un lugar mágico donde esperas que de sus huecos salgan animales fantásticos de los cuentos. Un lujo y un privilegio que en pocos lugares se conservan.

Guarda en sus montes un tesoro para quien sabe reconocerlo y encontrarlo. Hay cientos de variedades de setas, que los vecinos entendidos recolectan.

El paso del tiempo ofrece una perspectiva diferente en cada estación, como si se tratara de lugares muy diferentes.

El nombre de Alcubilla, dicen que significa 'arca de agua', en referencia a las más de 100 fuentes que hay en su término. Se ha llevado a cabo un reacondicionamiento de las fuentes, señalizando las más importantes y creando la Ruta de las Fuentes.

Alcubilla es un pueblo auténtico de la castilla ancestral, ya que su esencia y muchas de sus obras  giran en torno al vino, al cultivo de las viñas, al cereal y al pastoreo de las ovejas.

Alcubilla pertenece a la denominación “Ribera del Duero”, siendo otra de sus señas de identidad los viñedos que lo rodean. El Ayuntamiento ha creado el Museo Enológico, reconstruyendo un lagar y donde se conservan aperos y utensilios relacionados con el vino. 

 Todavía quedan en las eras varias bodegas tradicionales, excavadas en la roca, donde guardan el vino los vecinos.

De la historia de Alcubilla, hay vestigios de la Calzada romana que atravesaba sus tierras, entre Uxama (actual Osma) y Clunia, la importante ciudad romana del norte de Hispania. También  algunas estelas en las paredes de la ermita renacentista que hay a las afueras del pueblo, La ermita del Cristo del Campillo. La iglesia, de factura renacentista y retablo barroco, también conserva restos de columnas romanas en su interior.

Pero el emblema más importante del pueblo es el Palacio de los Avellaneda, que el pueblo compró a la marquesa de Tavira.

Aunque Alcubilla no es ajeno a la despoblación de la mayor parte de pueblos de Castilla mantiene el dinamismo y la vitalidad. Existe en el pueblo la Asociación de Amigos de Alcubilla de Avellaneda, que  aglutina a la mayoría de vecinos, que nació con el empeño de mantener vivo el pueblo y las tradiciones. Con sus iniciativas y las del propio Ayuntamiento,  se han recuperado diversas fiesta tradicionales, Las Candelas, La machorra, etc. Hay que destacar la celebración de las Jornadas Culturales del Verano, un referente en la comarca, que han servido para atraer a gentes del pueblo, que ahora tienen un programa interesante para cada verano.

El coro, en el que cantan buena parte de las vecinos que quedan el  pueblo, es otra muestra del afán por sobrevivir y por mantener la alegría para que Alcubilla sea 'el pueblo más bello'