El sol (tomado con moderación) es una fuente de salud y vitalidad, aunque no para todos. Hay personas a quienes la exposición a la luz solar les provoca una reacción cutánea que suele estar acompañada de granitos, picor, enrojecimiento y escozor y que puede llegar a ser tremendamente molesta. Estas personas sufren lo que se conoce como alergia al sol.

alergia al sol: qué es y tipos

La alergia al sol (también denominada fotosensibilidad o fotodermatitis) ocurre cuando la piel reacciona de manera anormal a la luz solar o a ciertos tipos de luz artificial.

Hay diferentes tipos de alergia al sol:

  • La erupción lumínica polimorfa es la más habitual y se caracteriza por la aparición de protuberancias o ampollas rojas que pican en la piel expuesta al sol. Suele ocurrir pocas horas o días después de la exposición al sol.
  • La reacción fotoalérgica es una respuesta retardada del sistema inmunológico a ciertas sustancias que están en contacto con la piel, como medicamentos, fragancias o ingredientes de los productos de protección solar. La exposición a la luz solar desencadena una reacción alérgica que provoca enrojecimiento, picor y síntomas similares a las erupciones.
  • La urticaria solar es una forma rara de alergia al sol que provoca la aparición de ronchas y picor a los pocos minutos de la exposición al sol, que por lo general desaparecen una hora después de evitar la luz solar.
  • El prurigo actínico es una enfermedad inflamatoria crónica rara de la piel que tiene un componente hereditario y es más habitual en la población indígena americana. Puede desencadenarse tanto por exposición a la luz solar como a la luz artificial.

alergia al sol: causas

Aunque las causas exactas de las alergias al sol aún no conocen completamente, se cree que la predisposición genética y los factores ambientales tienen mucho que ver.

La exposición a algunos medicamentos (como la tetraciclina y las sulfonamidas o los antiinflamatorios no esteroideos), productos químicos o sustancias presentes en los productos para el cuidado de la piel puede hacer que esta sea más sensible a la luz solar y aumente la probabilidad de alergia al sol.

Si la piel ha sufrido daños con anterioridad (por ejemplo, debido a quemaduras solares) puede ser más sensible a la luz solar.

Por otro lado, algunas enfermedades, como el lupus o el eccema, pueden aumentar la sensibilidad a la luz solar y el riesgo de desarrollar una alergia al sol.

Alergia al sol: Síntomas

Los síntomas de la alergia al sol dependen del tipo del que se trate, la cantidad de piel expuesta, el tiempo bajo el sol y la intensidad de la luz:

  • La erupción lumínica polimorfa causa granitos, protuberancias o ampollas rojas que pican en las zonas expuestas al sol (en general, brazos, cuello o pecho), acompañadas de sensación de ardor o escozor, sensibilidad o hinchazón.
  • Las reacciones fotoalérgicas provocan enrojecimiento, picor o sarpullido que puede estar limitado a las zonas expuestas al sol o extenderse a otras partes del cuerpo. También puede haber granitos o ampollas, descamación o costras en la piel en casos graves.
  • En la urticaria solar aparecen ronchas con picor, enrojecimiento e hinchazón en la piel expuesta al sol. Puede ir acompañada de una sensación de ardor o escozor.
  • El prurigo actínico provoca una comezón intensa en la piel de las zonas expuestas al sol (como la cara y los brazos), parches o bultitos rojos e inflamación de la piel, que puede engrosarse o descamarse con la exposición repetida.

Alergia al sol granitos fotos

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Remedios naturales para la alergia al sol

El tratamiento de las alergias al sol suele centrarse en evitar la luz solar directa durante las horas de máxima intensidad (entre las 10:00 y las 16:00), usar ropa protectora y crema solar de amplio espectro.

En los casos leves, las erupciones y otros síntomas suelen desaparecer por sí solos. En caso de que la reacción sea grave, el médico puede recomendar medicamentos orales o tópicos para aliviar los síntomas.

Existen algunos remedios naturales que pueden ayudar a aliviar los síntomas de la alergia al sol:

  • El gel de aloe vera es un auténtico bálsamo para la piel. Tiene propiedades calmantes y puede aliviar el picor, el enrojecimiento y la inflamación. Se aplica el gel puro en las zonas afectadas y se dejar actuar hasta que se seque.
  • Aplicar compresas frías sobre la piel puede reducir el picor y la inflamación. Recuerda que nunca debes usar hielo directamente sobre la piel, pues podría causar quemaduras.
  • La avena tiene propiedades hidratantes, emolientes, purificantes y antiinflamatorias. Un baño de avena puede ser un buen calmante para la irritación de la piel.
  • La manzanilla o camomila también es conocida por sus beneficios para la piel. Tiene propiedades antiinflamatorias y calmantes y puedes preparar una infusión y aplicarla (una vez se enfríe) sobre la piel con un algodón o compresa empapados.